YPF presentó detalles de la estrategia para el litio. A través de Y-Tec, su brazo tecnológico asociado con el Conicet, comenzará la producción local de celdas y baterías de litio en serie, con una planta que será la primera en América Latina con La fecha estimada para la producción de las primeras baterías en mayo de 2022.
Los detalles de la presentación realizada en la sede de Y-Tec estuvo a cargo del economista y asesor de la presidencia de YPF, Hernán Letcher; el presidente de Y-Tec, Eduardo Dvorkin, y el gerente general de Y-Tec, Santiago Sacerdote.
El plan es la construcción de una planta industrial de baja escala que demandará una de US$ 2,5 millones en capital (US$ 1 millón de fondos propios de YPF y el resto a través de un subsidio del Ministerio de Ciencia y Tecnología), a la que se sumarán otros US$ 200.000 para la obra civil de la planta que serán aportados por la Universidad de La Plata.
Esta planta será la primera en su tipo en toda América Latina y sus resultados permitirán determinar si se le da mayor escala a nivel de las grandes gigafactorias como las que ya existen en Estados Unidos Europa China Japón o Corea, o abre el camino a otras iniciativas a partir de esa tecnología.
Para la compañía es "una decisión estratégica, ya que permite diversificar el negocio energético en el mediano y largo plazo en el marco de la transición energética y que suma suma horizontes de inversiones para los accionistas", enfatizó Letcher
Y agregó que la iniciativa cuenta "con el acompañamiento de las provincias productoras que tienen interés en diversos rubros, no solamente la producción del mineral sino en llevar adelante nuevas figuras asociativas que diversifiquen el horizonte de negocios y de ampliación de toda la cadena de valor".
Sacerdote, por su parte, explicó que el rol de Y-Tec es "explorar qué tecnologías se pueden desarrollar para potenciar esa estrategia. En el caso del litio hace años que se viene trabajando apalancados en los recursos que tiene el Conicet en el país con la idea de desarrollar materiales activos para hacer potencialmente buenas baterías".
Para este proyecto, YPF creó la empresa YPF Litio Sociedad Anónima, que estará exclusivamente orientada al negocio del litio y donde también tienen participación las provincias productoras como Catamarca, Salta y Jujuy. Con esta empresa, buscan abarcar distintas áreas del litio: explotación de los yacimientos (esto puede ser a través de terceros o asociada a terceros); transporte, almacenaje, industrialización y comercialización.
La planta estará operativa en mayo de 2022. Un turno con 20 operarios podrá llegar a producir 300 celdas por día, equivalentes a 5 Mwh por año. Con dos turnos y el doble de operarios se pueden fabricar 540 celdas (9 MWh) y con tres turnos diarios 780 celdas, unos 13 MWh por año. Un colectivo urbano utiliza una batería con una capacidad de 0,3 MWh. Con esa referencia, se estima que se pueden fabricar celdas y baterías para 17 colectivos por año con un turno y hasta para 45 colectivos con los tres turnos completos.
Dvorkin detalló que desde algunos años se viene desarrollando los materiales activos que conforman el cátodo y ánodo y permiten fabricar las celdas que conforman las baterías que se pueden utilizar para almacenamiento de energía o para movilidad eléctrica.
"El objetivo es desagregar el paquete tecnológico, es decir que el Estado argentino entienda la tecnología de las baterías de litio ya sea que esta planta se expanda a través de capitales públicos o privados que deseen instalar una planta más grande manejando tecnología propia", precisó Dvorkin.
En una mirada integral de la estrategia, YPF Litio tendrá parte de su misión enfocada en el sector extractivo, para lo cual tiene la experiencia necesaria no sólo por la actividad hidrocarburífera que desarrolla hace 99 años sino sobre la base de la división de minería a través de la Compañía de Inversiones Mineras S.A. (CIMSA) que acaba de absorber formalmente este año.
Pero también avanzará en el proceso de investigación y desarrollo de los procesos variados de industrialización del mineral, lo que incluye la etapa final de producción de baterías de litio para la industria automotriz y de energías renovables, rubros de alto valor agregado para el mineral.
El directivo anticipó que la producción estimada de la futura planta alcanzará las 300 celdas por día con un turno de ocho horas, lo que representa unos 5 MWh (megavatio/hora) por año. Esto, por ejemplo, permite equipar unos 16 a 17 colectivos por año. Si la planta opera con tres turnos puede llegar a los 13 MWh por año y una producción de 780 celdas por día. Las primeras baterías se destinarán al Ministerio de Defensa, que utiliza energías renovables en varios batallones, y a la provincia de Buenos Aires, que las destinará a sus escuelas rurales.
Para el posterior paso de ensamblar las baterías, la empresa ya está en conversaciones con varias pymes de la zona de La Plata que podrían ser parte del proceso de producción. Los responsables del proyecto estiman que el precio de las baterías será un poco más barato que el precio final de las baterías importadas; y que irán mejorando a medida que escale la producción local. “La Argentina produce carbonato de litio que se exporta a Oriente donde a través de un proceso químico se obtiene LFP (litio-ferrofosfato), o el electrolito que luego se usa para la producción de las celdas. El litio argentino hoy se industrializa en China. Queremos hacerlo con recursos propios. Es complejo pero podemos hacerlo. Nuestro objetivo es atravesar el umbral tecnológico”, señaló Dvorkin.
Según el reciente informed del del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) de los 86 millones de toneladas de recursos de litio identificados en el mundo, Bolivia posee 21 millones de toneladas, seguida de Argentina con 19,3 millones de toneladas y Chile con 9,6 millones de toneladas. "Si bien Chile ha transformado con éxito la mayoría de sus recursos disponibles en reservas económicamente viables disponibles para la producción comercial, Argentina y Bolivia hasta ahora no lo han logrado, en gran parte debido a climas de inversión desfavorables y condiciones geográficas más desafiantes", plantea el informe CSIS.