La recuperación económica y las bajas cuotas de producción de la OPEP +, llevaron el precio del petróleo al alza, luego de haber registrado mínimos históricos
Los precios del petróleo subieron pese a que la OPEP, Rusia y sus aliados mantendrán sus planes de aumentar ligeramente la producción a partir del 1 de mayo, lo que sugiere que no ven un impacto persistente en la demanda por la crisis del coronavirus en India.
El Brent terminó la sesión con una subida de 77 centavos, o un 1,2%, a 66,42 dólares el barril, tras haber alcanzado un máximo de sesión de 66,51 dólares. El petróleo estadounidense ganó 1,03 dólares, o un 1,7%, para situarse en 62,94 dólares. El BM prevé que la demanda de petróleo se estabilice en el 2021, promediando precios del barril de petróleo en US$ 60 para el 2022.
“Los operadores no quieren perderse una posible reunión alcista de la OPEP+, por lo que el optimismo moderado se refleja en los precios”, dijo Bjornar Tonhaugen, de Rystad Energy. La OPEP+ iba a suavizar ligeramente los recortes de la producción de petróleo a partir del 1 de mayo, en virtud de un plan acordado antes de la oleada de coronavirus en India.
La India, el tercer importador mundial de crudo, lleva varios días con aumentos diarios de más de 300.000 casos. También ha informado de un total de casi 200.000 muertes.
“La posibilidad de que el aumento de la producción de la OPEP+ se cruce con el debilitamiento de la demanda asiática de petróleo sugiere un posible fin de la reducción del superávit mundial de oferta de petróleo que estuvo apoyando al complejo durante el año pasado”, dijo Jim Ritterbusch, presidente de Ritterbusch and Associates.
Los recortes récord de la oferta de la OPEP+ el año pasado contribuyeron a la recuperación de los precios desde sus mínimos históricos. La mayoría de los recortes siguen vigentes, incluso si se tiene en cuenta el plan de aumentar ligeramente la producción a partir de mayo.
* En otro acontecimiento que podría añadir oferta al mercado, el martes se reanudaron las conversaciones en Viena para reactivar el acuerdo nuclear con Irán de 2015.
Luego de haberse registrado ganancias en el primer trimestre, gracias al repunte económico posterior a la crisis generada por la pandemia en el 2020, se espera que los precios de las materias primas a nivel global no varíen a lo largo del 2021, informó el Banco Mundial (BM).
Se proyecta que los precios de la energía se eleven hasta en un 30% con respecto al 2020, pudiendo promediar el precio del barril de petróleo en US$ 56. Asimismo, se espera que los precios de los metales suban en la misma proporción, mientras que, se estima un incremento de casi un 14% en los precios agrícolas.
Todas estas proyecciones están supeditadas al grado de contención de la pandemia, al igual que de las políticas de apoyo en las economías desarrolladas y lo que resuelvan los más importantes productores de materias primas, aclaró el BM.
“La recuperación económica ha superado las expectativas y se siguen implementando campañas de vacunación, llevando ambas tendencias a que los precios de las materias primas se eleven”, manifestó Ayhan Kose, vicepresidente interino de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del BM y director del Grupo de Perspectivas.
De igual forma enfatizó que: “Se desconoce cuánto tiempo podría durar dicha recuperación”, Kose exhortó a los países emergentes y en desarrollo, exportadores e importadores de materias primas, a “reforzar sus capacidades adaptativas a corto plazo y alistarse ante la posibilidad de que el impulso de crecimiento pierda fuerza”, según informó Prensa Digital
El BM igualmente proyecta una reducción en las ganancias de este año de los precios de los metales, en la misma medida en que el crecimiento generado por los paquetes de estímulo vaya desapareciendo progresivamente en el 2022.
No obstante, el informe hace hincapié en que la pandemia seguirá afectando la seguridad alimentaria en el 2021 y 2022.
“Pese al buen abastecimiento de los mercados de productos alimenticios a nivel global, el Covid-19 ha impactado de forma severa los mercados laborales y alimentarios, a nivel local en muchas regiones, disminuyendo los ingresos, paralizando las cadenas de suministro y profundizando los problemas de seguridad alimentaria y nutricional, ya existentes antes de desatarse la pandemia”, señaló Kose.
La perspectiva de la industria energética mundial es positiva gracias al incremento de los precios y la recuperación de la demanda, así lo detalló Moody’s Investors Service en un nuevo informe.
Esos indicadores se respaldan por el incremento en los precios de las materias primas, un comportamiento que se mantendría hasta finales de 2022, impactando en el sector energético internacional.
Moody’s considera que la exploración y la producción en el sector seguirán teniendo ganancias sólidas en sus operaciones de caja a lo largo del año, debido al comportamiento de los precios del petróleo, que parecen recuperarse en los últimos meses. Ese comportamiento está ligado a la disminución de las restricciones por la Covid-19.
“Nuestra perspectiva para la industria energética mundial es positiva, basada en nuestra expectativa de una recuperación continua y una mejora sostenida de las condiciones fundamentales en toda la industria en los próximos 12 a 18 meses”, afirmó Moody’s.
A mediano plazo la calificadora proyecta un barril del crudo entre los US$ 45 y US$ 65, mientras que el rango del precio del gas natural estaría entre los US$2 y US$3 millones de btu (unidades térmicas británicas).
La demanda global del crudo fue de 95 millones de barriles al día para marzo de 2021, cerca de los niveles prepandemia registrados en 2019, de 100 millones de barriles diarios.
La economía mundial se está viendo impactada por el aumento de la demanda y el comportamiento de la actividad manufacturera, impulsando una recuperación rápida en los precios del petróleo y el gas en 2021.
En lo relativo al sector del crudo, la calificadora apunta que los productores individuales pondrán su foco en el capital y que la eficiencia de las operaciones permitirá liberar el flujo de caja de estas.
La demanda y las ganancias de la industria energética global se perfilan positivas en un plazo estimado hasta mediados de 2022, para cuando se esperaría que más economías hayan abierto, después de los cierres generados por la Covid-19.
Además, Moody’s proyecta que las ganancias de las compañías petroleras integradas podrían aumentar alrededor del 50 %, comportamiento marcado por precios promedio del petróleo más altos y ganancias en eficiencias operativas.
Vale anotar que los países de la OPEP y a OPEP + han apostado por estabilizar el precio de crudo limitando la producción mundial, estrategia que impacta en los stocks disponibles en el ámbito internacional.