CLAUDIO LEIVA
En lo que se interpreta como un cambio de actitud en el gobierno de San Juan, el ministro de Minería de San Juan, Carlos Astudillo, dijo ayer que "Josemaría deberá esperar aún un trecho" y agregó que "le pido a la empresa y a los inversores que para hacer bien las cosas nos tenemos que tomar el tiempo suficiente para que todos sepamos hacia dónde vamos".
Hasta ahora, el discurso en la administración local había sido el darle la mayor celeridad posible a la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), el documento que hace falta para que pueda empezar la construcción del emprendimiento de cobre ubicado en Iglesia y todo el movimiento económico que esa tarea provocará.
Pero ahora el titular de la cartera minera dio señales de que el trámite se puede demorar porque en el Gobierno prefieren esperar el tiempo que haga falta para no sufrir tropiezos en el proceso. Una de las críticas ha sido el agua que demandará el emprendimiento, en medio de la severa crisis hídrica por la que atraviesa la provincia.
El dato se conoció cuando Lundin Mining Corp anunció a través de un comunicado que comprará a Josemaría Resources por US$ 483 millones de dólares .
En la aprobación de la DIA está trabajando la Comisión Interdisciplinaria de Evaluación Ambiental Minera (CIEAM), integrada por representantes de distintos ámbitos. Sobre esa tarea, el ministro Astudillo señaló que "hay nueva documentación que ha entrado y se ha girado a los organismos correspondientes para que la sigan mirando. Y por eso se vuelve a abrir la discusión por la nueva información que está llegando".
En el Gobierno provincial se había hablado de que la tarea estuviera finalizada para fines del 2021, pero a la luz de las declaraciones del ministro esa expectativa no se cumplirá.
Sobre la compra de la compañía que estaba a cargo del emprendimiento, Ricardo Martínez, integrante de la Cámara Minera de San Juan, explicó que el movimiento tiene origen en que hasta ahora "el proyecto estaba en manos de una empresa cuya capitalización de mercado era de entre 300 a 400 millones de dólares, es decir que era una empresa junior en el grupo, que tenía que salir a buscar inversiones por unos 4.100 millones de dólares para poner en marcha el proyecto"
"Pero el grupo tiene otra empresa, que se llama Lundin Mining, cuya capitalización en el mercado ronda los 7.000 millones de dólares" y que tiene las espaldas suficientes para salir a buscar los inversores.
"Esta hermana mayor, es una interpretación mía, no se puede arriesgar a tener el proyecto inactivo en manos de empresa chica por tantos años. Por eso es que la hermana mayor se hace cargo, y paga lo que valía la otra empresa", agregó.
Sobre las implicancias de la operación, el dirigente opinó que "para el país es mucho más importante que una empresa grande tome el proyecto y para San Juan también es más conducente que una empresa que tiene producción en Chile, en Suecia, Estados Unidos y en varios otros países tome el proyecto y lo incorpore a su cartera a que lo siga manejando una empresa junior".
"Lundin Mining tiene las capacidades técnicas, de desarrollo, operativas y financieras para hacer avanzar a Josemaría como uno de los próximos productores de cobre del mundo", dice la compañía en el comunicado.