Expertos ven inviable la venta de gas a Perú por falta de producción, luego de los acuerdos en materia de integración energética que suscribieron el fin de semana autoridades de ambos países.
En el marco del VI Gabinete Binacional Bolivia-Perú, llevado a cabo el sábado, el ministro de Hidrocarburos y Energías boliviano, Franklin Molina, suscribió con sus pares peruanos cuatro acuerdos de integración energética que proyectan la exportación de gas licuado de petróleo (GLP), gas natural licuado (GNL), la instalación de redes de gas y la promoción y comercialización de la úrea boliviana en el mercado del vecino país.
Uno de los acuerdos apunta a que Bolivia construya un gasoducto que permita llevar GNL al sur del territorio peruano y una planta de licuefacción de gas natural para que el Estado Plurinacional pueda exportar GNL a Perú y a otros países desde ese punto estratégico.
Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos, opinó que hasta 2024 se contará con excedentes de GLP y si no hay dónde almacenar la producción se debe exportar a Perú y Paraguay a precio de mercado a empresas privadas.
El Gobierno del país vecino está interesado en masificar el consumo de gas natural, pero para Bolivia es un negocio chico si construye redes o vende GLP en camiones, añadió.
“En el caso del GNL, teniendo varios compradores en Brasil a precio altos, ¿por qué tendríamos que mandar gas a Perú cuando no hay ni infraestructura ni gasoducto? Brasil y Argentina requieren gas, pero no lo tenemos en los volúmenes que ellos demandan, entonces cómo enviar a Perú”, cuestionó el experto.
Remarcó que no se tiene la suficiente producción de gas y el país está a 10 años de comenzar a importar al ritmo de exportación y consumo interno actual.
Datos oficiales del Ministerio de Hidrocarburos reflejan que en 2014 el país producía 61,33 millones de metros cúbicos día (MMmcd), el año pasado eso bajó a 43,52 MMmcd y a julio de este año se logró 46,21 MMmcd.
El analista Hugo del Granado explicó que para exportar gas y construir una planta de licuefacción se requieren inversiones millonarias y que el país pueda garantizar un volumen de 30 MMmcd de 30 a 40 años.
Para eso se necesita contar con una reserva de gas de al menos 10 trillones de pies cúbicos (TCF), de la que tampoco se dispone.
Explicó que el gas tendría que salir desde la planta de Río Grande en cisternas hasta la costa peruana, pero no sería competitivo por los costos de transporte.
La otra posibilidad es que el gas llegue hasta Senkata y de ahí llevarlo hasta Perú, pero para ello se tendría que ampliar la capacidad del gasoducto al altiplano, que sólo abastece la demanda de La Paz y Oruro.
“Pero lo principal es tener asegurados los 30 MMmcd de gas y las reservas, si no se tiene eso es absurdo emprender una inversión tan grande para construir una planta de licuefacción en la costa para exportar a Perú y otros países con barcos metaneros. Hablar de esas dos vías es absolutamente inviable”, remarcó.
En el caso de la exportación de GLP, Del Granado señaló que se pueden enviar en cisternas desde la planta de Senkata.
Por otro lado, para construir redes de gas en el sur de Perú, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) deberá primero ganar una licitación.
“No es que los ministros de Perú y Bolivia firman y se adjudica directo a YPFB. Si la estatal es competitiva ganará y deberá construir las redes y comprar el gas de Petroperú y los operadores privados”, aclaró.