"Inviable, costosa y catastrófica", dice Sureda. Con un riguroso análisis, apoyado en estadísticas, el consultor energético cuestiona a fondo la transición energética y la agenda verde global
(Nota del Editor) Hace unos días EnerNews / Mining Press entrevistó a José Luis Sureda. Fue un diálogo a propósito del presente y futuro del mundo y su energía, a partir de los postulados globales, tuvo una notable repercusión en nuestros lectores.
Le pedimos a Sureda que nos ampliara sus argumentos y su respuesta fue este brief contundente ilustrativo que vale la pena leer para entender de dónde vienen y hacia dónde van las políticas ambientales y energéticas que impulsan países poderosos y organizaciones supranacionales. Y vislumbrar cuáles pueden ser los ganadores y perdedores de un proceso acelerado de profundas transformaciones que tienen como objeto y sujeto nada menos que al ser humano y su hábitat. Un inventario que inevitablemente incluye a una nación en problemas llamada Argentina.
A continuación, el análisis de Sureda:
"EL REPORTE AR 6: ADVERTENCIAS IMPRESCINDIBLES"
JOSÉ LUIS SUREDA*
El 9 de agosto pasado, IPCC (Intergovernmental Panel of Climate Change, organismo de las Naciones Unidas) dio a conocer el reporte AR 6, denominado Cambio Climático 2021: Bases Científicas producido por el Grupo de Trabajo 1. En la elaboración de AR 6 participaron más de 200 científicos.
Luego de analizar el presente del clima, el reporte se concentra en el “futuro climático” para lo cual presenta 5 escenarios de incrementos de temperatura, cada uno de los cuales tiene un rango de variación estimado como “muy probable” y una “mejor estimación”. Cada escenario es dividido en 3 períodos de tiempo desde el presente hasta el año 2100. Cabe señalar que los incrementos de temperatura son respecto del año 1850. Coincidencia o no, en la década de 1850 finalizó la denominada Era del Pequeño Hielo, que comenzó allá por 1300. Y también señala el nacimiento de la Revolución Industrial.
El escenario de mayor crecimiento de la temperatura es el denominado SSP5-8.5. Este escenario da como mejor estimación un crecimiento de 1.6 °C para el 2040, de 2.4°C para el período 2041-2060 y de 4.4 °C para la franja comprendida entre el 2061 y el 2100. Siempre respecto del año 1850. Para que el crecimiento de la temperatura no supere 1.5°C, considerado como el límite máximo tolerable, las emisiones netas de gases de efecto invernadero deben ser cero para el año 2050.
Cabe señalar que AR 6 considera a SSP5-8.5, de mayor crecimiento de temperatura, un escenario de bajas probabilidades de ocurrencia. Y agrega que “en ausencia de políticas de cambio climático, el escenario SSP2-4.5 es el 2 apropiado”. SSP2-4.5 estima en 2.7°C el alza de la temperatura para el año 2100, frente a los 4.4 °C del SSP5-8.5.
En ningún caso AR 6 califica de catastrófico a escenario alguno. Sin embargo, la inmediata difusión del informe por parte de los diferentes medios condujo a una interpretación distorsionada de las conclusiones. Por ejemplo, Science Tweeter comunicó que el crecimiento de 1.5°C se produciría en 2 décadas y no en 200 años como afirma IPCC. Tweeter se vio obligado a rectificar tal comunicación ante las quejas de algunos usuarios. En la misma dirección, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, afirmó que AR 6 es una especie de “código rojo” para la humanidad que requiere de la rápida y total eliminación del uso de los combustibles fósiles.
El señor Guterres también afirmó que el crecimiento de 1.5 °C se daría en dos décadas. Y no se rectificó. John Kerry el enviado especial para el cambio climático de la administración Biden, declaró el 21 de julio pasado en Londres “que quedan 100 días para salvar los próximos 100 años” Muy pocos días antes había declarado que no solucionar el problema climático sería “catastrófico”, siguiendo la extensa secuela de anuncios catastróficos, afortunadamente siempre fallidos. Sin embargo, el mismo Kerry había declarado el 16 de mayo pasado “que la mitad de las emisiones a cortar vendrá de tecnologías todavía no desarrolladas”, apuntalando el mensaje de terror.
