La anticipación de un contraataque de la OPEP a los bajistas del petróleo y la intriga en torno a los planes del presidente Joseph Biden para el puesto del dirigente de la Fed, Jerome Powell, podrían dar lugar a oscilaciones de los precios del crudo y el oro esta semana, ya que los mercados operan con horarios más ajustados debido a la festividad del jueves del Día de Acción de Gracias.
Con el crudo ya en mínimos de ocho semanas durante la jornada de negociación de este lunes en Asia, se espera que el ministro de Energía saudí, Abdulaziz bin Salman, que lidera el bloque de 13 miembros de la OPEP, o su homólogo ruso, Alexander Novak, cabecilla de otros nueve productores de petróleo no pertenecientes a la OPEP, ofrezcan algún comentario que impulse el mercado en la semana del Día de Acción de Gracias".
Ambos presiden y copresiden la alianza OPEP+, responsable de que las reducciones de la producción hayan hecho subir los precios del petróleo desde los mínimos de la pandemia registrados en menos 40 dólares por barril hasta máximos de siete años por encima de 85 dólares.
Durante la jornada de negociación de este lunes, el contrato de enero del West Texas Intermediate, de referencia, baja 5 centavos, o un 0,05%, hasta 75,90 dólares a las 7:30 horas (CET), tras haber registrado antes mínimos de ocho semanas en 74,76 dólares.
El WTI cayó un 5,8% la semana pasada, con lo que sus pérdidas combinadas en las últimas cuatro semanas ascienden al 9,3%, tras una subida del 18% durante nueve semanas consecutivas. Justo a mediados de octubre, el crudo de referencia de Estados Unidos registraba máximos de siete años de 85,41 dólares. A pesar de la caída de la semana pasada, el WTI ha subido aun así un 57% en el conjunto del año.
El reto de la OPEP: reactivar el repunte del petróleo
La OPEP se enfrenta a un gran reto para reiniciar el repunte del petróleo, que ha tenido lugar en los últimos siete meses, ya que Estados Unidos y otros grandes países consumidores de petróleo amenazan con liberar reservas de crudo de emergencia para contrarrestar algunas de las reducciones de producción del cártel.
Aunque las reservas de los principales consumidores de petróleo, como China, India y Japón, no se acercan ni de lejos a lo que produce la OPEP+, su primera lucha coordinada contra los elevados precios del petróleo ha sido lo suficientemente espectacular como para asustar al mercado. Los titulares de un nuevo confinamiento a causa del COVID en Austria y otras restricciones en Europa, incluida Alemania, para contener una nueva explosión de casos de coronavirus, añaden una capa bajista aún mayor sobre el petróleo.
La OPEP+ celebra su reunión mensual en menos de dos semanas, el 2 de diciembre. Pero es muy probable que los funcionarios más belicosos de la organización no quieran esperar hasta entonces si tienen la oportunidad de decir algo ahora para frenar la sangría del mercado.
Además de los ministros de Energía saudí y ruso, el emiratí Suhail al-Mazrouei y el secretario general de la OPEP, el nigeriano Mohammad Barkindo, también comparecerán para hablar del mercado.
"Si no hay más novedades, la idea será contrarrestar la narrativa de los consumidores, de que lo que están haciendo puede funcionar", dice John Kilduff, socio fundador del fondo de cobertura de energía Again Capital.
"La OPEP claramente quiere que el mercado del petróleo se crea su discurso, no otro".
Pocos alcistas del petróleo se toman en serio el plan de los grandes consumidores, y muchos dicen que no tendrá un impacto material en los precios. Menos aún creen que se cumpla la amenaza de contraatacar a la OPEP.
El primer ministro japonés, Kishida, ha dicho este fin de semana que Tokio tiene la intención de apoyar la iniciativa de Estados Unidos siempre que esté dentro de los medios legales, una referencia obvia a las leyes japonesas que especifican que las reservas de crudo de emergencia del país sólo pueden utilizarse en casos de escasez de suministro, no como ayuda contra la subida de los precios.
La OPEP+ podría congelar los aumentos de producción y profundizar en las reducciones
La OPEP+ podría anunciar que congelará el aumento de 400.000 barriles al día que había prometido desde el inicio del segundo semestre —oferta que apenas había cumplido de todas formas. A continuación, la OPEP+ podría profundizar las reducciones de producción, en función de la gravedad de la ola que se avecina. Estas iniciativas podrían restablecer una parte decente de los casi 10 dólares que el crudo perdió desde que registrara máximos a mediados de octubre.
Pero los precios podrían caer aún más antes de subir, prolongando la actual trayectoria de menor resistencia del mercado.
Para agravar el sombrío estado de ánimo del petróleo, ING (AS:INGA), en una previsión recogida por Bloomberg Markets este lunes, ha predicho que el mercado podría volver a la superabundancia de 2020,
De hecho, incluso antes del descenso de esta semana, la OPEP había advertido en su informe mensual que esperaba una menor demanda de crudo en el cuarto trimestre.
La Agencia Internacional de la Energía, con sede en París, que vela por los consumidores de petróleo, coincide con esa perspectiva, añadiendo que es probable que la producción de petróleo de Estados Unidos sea mayor en los próximos trimestres.
Premonitorias o no, esas primeras advertencias podrían sentar las bases de lo que probablemente anuncie la OPEP+ en las próximas semanas.
Los adeptos del oro están pendientes del puesto de Powell y de las actas de la Fed
En el frente del oro, la especulación sobre si Biden mantendrá a Powell como presidente de la Fed o dará la bienvenida al puesto a la gobernadora del banco central, Lael Brainard, podría ser uno de los determinantes de los precios del oro esta semana.
Powell indica continuidad y una posible subida de tipos entre el tercer y el cuarto trimestre del próximo año. Brainard podría dar lugar a una política monetaria aún más relajada y favorable al crecimiento que podría impulsar las acciones y todos los demás activos, mientras que debilitaría el oro.
El otro aspecto al que deben prestar atención los inversores en oro son las actas de la reunión de la Fed de noviembre, en las que los responsables de la política monetaria afirman que la economía estadounidense es lo suficientemente fuerte como para empezar a reducir su programa de compra de activos de la época de la pandemia, puesto en marcha para reforzar la recuperación. Las actas, que se publicarán el miércoles, podrían ofrecer una idea más clara de cuándo se producirá la primera subida de tipos.
El contrato más activo de los futuros del oro estadounidense, el de diciembre, bajó 2,60 dólares, o un 0,1%, hasta los 1.849 dólares en el COMEX de Nueva York, tras haber caído antes hasta los 1.839,70 dólares, su primera incursión por debajo del nivel de soporte clave de los 1.850 dólares en las últimas dos semanas. Muchos alcistas del oro siguen creyendo que el mercado se dispone a alcanzar niveles de 1.900 dólares debido al aumento de la inflación en Estados Unidos a causa de los elevados precios del crudo y otras materias primas.