TATIANA BAUTZER, RODRIGO VIGA GAIER Y CAROLINA MANDL

La petrolera estatal brasileña Petrobras (PETR4.SA) ha elevado los precios al menos una vez en medio del proceso de desinversión de sus refinerías más grandes, frustrando a algunos postores y retrasando el largo plazo. Se esperaba la promesa de romper el monopolio de Petrobras en refinación, dijeron a Reuters cuatro fuentes con conocimiento del asunto.

Los postores se sorprendieron por lo que describen como cambios de última hora en el proceso de desinversión exigido por Petroleo Brasileiro, como se conoce formalmente a la empresa, agregaron las fuentes, que solicitaron el anonimato para revelar conversaciones privadas con la mayor empresa estatal de Brasil.

Petrobras, que solía controlar casi el 100% de la refinación en Brasil, se comprometió a reducir su capacidad en un 50% vendiendo ocho de sus 13 refinerías después de un acuerdo en junio de 2019 con el regulador antimonopolio CADE para introducir competencia en los precios del combustible. Pero hasta ahora solo vendió tres y una reducción de las presiones políticas para fijar artificialmente los precios del combustible parece remota.

Las fuentes dijeron que los cambios en los precios, junto con la escasez de interés de los compradores, alimentada en parte por la presión de los inversores preocupados por los objetivos ESG contra la compra de activos de combustibles fósiles, han plagado la venta de al menos dos de las refinerías más grandes de Petrobras en venta, REFAP y REPAR.

Petrobras aún tiene que reiniciar el proceso de venta de REFAP y REPAR, que tienen capacidades de 201.280 barriles por día y 207.563 bpd respectivamente, produciendo el 17,8% de la producción de combustible de Brasil, según datos del regulador petrolero ANP.

En julio, Cade extendió el plazo para que Petrobras vendiera las ocho refinerías que se había comprometido a vender hasta el 31 de diciembre, pero Petrobras admitió públicamente que no se cumplirá el plazo.

El 30 de noviembre, el director financiero Rodrigo Araujo dijo que era poco probable que Petrobras vendiera REPAR y REFAR antes de las elecciones presidenciales de octubre de 2022.

En un comunicado a Reuters, Petrobras dijo que está "totalmente comprometida" con la venta de las ocho refinerías incluidas en el acuerdo con Cade.

Petrobras volverá a intentar vender tres refinerías que tuvieron sus procesos cancelados, REFAP, REPAR y RNEST.

La empresa prosigue con las desinversiones de LUBNOR, refinería de 8.000 bpd en la región noreste que produce solo asfalto y lubricantes, y REGAP de 150,00 bpd, ubicada en el estado de Minas Gerais, que representa el 7,1% de la capacidad total de refinación.

DESGLOSE DE LAS HABLAS

El conglomerado brasileño Ultrapar Participacoes (UGPA3.SA) había estado en conversaciones con Petrobras desde enero para adquirir la refinería REFAP, que representa el 7,7% de la capacidad total de refinación brasileña y está ubicada en el sureño estado de Rio Grande do Sul.

Pero desde el inicio de las conversaciones, Petrobras había estado tratando de obtener un precio más alto y en septiembre decidió solicitar una oferta más alta, dijeron dos fuentes con conocimiento del asunto. Los representantes de Ultrapar, que pensaron que ya habían asegurado un precio y estaban discutiendo los detalles del contrato, rechazaron la solicitud y abandonaron las conversaciones.

Petrobras anunció el fracaso de las conversaciones el 1 de octubre.

Ultrapar se negó a comentar sobre el asunto. Petrobras declinó comentar sobre pedir específicamente un precio más alto para REFAP. 

Algo diferente sucedió con REPAR, una refinería ubicada en el sureño estado de Paraná que concentra el 10,1% de la capacidad de refinación de Brasil, según datos de ANP.

Raizen (RAIZ4.SA) , una empresa conjunta de Royal Dutch Shell (RDSa.L) y la compañía energética brasileña Cosan (CSAN3.SA) , había expresado interés en el activo. Raizen entregó una oferta por encima del precio mínimo establecido inicialmente, pero Petrobras luego subió el precio y rechazó la oferta por ser demasiado baja.

Raizen se negó a elevar su oferta, no surgieron otros postores y en febrero, Petrobras dijo en un comunicado que no vendería REPAR porque consideraba que las ofertas eran demasiado bajas. Raizen se negó a comentar.

"No hubo cambios en las reglas durante el proceso de venta", dijo Petrobras en respuesta a preguntas de Reuters sobre la materia.

Pero una quinta fuente familiarizada con la desinversión dijo que "diferentes variables definen el precio y generalmente se actualizan". Desde que Petrobras lanzó el proceso de venta de refinerías hace más de dos años, el crudo Brent de referencia mundial se ha disparado entre $ 10 y $ 73 el martes.

Las negociaciones para REGAP también parecen estar estancadas. Petrobras solicitó ofertas no vinculantes que se entregaron en noviembre de 2019.

Al menos un postor, la firma de capital privado EIG Global Energy Partners, presentó una oferta, pero las negociaciones no avanzaron, según una sexta persona con conocimiento del asunto. EIG se negó a comentar sobre el asunto.

DIVESTITURA LENTA

Hasta el momento, Petrobras ha vendido tres refinerías. La más grande es la refinería RLAM, en el estado nororiental de Bahía, con una capacidad de 330.000 bpd, que representa el 14% de la capacidad de refinación brasileña, para el inversor de Emiratos Árabes Unidos Mubadala Investment Co por $ 1.800 millones.

También se vendieron otras refinerías muy pequeñas en la región norte: 46.000 bpd REMAN al grupo regional brasileño Atem y 6.000 bpd SIX a Forbes & Manhattan Resources.

Pero los activos vendidos hasta ahora son insuficientes para influir en los precios en el mercado nacional de combustibles.

A medida que avanzan las ventas de activos, la demanda de refinerías está disminuyendo. Varios de ellos obtuvieron una sola oferta y no hubo nadie interesado en RNEST, en el estado nororiental de Pernambuco.

Tras el fracaso de la venta, Petrobras anunció que invertirá en la refinería RNEST de 115.000 bpd y elevará su capacidad a 260.000 bpd en 2027.