Es decir que, debemos actuar muy rápido pero no sabemos muy bien cómo hacerlo. Larga es la lista de declaraciones sombrías sobre el reporte AR 6 pese a que el mismo no hace anuncios de tal naturaleza. 3 Es evidente que gran parte de la dirigencia mundial ha hecho una interpretación forzada del reporte describiendo un futuro lleno de calamidades, a menos que rápidamente dejemos de utilizar combustibles fósiles.
En la condena inapelable de los combustibles fósiles no existe lugar para la ponderación de los enormes beneficios que han brindado a la humanidad. Energía abundante y barata, que permite a la humanidad calefaccionar sus viviendas, aumentar enormemente la productividad de sus actividades, tener un grado de movilidad y libertad sin precedentes, entre otros beneficios. Desde hace 500.000 años el hombre se adapta al clima. Y los combustibles fósiles son una formidable herramienta de adaptación. Tampoco es considerado el aspecto positivo del impacto del CO2 como alimento y catalizador del desarrollo del reino vegetal. O como medio necesario para garantizar el pH necesario para la existencia de vida marina. En la ponderación de los combustibles fósiles solamente hay lugar para las críticas.
En la misma línea de pensamiento que Kerry y Guterres, la International Energy Agency (IEA), conducida Fatih Birol, un profesional que trabajó para OPEC, elaboró un gigantesco plan para alcanzar la neutralidad de las emisiones de gases de efecto invernadero (GHG) en 2050. Este plan de acción, denominado NET ZERO BY 2050 A ROAD MAP FOR THE GLOBAL ENERGY SECTOR, en línea con la afirmación de Kerry, afirma que será necesario desarrollar nuevas tecnologías para poder alcanzar el objetivo.
Vale la pena tener en cuenta que este trabajo salió a la luz antes que AR 6. 4 El plan de IEA afirma que es necesario dejar de desarrollar petróleo en 2022, y gas natural en 2026. IEA es un organismo creado a iniciativa de Kissinger en los 70 para asegurar el abastecimiento de petróleo a los países asociados. China e India son países asociados, una suerte de observadores, que no toman responsabilidad en las decisiones de IEA. Y Rusia, el mayor exportador de gas natural del mundo y el segundo en petróleo, directamente no tiene vinculación alguna con IEA. El siguiente gráfico es un buen ejemplo de un país subdesarrollado: muestra la relación entre el producto bruto interno de Kenya, el crecimiento de la población y el consumo de energía.
Contrariamente a lo que afirmaba Malthus, el consumo de energía guarda una relación más estrecha con el crecimiento económico que con el poblacional. La conclusión es obvia: para poder crecer una sociedad necesita consumir más energía. En el siguiente gráfico vemos la evolución de la canasta energética mundial.
La suma de las participaciones de los combustibles fósiles en la dieta energética global alcanza al 85% de la oferta total de energía. Por lo tanto, y con el estado actual de la tecnología, los combustibles fósiles son indispensables para el desarrollo humano.
En el caso de los países desarrollados, la relación entre consumo de energía y producto bruto interno es más tenue, a favor de los siguientes hechos:
• Los sistemas energéticos son más eficientes
• Tanto USA como la Unión Europea han “desindustrializado” en buena medida sus economías, a favor de los países asiáticos y de Europa del Este. En el caso de los países en vías de desarrollo, incluyendo a China e India, con menor eficiencia energética y agresivas tasas de crecimiento, la relación entre desarrollo económico y consumo de energía es fortísima. Aquí se muestra la intensidad energética de diferentes países, medida en cantidad de energía consumida per capita en función del producto bruto interno per capita
Está claro que los países más pobres son aquellos cuyos consumos de energía per capita son bajos, y que el consumo aumenta a medida que aumenta el desarrollo económico
Esto parece ser una demostración que va en contra de lo antes dicho respecto de la eficiencia en el consumo de energía. Pero veamos la relación entre el consumo de energía por cada dólar producido.
