El ministro de Economía y Finanzas, Waldo Mendoza, detalló los desafíos que afronta la economía peruana para retomar la senda del crecimiento sostenido, especialmente en el año del Bicentenario, destacando el crecimiento, las demandas sociales y las finanzas públicas.

En el primer caso, comentó que no se debe subestimar el crecimiento económico que la economía registrará este año, previsto por encima del 10%. “Debemos seguir creciendo a las tasas más altas posibles y usar bien los frutos de ese crecimiento. Si logramos crecer, aunque sea en términos niveles pequeños, se puede hacer mucho para reducir la pobreza e impulsar la inclusión”, explicó.

Asimismo, Mendoza comentó que es importante cuidar los motores existentes, siendo el más importante la minería, cuyas exportaciones registradas en el 2020 totalizaron 25,774 millones de dólares.

“El Perú es un país minero y se debe continuar la explotación, con inversión privada, con buenas tecnologías, sin malograr el medio ambiente. En el caso de la agroexportación, también se debe continuar, pues en el 2020, estos envíos sumaron los 6,817 millones de dólares”, refirió.

No obstante, fue precisó al sostener que el Perú no puede seguir funcionando solo con estos dos motores. “Hay mucho potencial en la industria forestal ya que, después de Brasil, somos el país que tiene más hectáreas que puede usar, pero no contamos con plantaciones ni exportamos”, precisó.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los bosques naturales en el Perú alcanzan los 78.8 millones de hectáreas distribuidos entre la Selva (74.2 millones), sierra (3.6 millones) y costa (un millón de hectáreas). En el 2019, las exportaciones forestales peruanas sumaron 78 millones de dólares.

“Lo mismo ocurre en la industria acuícola, en donde casi no hay producción (en el 2015 se produjeron 91,000 toneladas métricas); o en turismo, en donde el Perú se ubica en el puesto 13 como atractivo para el turismo, pero como receptor de turistas, el país ocupa el puesto 58”, precisó Mendoza.

Infraestructura

Durante su exposición en el foro virtual "Economía peruana: la agenda pendiente tras el Bicentenario”, en donde presentó su ponencia Avances de la Economía: ¿Cómo llegamos al Bicentenario?, el titular del MEF recomendó seguir con los proyectos de infraestructura que están en marcha.

En ese sentido, destacó el proyecto Majes-Siguas (a ejecutarse entre el 2018 y el 2024), cuyas mayores obras demandarán una inversión de 682 millones de dólares y generarán 1,700 empleos al año; mientras que la preparación de tierras tiene un valor de 1,597 millones de dólares y generará 6,400 empleos anuales.

En su etapa de producción agrícola (del 2024 en adelante), Majes-Siguas significará una inversión de 1,574 millones de dólares anuales, lo que generará 96,600 empleos al año; así como el pago de tributos por 30 millones de dólares anuales y exportaciones por 1,010 millones de dólares al año.

Demandas sociales

Con relación a las demandas sociales, el ministro de Economía y Finanzas aseveró que, en las tres últimas décadas, el déficit fiscal en el Perú ha sido bajo, alcanzando en promedio un 1.4% del producto bruto interno (PBI).

“Este resultado fiscal favorable se ha conseguido a pesar de que nuestros ingresos fiscales son bajos, alrededor del 20% del PBI, situándose entre los más bajos de América Latina. Asimismo, la variable sacrificada ha sido el gasto público, que ha sido solo de 19% del PBI, también entre los más bajos de la región”, refirió Mendoza.

Agregó que la coyuntura actual, con enormes demandas sociales, requerirá de un gasto público como porcentaje del PBI más alto que, si se usa de manera eficiente, puede tener un potente efecto distributivo.

“La ecuación de mayor gasto público y finanzas públicas sanas solo puede resolverse con una elevación de los ingresos permanentes del gobierno”, manifestó.