La calificadora crediticia prevé que la petrolera estatal cierre el 2021 con un flujo negativo por US$ 8.000 millones
Para Moody’s, Pemex asumió una apuesta riesgosa con sus dos nuevas refinerías: la recién adquirida Deer Park, en Texas, y la de Dos Bocas, en proceso de construcción en el estado de Tabasco.
De acuerdo con su actualización semestral sobre el “gigante energético” mexicano, la agencia señaló que no tiene los recursos suficientes para generar flujo de efectivo, por su alto nivel de deuda que asciende a US$ 113, 957 millones y la mantiene como la petrolera más endeudada del mundo.
Y es que se asegura que la refinería de Dos Bocas terminará costando más de lo estipulado y que su construcción podría acarrear retrasos, por lo que calificó el proyecto como “una carga” para Pemex, pues será financiado con deuda y no con los recursos propios que apenas permiten sostener sus operaciones.
Asimismo, con la compra de Deer Park por US$ 596 millones, habrá un problema de largo plazo para los consumidores mexicanos porque tendrá que pagar la inversión y mantener precios domésticos, mientras los precios de los combustibles bajan a nivel mundial.
En este sentido, con la falta de confianza y los sobrecostos, Moody’s prevé que la petrolera estatal cierre el 2021 con un flujo negativo por US$ 8.000 millones, Actualmente, la calificación crediticia de Pemex es “Ba2”, e incluye el supuesto de un apoyo gubernamental “muy elevado”.
“La calificación crediticia de la empresa se mantendrá débil en el futuro previsible, debido a una alta carga de impuestos, los vencimientos de deuda que tiene que pagar en el corto plazo y una baja inversión en la exploración y producción de campos petroleros, que redirigió al negocio de refinación, es decir, a la rehabilitación de las seis plantas del Sistema Nacional de Refinación, la construcción de la refinería de Dos Bocas y la compra de la mitad Deer Park a Shell”
Un objetivo clave de la agenda energética de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador es que Pemex aumente su capacidad de refinación para lograr la tan ansiada “independencia energética”.
Más dificultades para obtener financiamiento
Apenas este 28 de junio BBVA Research advirtió que Pemex debe controlar su gasto operativo, ya que hacia adelante resulta “cuestionable” que reciba paquetes de apoyo financiero por parte del gobierno de la autollamada “Cuarta Transformación”.
De acuerdo con un análisis elaborado por el economista principal Arnulfo Rodríguez y el economista jefe de BBVA Research, Carlos Serrano, sería adecuado que se retomaran las asociaciones con el sector privado (farmouts), lo que le permitiría a Pemex atraer capital y conocimiento para la exploración y producción de nuevos campos, en particular en aguas profundas.
Hacia adelante, abundó, Pemex tendrá más dificultades para obtener financiamiento en términos competitivos, debido al creciente número de inversionistas globales que adoptan criterios de sustentabilidad ambiental en sus decisiones de inversión.
La compañía estatal es una de las petroleras con mayores riesgos al medio ambiente, señala la organización México Evalúa. El llamado “gigante energético” ha sido calificada como un riesgo severo –la mayor escala de cinco posibles– en comparación con sus pares, de acuerdo a una evaluación que toma en cuenta los indicadores ESG de sostenibilidad (medioambiental, social y gobernanza).
En una escala de 0 a 59.7 puntos de Sustainalytics (que califica la sostenibilidad de las empresas), la petrolera nacional ha recibido 56.7 puntos, lo que la sitúa en un riesgo máximo y por encima de la mayoría de las empresas pares.
La organización no encontró estrategias claves dentro de Pemex rumbo a mitigar los aumentos de emisiones de gases de efecto invernadero. Y el rumbo de la política actual no da señales de que este tema se tome como una prioridad próxima para la empresa.