Los países en desarrollo consumen más energía que los desarrollados para crear 1 dólar de riqueza. Recordemos que el 85% de esa energía proviene de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) El siguiente gráfico muestra las emisiones de gases de efecto invernadero (GHG) por países
China y USA tomados en conjunto emiten casi el 40% del total de emisiones de efecto invernadero. Los 28 países de la Unión Europea juntos suman el 70% de las emisiones de USA. Y el 37% de las de China. El panorama parece estar claro: sin un fuerte ajuste en las emisiones de China y USA es imposible siquiera acercarse a las muy ambiciosas metas planteadas por IEA. Para producir este fenomenal ajuste no hay más alternativa que empobrecer a la población. Pensemos en que sectores de la economía debería hacerse el ajuste.
En el gráfico anterior podemos ver que el 72% de las emisiones provienen del sector energía, le siguen agricultura con 11% y la industria con el 6%. Está claro que el esfuerzo debe hacerse en estas 3 categorías, con fuerte acento en el consumo, y por tanto producción, de energía. Los combustibles fósiles, especialmente los hidrocarburos, son insustituibles en muchas actividades directamente relacionadas con el desarrollo humano: la producción de plásticos, el uso de carbón de coke para la producción de acero, fertilizantes, etc.
La fabricación e instalación de aerogeneradores requiere de importantes cantidades de acero, y las palas están hechas con productos petroquímicos. Los paneles solares se producen a partir de derivados del petróleo. Y así podríamos seguir. La descarbonización de la energía con la tecnología actual supone el reemplazo de todas las plantas de generación que consumen combustibles fósiles por energía eléctrica generada a partir del viento y el sol, algo de biomasa y, tal vez, energía nuclear. Los combustibles fósiles tienen alta densidad energética, lo que ha permitido el desarrollo del comercio internacional y ha dado a la humanidad una herramienta formidable para la libertad personal mediante el desarrollo de la movilidad.
Los combustibles fósiles son fuente de calor, de libertad y de confort. La potencia energética de los fósiles medida en unidades de energía producida por unidad de superficie y unidad de tiempo es de un orden de magnitud superior a las energías renovables, lo que significa que se puede producir 10 veces más energía por unidad de superficie afectada. 10 Mientras que los combustibles fósiles son naturalmente una acumulación, un stock, la energía eólica y solar son flujos de energía, que varían en forma aleatoriamente intermitente.
Para poder masificar su uso sin perder confiabilidad en el suministro es necesario encontrar la forma de acumular enormes cantidades de electricidad. Cualquier país del mundo, no importa que tan pobre sea, puede almacenar grandes cantidades de energía bajo la forma de petróleo sin necesidad de apelar a tecnologías sofisticadas. Llegado el caso y ante una emergencia es posible almacenarlo en piletas de tierra.
Por ejemplo, si tomamos USA, solamente en la reserva estratégica de petróleo tiene almacenada una cantidad equivalente a un mes de consumo. Sin contar las reservas comerciales de todo tipo, incluyendo los tanques de combustibles de los vehículos. Hoy, la batería acumuladora de electricidad más grande jamás construida apenas puede almacenar poco más de un minuto de la demanda de USA. Los costos de almacenamiento de petróleo son insignificantes comparados con los de la electricidad.
Transformar el sistema energético mundial para dejar atrás las energías convencionales mediante la electrificación, trae otros desafíos: hay que reformar todo el sistema logístico y los aparatos conversores de la energía, tanto a nivel residencial como industrial. El costo de la transformación energética siguiendo los lineamientos de IEA sería enorme. Como ejemplo de una parte del costo del desplazamiento de los combustibles fósiles por las energías eólica y solar, veamos el 11 siguiente gráfico. Surge con claridad que la relación entre precios de la electricidad y el porcentaje de participación de las energías renovables en la matriz de generación eléctrica es directa. A mayor participación, mayor precio.
Al final del día, la energía del sol y del viento son renovables, pero no lo es la energía eléctrica generada a partir de estas fuentes primarias: los paneles solares y las turbinas eólicas tienen una vida útil definida. Esto no difiere mucho de la energía fósil, ya que un pozo de petróleo también cumple su ciclo de vida.
