Productores consiguieron el respaldo eclesiástico contra el nuevo régimen de promoción
La Iglesia criticó con dureza el proyecto del oficialismo que busca implementar un nuevo régimen de biocombustibles con fuertes límites a la actividad.
Según informó Vatican News, el episcopado argentino pide discernir sobre el uso racional de la energía y de los recursos naturales, ante un Proyecto de Ley regulatorio de Biocombustibles, que implica un franco retroceso en la política ambiental argentina.
“El cambio climático nos reclama actuar con urgencia, respondiendo al grito de la Tierra”. Lo afirma un comunicado de la Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJyP) de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) que subraya la importancia del uso de los biocombustibles en la “imperiosa” transformación progresiva de la matriz energética nacional, hacia una plenamente sustentable. La declaración se enmarca en la actual discusión en la Cámara de Diputados de un Proyecto de Ley de Marco regulatorio de Biocombustibles, que para los obispos implica “un franco retroceso en la política ambiental argentina”.
El 10 de mayo, dos días antes de su vencimiento, el Gobierno prorrogó por dos meses el régimen sancionado en 2006. Lo hizo para tener tiempo para debatir una nueva iniciativa que ya tiene dictamen en Diputados. El nuevo proyecto del kirchnerismo introduce cambios en la actividad. Baja de 10 a 5% el uso de biodiésel de soja en el gasoil (podría incluso caer a 3%) y, si bien mantiene en 12% el etanol en la nafta, abre la puerta a una reducción al 9% absorbida por el etanol de maíz, no el de caña de azúcar.
Según la Conferencia Episcopal, la nueva propuesta reduce el porcentaje de uso de biocombustibles - de biodiesel y bioetanol - a la mitad, es decir, del 5%. En el decreto sancionado en 2006, se establecía un corte de los combustibles fósiles con biocarburantes de origen vegetal de un 10%. El nuevo proyecto que se debate en el Congreso reduce los cortes de los combustibles fósiles, lo que tendrá un impacto no sólo ambiental, sino también económico, especialmente para los casi 300.000 trabajadores que de manera directa o indirecta laboran en el sector de biocombustibles.
Los productores de biodiesel y bioetanol están negociando con el Gobierno una nueva actualización de precios de sus biocombustibles, que se mezclan en las refinerías petroleras con naftas y gasoil.
Al respecto, la CNJyP del episcopado considera negativo no solo la reducción del porcentaje de biocombustible en la mezcla de los combustibles en surtidor; sino que “se contradice y formula afirmaciones poco claras respecto de los costos asociados; se deja la transición energética a criterio del mercado cuando es una política pública obligatoria; y se establece como Autoridad de Aplicación a la Secretaría de Energía, cuando debiera ser tripartita, es decir, integrando Energía, Ambiente y Desarrollo Sustentable y Producción Agropecuaria".
Dada la “trascendencia de las cuestiones involucradas”, la Iglesia reitera que el proyecto discutido actualmente en el Parlamento contradice los lineamientos y metas asumidas por Argentina ante la comunidad internacional, en particular, entre los países firmantes del Acuerdo de París sobre el incremento de las transformaciones de sus sistemas productivos o de transporte, para revertir el aceleramiento del cambio climático, así como para la mitigación de sus consecuencias.
En este sentido, el episcopado recuerda que la energía es una de las actividades que genera más emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y que en Argentina, en 2019, solo el sector transporte representó el 33% de la demanda energética del país (39% de gasoil, 36% de nafta, 12% de gas natural, 9% de biocombustibles y 4% de otros combustibles).
“Resulta imperiosa una transformación progresiva de la matriz energética nacional, hacia una matriz plenamente sustentable”, se lee en la declaración que recuerda las palabras de Papa Francisco en su encíclica “Laudato Si’”, donde subraya que la tecnología basada en combustibles fósiles muy contaminantes, “necesita ser reemplazada progresivamente y sin demora”. Asimismo, retoma las palabras del Pontífice cuando destaca que “es importante que procedamos hacia una transición que aumente constantemente el uso de energías de alta eficiencia y baja tasa de contaminación”.