La Política Nacional Minera 2050 es un documento de 78 metas a corto, mediano y largo plazo que elevan las exigencias tanto al sector como al Estado
FABIAN CAMBERO Y AISLINN LAING
Chile ha esbozado planes para exigir a los mineros en el país que aumenten la trazabilidad, reduzcan el uso de agua en medio de una sequía prolongada y refuercen la diversidad de su liderazgo en un plan de política minera.
El mayor productor de cobre del mundo tiene como objetivo retener su actual participación de mercado del 28% hasta 2050, con un salto en la producción a 9 millones de toneladas al año desde los actuales 5,7 millones.
En el informe, que establece un marco de políticas para las próximas tres décadas pero que no será vinculante para las administraciones futuras, el gobierno dijo que quería reducir el tiempo de espera para los mineros que buscan permisos ambientales y operativos a la mitad para 2050, y reforzar la producción de minerales de tierras raras y litio, ambos críticos para la fabricación de vehículos eléctricos y otros bienes.
Pero quiere que las empresas mineras, a su vez, garanticen que la producción de las grandes minas sea 100% rastreable para 2030 y para 2050 para las minas medianas y pequeñas.
Quiere que el agua que utilizan las empresas mineras que proviene de glaciares, ríos y lagos se reduzca al 10% del total para 2030 y al 5% para 2050 de alrededor del 18% actual, y que alcancen la neutralidad de carbono para 2040.
El gobierno también espera ver una participación del 35% de mujeres en puestos gerenciales para 2050.
Juan Carlos Jobet, ministro de Minería y Energía, dijo que bajo la Política Nacional de Minería (PNM), los actores públicos y privados de la industria tenían el deber de unirse para mantener a Chile a la vanguardia del mundo minero moderno.
“Este marco de política es un llamado a las empresas pero también a las autoridades públicas”, dijo en un discurso en la ciudad minera norteña de Calama.
El plan llega en un punto crítico para la minería en Chile, ya que busca recuperarse del golpe económico de la pandemia del Covid-19 apoyándose en las sólidas ganancias de su industria minera.
Las dificultades provocadas por la pandemia, junto con las protestas sociales por la desigualdad, también han provocado un cambio ideológico en el país, con un organismo especialmente elegido que redacta una nueva constitución para cubrir temas espinosos como el agua y los derechos de propiedad, compuesto en gran parte por delegados de izquierda.
El Congreso de Chile, dominado por una oposición de izquierda, también está sopesando una legislación que impondría mayores impuestos a las regalías a las empresas mineras y fortalecería la protección de los glaciares, que colindan con algunas de las principales minas.