Y la disposición de los paneles y los aerogeneradores una vez alcanzada su vida útil es aún más problemática que la del cierre por abandono de un pozo de petróleo. 12 Es posible especular acerca de la cantidad de energía fósil acumulada en la tierra, pero esta es una discusión ociosa ante la magnitud de la tarea propuesta y de la urgencia que se desprende de las palabras de gran parte de los líderes mundiales. Para el desarrollo de la electrificación global es necesario contar con enormes cantidades de minerales, incluyendo las llamadas Tierras Raras
Este gráfico es elocuente. Para descarbonizar al planeta hay que multiplicar la actividad de la megaminería, lo que debería poner a los activistas del ambientalismo en una disyuntiva de muy difícil solución. Los teléfonos celulares contienen ocho metales diferentes de las denominadas Tierras Raras. La presencia de estos metales también es insustituible en la producción de equipos de Rayos K y misiles teleguiados. China tiene el monopolio de la producción de Tierras raras, así como también de otro elemento vital: el cobalto
El 88% de las exportaciones chinas de Tierras Raras va a 5 países. Y dos tercios van a USA y Japón. China hoy tiene el 70% de participación en la fabricación y ventas de paneles solares a nivel mundial. Y más del 30% de las turbinas eólicas. En síntesis, descarbonizar al planeta tendrá un alto costo en términos de bienestar económico y de afectación de la geosfera. Hasta aquí la visión “técnico-económica” del problema.
Pero hay dos elementos de suma importancia que se agregan a dicha visión y dificultan el desarrollo de la descarbonización:
+ La ideologización del cambio climático
+ La geopolítica del cambio climático Fue Karl Marx quien dijo que el capitalismo es el enemigo de la naturaleza, y esta afirmación es la guía de la gran mayoría de los movimientos ambientalistas mundiales. Desde que Mikhail Gorbachov logró que las Naciones Unidas (UN) creasen Cruz Verde, una organización dedicada a los problemas del cambio climático, la Agencia de las Naciones Unidas para la Protección del Medio Ambiente (UNEP) tuvo una visión de la problemática que incluye un componente ideológico.
Cruz Verde pregona que el cuidado del medio ambiente debe incluir conceptos tales como justicia social, renegociación de las deudas externas para apalancar el desarrollo, entre otras metas. Maurice Strong, que en la década del 70 lideró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano tuvo fuertes contactos con la China de Mao Tse Tung. Christiana Figueres, la figura costarricense arquetipo del Acuerdo de París de 2015 (COP 21) ha declarado que la democracia no es 14 eficiente para combatir los problemas medioambientales, y que el modelo chino es el más adecuado.
La ideologización del ambientalismo es una herramienta táctica en el gran juego de la geopolítica global. La ideologización de la cuestión ambiental ha ido evolucionando en el tiempo, hasta pasar a ser parte de la corriente política económica conocida como globalismo. En 1989 se creó el llamado Consenso de Washington, a partir del cual se desarrolló, aceleradamente, la globalización económica. En nuestro continente lo vivimos en los años 90 y, para quienes trabajábamos en la industria de la energía, la cara visible era la integración gasífera.
El globalismo va un paso más allá: se trata de la globalización del comercio internacional y de la gobernanza política mundial. Karl Schwab es el presidente del Foro Económico Mundial y organizador del Foro Davos. En la reunión del año 2020, Davos sacó un manifiesto señalando nuevos objetivos para el capitalismo: de ahora en más, las empresas deben colaborar con sus stakeholders (la comunidad interesada en la empresa).
Una empresa ya no puede ser una unidad económica aislada, sino que debe atender a las necesidades de la sociedad en su conjunto. Una suerte de socialización del capitalismo. La reunión de Davos 2021 fue más allá: una de las consignas es “reformar al capitalismo” La consigna más inquietante se refiere a la abolición de la propiedad privada para el año 2030. 15 Ida Auken, miembro del parlamento danés, expresó en Davos “no soy dueña de nada, ni de una casa, o un auto. Ni siquiera soy la dueña de mi ropa”.
