El directorio de la empresa ha removido a 17 gerentes de primera línea y 8 de segunda línea
JUAN SALDARRIAGA
La reorganización de Petro-Perú, anunciada semanas atrás por el premier Guido Bellido, ‘avanzó’ ayer un paso con la intempestiva remoción de toda su plana gerencial, en una decisión calificada de inédita por los especialistas en hidrocarburos.
En total, 17 gerentes de segunda línea y 8 funcionarios de tercera línea fueron retirados de sus cargos por el remozado directorio de la petrolera estatal, y reemplazados por mandos medios de la misma empresa.
“Las posiciones gerenciales consideradas de esta decisión han sido cubiertas por personal de carrera de Petro-Perú y con amplia experiencia en el sector hidrocarburos, quienes asumen funciones a partir del 25 de septiembre”, explicó la petrolera.
De acuerdo a una fuente cercana a Petro-Perú, la decisión del directorio “regresa el manejo a los técnicos con trayectoria en la empresa” tras un periodo (2016-2021) en el cual los cargos gerenciales estuvieron manejados por “personas ajenas” a ésta.
Para Augusto Baertl, ex presidente de la petrolera estatal, se trata, empero, de una decisión desastrosa porque descabeza a Petro-Perú en un momento clave de su historia, es decir, cuando se encuentra ad portas de recibir y poner a funcionar la nueva refinería de Talara.
“En ningún lugar del mundo, un directorio que ha entrado hace pocos días y que no ha tenido tiempo de evaluar la situación de una compañía, puede tomar la decisión de remover a toda una gerencia. Esto no ha sido decidido por ellos. Viene de más arriba en el Gobierno”, apunta.
A su entender, la trayectoria en la empresa de los nuevos gerentes no los hace, necesariamente, idóneos para ocupar cargos gerenciales y, menos aún, para manejar un proyecto de gran envergadura como la nueva refinería de Talara, que ha costado al Estado cerca de US$6.000 millones.
Precisamente, uno de los 25 funcionarios removidos de su cargo por el directorio de Petro-Perú es Jorge Alméstar, gerente de la refinería, la persona que estaba en contacto más estrecho con los contratistas del proyecto.
“Esto es como despedir al médico en el momento en que está realizando una operación al corazón”, comento a este diario otro ex presidente de Petro-Perú.
Nuevos directores
Asimismo, el 16 de setiembre la Junta General de Accionistas de Petroperú aprobó designar como nuevo presidente de la empresa a Mario Contreras Ibárcena, en reemplazo de Eduardo Guevara, así como reemplazar a cuatro de sus cinco directores.
Se designó a Hugo Chávez Arévalo, Carlos Palacios Olivera, Juan Pari Choquecota y Luis Zoeger Núñez como nuevos miembros del Directorio de Petroperú.
En el caso de Juan Pari, excongresista del PNP, vale recordar que fue miembro del equipo económico de Pedro Castillo durante la segunda vuelta electoral.
Zoeger Núñez fue presidente de Perupetro durante el Gobierno de Ollanta Humala; Palacios Olivera proviene de OSINERGMIN; en tanto Chávez Arévalo es director regional de Energía y Minas del gobierno regional de Áncash.
Óscar Vera Gargurevich se mantiene como director representante de los trabajadores.
Masificación del gas
Pero no se trataría solo de eso. Además del riego para el buen funcionamiento de la nueva refinería de Talara, la remoción total de gerentes en la empresa podría afectar también los planes del gobierno para masificar el gas natural, advierte Jorge Ramos, quien ocupó la gerencia de gas natural hasta ayer.
“El tema del gas es preocupante porque el gobierno quiere armar una política de masificación amparada y anclada en Petro-Perú, y esta no tiene gente especializada en distribución de gas natural”, advierte.
Una aspiración del nuevo gobierno es que Petro-Perú se ocupe de todos los aspectos de la cadena del gas y el petróleo, incluyendo, la masificación del gas en la sierra central y el oriente peruano (el antiguo proyecto Siete Regiones) que costaría al erario más de US$800 millones.
La petrolera estatal opera transitoriamente concesión de gas natural del sur peruano (Arequipa, Moquegua y Tacna) que la española Naturgy abandonó meses atrás debido a que no le era rentable.
Cabe recordar que la Contraloría General de la República detectó un sobrecosto de S/ 1,115 millones en la modernización de la Refinería de Talara por demoras en la construcción de las obras auxiliares, el cual podría aumentar con el tiempo.