Tras anunciar EE.UU. que subirá la oferta, Arabia Saudita contraataca con un deterioro de la producción
VÍCTOR BLANCO MORO Y SERGIO FERNÁNDEZ
El rally alcista que está experimentando el precio del petróleo desde el peor momento de la pandemia de Covid, en 2020, está empezando a mostrar síntomas de debilidad.
Desde que el barril europeo ha tocado los US$ 86,4 el pasado 26 de octubre, un máximo que no visitaba desde 2014, su cotización ha corregido un 4,8%, y ha vuelto a perder los US$ 80 recientemente.
Ahora cotiza en el entorno de los US$ 82, y se resiste a caer, a pesar de las últimas noticias, que confirman que Estados Unidos se ha puesto manos a la obra para tratar de hacer descender los precios, con el desbloqueo de 50 millones de barriles de sus reservas estratégicas, un petróleo que venderán en el mercado con la intención de contrarrestar el avance de la inflación.
Lo que parece claro es que, en el entorno de los US$ 80, el barril europeo parece haber encontrado freno a las subidas. La Agencia Internacional de la Energía (IEA), en su último informe mensual, incide en la posibilidad de que los precios ya hayan tocado techo, y que el recorrido que prevén para el precio del barril tienda a la baja en los próximos meses.
"La marea parece estar cambiando", destaca la agencia, y reconoce que, "al contrario de lo que se podía esperar desde la conferencia del COP26 en Glasgow, este cambio no se está produciendo por una caída de la demanda, sino por un aumento de oferta", explican.
En este sentido, hay que recordar la estrategia que está llevando a cabo la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios externos, que llevan meses manteniendo la oferta artificialmente baja para tratar de dar un empujón a los precios.
Ahora, tras hacer oídos sordos a la petición de Estados Unidos de abrir más los grifos de la producción, el gigante norteamericano ha decidido contraatacar con el desbloqueo de parte de sus reservas estratégicas.
Ante esta amenaza, el cártel de productores está ya preparando su contraataque: según The Wall Street Journal, Moscú y Riad estarían ya sopesando llevar a cabo una pausa en su proceso de aumentar la oferta, ya de por sí insuficiente, a ojos de Estados Unidos y de la IEA.
No obstante, la maniobra de Biden no ha tenido un impacto significativo en los principales grupos dedicados a la extracción y refinado del oro negro. Tampoco ha afectado en las últimas semanas la relajación del precio del carburante en la cotización de estas compañías.
De hecho, las perspectivas que manejan los analistas que siguen a estos gigantes mantienen su optimismo en su evolución dentro de los mercados bursátiles e incluso mejoran de media si se compara su situación actual con el consenso de 2021. Ninguna de las 20 petroleras más grandes por capitalización de mercado cuenta con una recomendación de venta, según Factset.
Con los últimos datos y previsiones de su situación financiera y perspectivas de futuro, 11 de ellas cuentan con una etiqueta de compra frente a las otras 9 en las que recomendaron mantener.
Cenovus, en cabeza
Dejando de lado la compañía Saudí Aramco, por no tener a los suficientes analistas siguiendo su evolución como para emitir una conclusión objetiva, la petrolera Cenovus es la más atractiva y la que más ha mejorado, tras subir un 133% en bolsa en lo que va de año.
Tras su fusión con Husky Energy (otra canadiense del sector), Cenovus ha sido durante todo 2021 el mayor refinador de crudo del país y el tercero en volumen de producción.
Además, cuenta con la producción de gas natural en alta mar que le permite obtener un mayor rendimiento cuando el mercado de crudo no es tan rentable. Esto, ligado al recorte de costes por refinar lo que extrae, podría convertir a la canadiense en la petrolera menos apalancada a nivel mundial, según el analista de Bloomberg, Jaimin Patel, al reducir su deuda sin necesidad de deshacerse de activos de la compañía.
El conflicto diplomático entre Rusia y Europa ha permitido que Gazprom, con su negocio petrolero, sea la segunda en el ranking por atractivo de los analistas a corto y medio plazo. Sin embargo, sin una coyuntura de precios elevados y con la perspectiva de una reducción de la demanda de gas en la Unión Europea, Gazprom afronta un horizonte a largo plazo complicado, según apuntan desde JP Morgan.
Por contra, Petróleo Brasileiro es la que más ha retrocedido en el año en el consenso de opiniones, por las intenciones del gobierno del país de controlar los precios y exportaciones, según los analistas de Bradesco, mientras que la noruega Equinor tiene la peor recomendación. Muy cerca de un consejo de venta según los últimos datos.
Repsol, un año sin 'venta'
La española, que ocupa el vigésimo puesto entre las petroleras integradas de todo el mundo por capitalización, perdió la recomendación de compra del consenso a finales de noviembre de 2020, y desde entonces no la ha conseguido recuperar. Eso sí, desde el 'mantener' que recibía en verano, los analistas han mejorado ostensiblemente su consejo para la firma.
La última mejora de recomendación llegó pocos días después de su última presentación de resultados, a finales de octubre, tras anunciar que había conseguido superar los niveles de beneficio previos al Covid, los del año 2019. La subida del crudo ha ayudado a su negocio y ha permitido una mejora del dividendo del 5%.