El fin de la propiedad privada. El estado asignando los bienes y servicios de un modo “justo”. Este conjunto de axiomas tiene por nombre el Great Reset: una suerte de volver a empezar. La transición energética tal como la conocemos hoy es una parte esencial del globalismo, siendo esto reconocido por el foro de Davos. Se trata de “resetear” la economía mundial. Alterar los flujos de dinero globales redistribuyendo la riqueza.
Una forma de desarrollo del globalismo, y que está tomando cuerpo, es el canje de la deuda externa como reparación por los daños ambientales causado por los países poderosos. El presidente argentino Alberto Fernández ya se pronunció favorablemente sobre esta iniciativa, aunque omitió decir que no es una idea suya. Tampoco el presidente hizo referencia a los costos asociados. China es el mayor emisor de GHG y sus emisiones proyectadas crecen hasta el año 2060
En el gráfico anterior podemos ver la evolución de las emisiones de las economías más grandes. USA ha disminuido fuertemente las emisiones…gracias al boom del shale gas que desplaza a buena parte del carbón en la generación de electricidad. Pero el carbón desplazado por el gas natural es exportado por USA así que, desde el punto de vista de las emisiones, podemos decir que solo se han cambiado las emisiones de lugar.
USA no solamente exporta carbón, sino también petróleo, gas natural y GLP. California ha prohibido la producción de petróleo y gas, pero esto lleva a que tenga que importarlo, sea de los estados vecinos o del exterior. No hay acciones de real magnitud dedicadas a abatir el consumo de fósiles Ahora veamos este gráfico sobre las emisiones históricas acumuladas entre 1751 y 2020.
USA y la UE son los que acumulan más emisiones y luego sigue China significativamente por debajo. La discusión acerca de cómo distribuir responsabilidades, y los enormes costos asociados, se centra en una pregunta ¿Quién debe asumir la mayor parte del costo del abatimiento de las emisiones? Una respuesta posible es asignar costos en función de la “emisión histórica”.
La otra respuesta es en función de las emisiones futuras. China versus USA, USA versus China. USA le opone a China lo que se conoce como la geopolítica de la catástrofe: es inminente el Apocalipsis y China es el gran culpable. Y la misma visión apocalíptica es funcional a los intereses de China y USA en la medida que el resto del mundo acepte la “obligación moral” de compartir el esfuerzo. Toda la carga que tome el resto del mundo significa menor costo para las dos super potencias. El sentimiento de culpa por el uso de combustibles fósiles y la “obligación moral” de reparar el daño son dos herramientas al servicio de USA y China.
La matriz energética de China hoy está compuesta por el 85% de combustibles fósiles, de los cuales el 52% es carbón. Para China el cambio climático es una oportunidad para expandir su economía, y su poder geopolítico. Mientras tanto y en lo interno, hace lo que más le conviene. Es decir, consumir las formas de energía más baratas y abundantes. Europa se encuentra en una situación complicada en materia de energía. La declinación de la producción de hidrocarburos del Mar del Norte parece inexorable, y la voluntad política es de no seguir invirtiendo en estos yacimientos. Groningen, el gigantesco yacimiento de gas natural de Holanda, el mayor de Europa está próximo a cerrarse por decisión del gobierno.
África del Norte, 18 un gran proveedor de gas y petróleo para Europa está inmersa en interminables guerras internas que hacen imposible la exploración y el desarrollo de nuevos recursos y el comercio internacional. La provisión de gas natural a Europa tiene dos grandes fuentes: Noruega y Rusia. Claramente Noruega no puede abastecer una parte significativa de la demanda europea de largo plazo. Rusia puede hacerlo.
Los yacimientos del oeste ruso tienen como mercado a Europa. Pero los yacimientos del este ruso están comprometidos con China. Entre estos dos países han creado una red de gasoductos y oleoductos que piensan seguir desarrollando para profundizar el comercio de hidrocarburos. China ha capturado a las formidables reservas de gas de Turkmenistán y Kazakstán mediante la construcción del Gasoducto de Asia Central.
