El titular de la petrolera precisó que el valor de referencia que toma Argentina es de US$ 83 el barril, contra los US$ 60 a que se comercializa en el mercado local
XIMENA CASAS
A pocos días de presentar los números financieros del tercer trimestre del año, Pablo González, presidente de YPF asegura que los resultados son “buenos”, luego de un 2020 donde la empresa tuvo pérdidas por US$ 1.000 millones y una caída de casi 75% en las ventas.
El directivo conversó con Infobae sobre los perspectivas de Vaca Muerta, la transición energética y la presión sobre los precios de los combustibles:
- Los precios de los combustibles se mantienen sin aumentos desde mediados de mayo, ¿la presión de la situación internacional puede hacer que haya subas antes de fin de año?
- Se pone presión. El valor de referencia del petróleo que toma la Argentina (Brent) está en US$ 83 el barril. En el mercado interno se está comerciando en US$ 60 el barril. Eso marca una diferencia. Si tuviéramos paridad de importación, estaría costando US$ 1,7 el litro de nafta que hoy está en US$ 1 al valor oficial. Se está haciendo un gran esfuerzo. El mercado y los productores. Con la Ley de promoción de la Actividad Hidrocarburífera se van a dar incentivo a la exportación, beneficios fiscales y ventajas comparativas que va a generar una mayor inversión, más volumen de producción y se va a ir equilibrando.
La ley incentiva a la producción a través de dar una autorización en firme de exportación; después se discute el porcentaje, y acceso al mercado libre de cambios, que tampoco está hoy por ley. El petróleo convencional todavía está sosteniendo la producción con un declino lógico y eso va a generar problemas. Hay que incentivar la producción, aprovechar esta ventana de oportunidad como generador de energía. El mercado va presionando permanentemente y vamos tomando algunas medidas. Hemos puesto cupos en las estaciones cercanas a países limítrofes y estamos cuidando el precio.
El año pasado los combustibles aumentaron un 20% de punta a punta. Durante este año, 28,3%, muy por abajo de la inflación. Los años anteriores había sido 31% en 2016; 23% en 2017; 69% en 2018 y 44% en 2019 hasta el mes de agosto. Luego de las PASO, cuando el gobierno anterior perdió las elecciones, sacó un decreto donde establecía un precio ficticio de petróleo, del dólar y congela la nafta a través de un DNU. Nosotros no hicimos eso. Estamos trabajando para ir siguiendo con atención al mercado, con mucho esfuerzo, para ir manejando este problema, donde el petróleo ha crecido a esos valores y está presionando en el mercado interno. Todavía no tenemos definiciones en ese sentido.
- En los próximos días van a presentar los resultados del tercer trimestre del año, ¿cómo está la situación financiera de la empresa?
- Son buenos resultados. Venimos recuperando la producción. Durante cuatro años veníamos con declino de producción en gas y petróleo. Entre 8% y 10% hablando de los niveles prepandemia. La pandemia fue un golpe muy fuerte para la industria, tuvimos una caída de ventas de casi el 75%. Eso determinó un quebranto de US$ 1.000 millones el año pasado. Este año, luego del canje que fue bastante dificultoso, YPF comenzó a recuperarse con lo cual hoy estamos sobrecumpliendo el Plan Gas, que era un desafío. Casi estamos en 38 millones de m3 por día y nos habiamos comprometido a 32 millones. En materia de producción, YPF está en 213.000 barriles entre convencional y no convencional. Son 156.000 barriles en convencional y 57.000 en no convencional. El dato es que no convencional en estos últimos cinco meses ha crecido de manera exponencial. En mayo tenía una producción de 38.000 barriles y viene creciendo.
- ¿Cuál fue la estrategia para revertir la caída de 2020?
- Mejorar financieramente la compañía canjeando deuda que venía en moneda dura en fuente de financiamiento. Por ejemplo, accedimos a un créditro del FGS de US$ 380 millones. Si no hubiéramos ido canjeando deuda hubiéramos tomando a tasas de 15%. Eso permitió tener mayor flujo lo mismo. El diferimiento del ICL (impuesto a los combustibles líquidos) permitió más disponibilidad y una política asociativa que fue generando más producción. Las expectativas son buenas.
- ¿Este crecimiento en la producción les permitirá tener saldos exportables de gas?
- En verano puede ser, en invierno no. La Argentina está produciendo 113 millones de m3. El pico de demanda del invierno es de 173 millones. Hay una diferencia donde se importa GNL que significa fuga de divisas. El anuncio de la construcción de un gasoducto va a generar la posibilidad para exportar para aquel que tenga saldo exportable. YPF tiene primero la obligación de abastecer al mercado interno en petróleo y gas.
Argentina al tener la segunda reserva de gas no convencional del mundo y la cuarta de petróleo genera expectativas pero lo que pasa es que no hay capacidad de transporte: los gasoductos que van de Neuquén a Buenos Aires están colapsados. Se está estudiando aplicar los ingresos del Aporte Extraordinario de las Grandes Fortunas, que estaba previsto para obras de gas, para la construcción del gasoducto.
- ¿Qué tan cerca puede estar el autoabastecimiento?
- YPF tiene tres refinerías (Ensenada, Plaza Huincul y Luján de Cuyo) donde se refina casi el 65% del total del consumo de la Argentina. YPF va a hacer una gran inversión para bajar el contenido de azufre del combustible de casi US$ 1.000 entre las tres en los próximos tres años.
Del crudo que refina YPF está comprando el 20% del total. Ahí está lo que nos está faltando. Tal vez en 2 o 3 años tengamos el autoabastecimiento en petróleo y sería muy bueno para la Argentina. Como consecuencia de la Ley 26.741 nos obliga a abastecer el mercado interno. El gran debate del petróleo en la Argentina es si es un bien estratégico nacional o es un commodity o las dos cosas y a quién beneficia.
