La política no descansa. Mientras 200.000 feligreses honraban en la procesión a Nuestra Señora del Valle, el gobernador catamarqueño, Raúl Jalil, se hizo un aparte para levantar el teléfono y pedirle a su "paisano" Juan Luis Manzur la codiciada Secretaría de Minería de la Nación.
Horas después, la joven y ascendente abogada María Fernanda Ávila ya tenía elegido su vestuario y barbijo para la reunión y foto con el presidente de la Nación, Alberto Fernández. La sorpresa estaba en marcha y lista para estallar en las primeras horas del jueves.
Manzur y Jalil: Sintonía en versión minera
Rutas áreas que se cruzan. Esa mañana de jueves temprano se embarcaba a San Juan Alberto Hensel, es quien este viernes asumirá como ministro de Gobierno de Sergio Uñac. Lo que viene ahora en la autoridad minera nacional es el reacondicionamiento de la estructura: siempre se dice "no vamos a tocar nada" pero obviamente hay que darle lugar a los equipos de trabajo propios y a las personas de confianza, sobre todo cuando se aterriza en la desafiante Buenos Aires.
En la minería sanjuanina había pocos comentarios ayer acerca de la plaza nacional perdida para un representante vernáculo. En contraste, en Catamarca se notaba el entusiasmo por la unción de Ávila, que fortalece la marca minera de esa provincia.
Jalil, para el ajedrez doméstico hizo un jaque mate a Lucia Corpacci, quien se habría enterado de la designación en la misma mañana de su asunción como senadora.
Lucía y Raúl son, en versión local, algo así como Cristina y Alberto, suelen decir los catamarqueños. La ex gobernadora tiene más aparatos y electorado, el actual mandatario y su entorno, que integran entre otros su hermano Fernando, presidente de YMAD, tienen gestión y ambición para ir por más, como se vió en el fructífero diálogo telefónico panarabe con la Nación.
Corpacci está más cerca de Cristina que de Alberto y varias veces impulsó a Rodolfo Miccone como predilecto para cargos nacionales. CFK y AF ya concedieron a la provincia norteña otros lugares en la grilla del Estado argentino .
Lo que sigue en la tórrida Catamarca es nombrar al sucesor de Ávila. Dos candidatos que se mencionaban ayer son el corpaccista Marcelo Murúa, que renovó su banca en la legislatura provincial y Damalcio Mera, senador provincial, ex diputado nacional y vicegobernador de Lucía. Como en la danza nacional de nombres, no se descarta alguna sorpresa.
Desafíos y cambios de agenda nuevos de políticos que deben reacomodar sus fiestas navideñas y planes de vacaciones a nuevos trabajos. Si así no lo hiciera que Dios y la Patria se lo demanden.