El gas que se inyecta es producido por empresas chinas. El caso de Alemania es muy inquietante. Hace pocos años, Rusia construyó un gigantesco gasoducto bajo el mar Báltico para exportar gas a Alemania. Inmediatamente, ambos países se comprometieron a construir un segundo caño, llamado Nordstream 2. La construcción de este caño fue boicoteada por USA durante varios años, pero el gasoducto entrará en servicio este mismo año. El objetivo americano es desplazar al gas ruso con Gas Natural Licuado (GNL) proveniente del formidable desarrollo del shale gas. Hasta ahora no lo ha conseguido en una medida significativa. Europa, más allá de la problemática del cambio climático tiene un serio problema de seguridad de suministro energético.
Por lo 19 tanto, el desarrollo de las energías renovables es una cuestión de seguridad para Europa, con independencia de la cuestión climática. La vicepresidenta de USA, Kamala Harris, habla de justicia energética, cambio climático, igualdad de género y derecho al aborto como un paquete inseparable. Es el llamado New Green Deal. Alejandra Ocasio Cortez es una figura de gran importancia en el desarrollo de las ideas de Harris. Fundadora de Kill The Baby! (¡Mate al bebé!), el movimiento abortista más radicalizado de USA, es un agente declarado del ambientalismo. Basta recordar que en los 70 el Club de Roma encargó al Massachussets Technological Institute (MIT) un trabajo denominado Los Límites del Crecimiento, financiado por la Fundación Volkswagen. Este trabajo desarrolla la teoría de Malthus, que afirma que si la población sigue creciendo no alcanzará la comida ni otros elementos básicos para sostener la vida en el planeta.
El Club de Roma, entonces liderado por Aurelio Pescei marcó una época y dio soporte “científico” a los movimientos de emancipación femenina, que rápidamente derivaron hacia la ideologización del concepto e incorporaron al aborto como clave para el control de la natalidad. John Kerry habla de 100 días para evitar Armagedon, pero Joe Biden cancela un enorme proyecto de transporte de petróleo desde Canadá hacia USA y, al mismo tiempo, le pide a OPEC que produzca más petróleo para evitar la suba de los precios de los combustibles.
La realidad y el discurso son dos mundos paralelos. 20 En la práctica, cada país toma las decisiones que más le conviene. ¿Cuál es el rol de Argentina en este gran juego? Argentina contribuye con el 0,6% a las emisiones totales globales, y la generación eléctrica aporta el 40% de dichas emisiones. Por lo tanto, si Argentina hiciese el enorme esfuerzo de descarbonizar el 100% de la generación eléctrica reemplazando a toda la generación térmica, contribuiría a reducir las emisiones globales en 0,24%. Eliminar la generación térmica significa hundir las cuantiosas inversiones hechas en el sistema interconectado nacional.
Es que la energía solar tiene su lugar en la Puna, y habría que traerla al centro del país, para lo cual habrá que invertir en nuevas líneas de transmisión. La energía eólica también se encuentra alejada del sistema interconectado nacional y, teniendo en cuenta la aleatoriedad en el viento, hay que descentralizar la instalación de aerogeneradores para evitar la simultaneidad en la falta de viento, que conduciría a un colapso.
Y, aun así, sería imposible prescindir de la generación térmica porque es la base firme necesaria para respaldar al sistema eléctrico frente a la intermitencia de las renovables. Argentina tiene una matriz energética más limpia que la de 17 países que conforman el G20. El gas natural es una herramienta formidable para combatir la polución, como lo han comprobado Berlín, Londres, Nueva York y tantas otras ciudades. Y tenemos una formidable dotación de este recurso. 21 La polución mata a miles de personas hoy.
No hacen falta grandes estudios ni complicados juegos geopolíticos para ver esto. En el resto del mundo, 600 millones de personas no tienen acceso a la electricidad. Europa, Japón y China necesitan del gas natural. Sin embargo, subidos a una política suicida y cargada de ideología, nos enfrascamos en discusiones absurdas que malogran una gran oportunidad para generar riqueza para el bienestar de nuestra gente.
* José Luis Sureda es ingeniero químico e ingeniero en petróleo con especialización en gas. Ha sido ejecutivo de empresas privadas y Gas del Estado. Fue también secretario de Recursos Hidrocarburíferos de la Nación.
YOUTUBE ENERNEWS / MINING PRESS: ESCUCHE AQUÍ LA ENTREVISTA DE DANIEL BOSQUE A JOSÉ LUIS SUREDA