En el mundo hay una crisis energética muy importante. El GNL en Europa es de US$ 30 el millón de BTU y por Plan Gas estamos en US$ 3,55 el millón de BTU. Teniendo el recurso, previsibilidad, realizando las inversiones. YPF tuvo que invertir US$ 500 millones para el cumplimiento del Plan Gas. La Argentina puede autoabastecerse y estar ajena a esta crisis energética mundial.
- Se anunció recientemente una fuerte inversión de una empresa australiana en hidrógeno verde en la Argentina. ¿En qué proyectos está trabajando YPF en ese sentido?
- YPF tiene una joya que se llama Y-TEC donde el 50% es del Conicet y 50% de YPF. Existe un desarrollo de investigación con 245 científicos que trabajan en innovaciones y en lograr patentes. En el caso del hidrógeno verde, YPF creó el consorcio del hidrógeno en un primer momento, fueron sumándose todas las compañías energéticas y ahora se amplió al sector público. Hay varios proyectos focalizados en la Patagonia. Un proyecto rentable de hidrógeno verde necesita 1 giga de energía. Es mucho. Se está analizando el mapa de viento, cesión de tierras para los parques eólicos y puertos. Hay proyectos bastante avanzados pero todavía no podemos hacer ningún anuncio.
- ¿Son proyectos con plazos muy lejanos?
- Son proyectos a mediano plazo de mucha inversión que hay que ir articulando ya. Se piensa para exportar; el otro problema es que en la Patagonia no hay capacidad de transporte para renovables. Este año habíamos logrado el financiamiento de renovables; teníamos proyectos de parque eólicos pero como no hay capacidad de transporte hemos mutado con un proyecto de un parque solar en San Juan de US$ 80 millones. Hoy los proyectos de eólicos tienen que ser dirigidos al hidrógeno para exportar porque funciona como un sistema cerrado. Es algo que está muy en la agenda de todo el mundo.
- ¿Hacía dónde van a orientar las inversiones en 2022?
- El lugar más importante es Vaca Muerta pero yo insisto no hay que dejar de lado las cuencas maduras (Austral, San Jorge y Cuyana), incrementando el no convencional que es lo que se viene, pero no dejar de lado el convencional.
- En un contexto global de transición energética, ¿cuál es la ventana de oportunidad de Vaca Muerta?
- Hay que potenciarla y crear la infraestructura para aprovechar esa potencialidad. Están las compañías del mundo en Vaca Muerta. La Argentina está en un lugar único. Vaca Muerta tuvo una explosión a partir de 2010-2011. La gran decisión de la Argentina fue haber recuperado YPF. Si la segunda reserva de gas y la cuarta de petróleo no convencional no estuviera en manos de este esquema de 51% del Estado y 49% de privados, una figura compleja, no serían de los argentinos
¿Cuál es el valor de YPF? ¿el valor bursátil? ¿de la bolsa de Nueva York? ¿El valor de la Bolsa de Comercio? ¿Sus reservas? Depende con qué experto uno hable, algunos dicen US$ 25.000 millones; US$ 20.000 millones o US$ 15.000 millones. Tiene un valor incalculable y es bueno que podamos diseñar una política de desarrollo que se centre sobre el abastecimiento interno y después de eso en tener saldos exportables para recuperar divisas.
Si no nosotros no hubiésemos recuperado YPF hoy, con la crisis afuera, con estos precios, se estaría exportando todo el valor de la energía de los argentinos. Tenés un recurso no renovable, podés administrar ese recurso al tener YPF. Al no tener YPF, la compañía estaría privilegiando su renta petrolera. Está bien que haya empresas que estén creciendo, y muchas asociadas con YPF, y estén pensando en exportar.
Si no se hubiera recuperado YPF el escenario energético de la Argentina sería otro. Creo que fue una decisión estratégica de la Argentina y si no se hubiera tomado las consecuencias estarían en el bolsillo de los argentinos.
- ¿Hay posibilidades de reducir más los costos de producción en Vaca Muerta?
- En Vaca Muerta se trabaja las 24 horas. Se van desarrollando con mayor fluidez los set de fracturas del no convencional y está cerca de los niveles de eficiencia de Houston. Eso habla bien de nuestros profesionales, ingenieros y trabajadores. Tuvo mucho que ver en el desarrollo a partir del acuerdo con Chevron en 2012. Hay mucha dinámica de trabajo, mucho interés y movimiento. Hay mucho por hacer todavía. Estamos pensando en hacer un gasoducto para exportar a Brasil, pero que primero compense el declino de Bolivia. Hay que tomarlo como una política de Estado.
- ¿Tienen dificultades para encontrar trabajadores calificados?
- Creo que no, todo el tiempo vemos muchos profesionales que quieren trabajar en YPF. Tenemos excelentes profesionales. YPF tiene una línea profesional que es de primer nivel, de años. Pesa mucho tener puesta la bandera de YPF y es una motivación extra que nos da a todos. Y se suman más mujeres. Por primera vez que hay una mujer como vicepresidenta primera.
- ¿Cuáles van a ser los principales ejes de la política de desarrollo de YPF en 2022?
- La Ley de Promoción va a ser muy importante para designar un presupuesto. Espero que sea, desde 2015 hasta ahora, el más alto de los últimos años. Los objetivos son seguir incrementando la producción, darle mucha atención a renovables, el litio va a ser muy importante, consolidar esta mejora y garantizar al autoabastecimiento. Planificar una transición energética que genere más actividad pensando en el futuro.