AMBA tiene la tarifa más baja de la Argentina ($5,4/KWh), contra Buenos Aires ($7,8), Santa Fe ($7,5), Río Negro ($6,4) y Tucumán ($5,8)
El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), a través de cinco audiencias públicas, realizó un proceso de renegociación tarifaria para el AMBA a partir de la auditoría técnica, jurídica y económica que efectuó sobre la Revisión Tarifaria Integral desarrollada entre 2016 y 2017.
El primer día fue el turno de las transportitas: Transener, Transba, Districuyo, Transnea, Transnoa, Transpa, Transco y Epen; y el segundo le tocó a las distribuidoras: Edenor y Edesur
Primer día: La propuesta de las transportistas
Transener, operada por Pampa Energía, titular del 50% de la controlante Citelec junto al Estado nacional a través (Ieasa-ex Enarsa), tiene casi 14.500 kilómetros de líneas de alta tensión planteó un incremento del 33% para 2021 y 22% para 2022 -contemplando el bienio de transición tarifaria propuesto por el Gobierno nacional- lo que suma un acumulado del 62%.
Por la tarde se realizaron de manera simultánea las audiencias de Transba y Districuyo; Transnea y Transnoa; y Transpa, Transco y Epen.
Transporte de Energía Eléctrica por distribución troncal en la Provincia de Buenos Aires (Transba) solicitó un incremento de los ingresos del 17% para 2021 y del 40% para 2022, lo que hace un acumulado para el periodo de tarifa de transición del 64%.
Por representar el servicio de transporte el 2.05% promedio del valor final de un usuario residencial de la provincia, el impacto final estimado por la concesionaria sería del 0,43%, es decir $4,3 sobre una factura de $1.000.
La interventora del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), Soledad Manín, aseguró que se garantizará el funcionamiento de los servicios en condiciones de calidad, continuidad y abastecimiento y subrayó que "no se sobrecargará a los usuarios con facturas exorbitantes", al desarrollarse las audiencias públicas para la tarifa de transición del transporte eléctrico.
En la apertura, la interventora anticipó en la audiencia que "en el período de transición se implementará una nueva metodología para los próximos dos años, con nuevas reglas para el reconocimiento de ingresos de las empresas transportistas".
"Se garantizará que las empresas tengan los fondos necesarios para los gastos de operación y mantenimiento, y para realizar las inversiones de seguridad y confiabilidad, mientras se acopla la política tarifaria a la recuperación económica", expresó Manín.
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A diferencia de lo que había dejado trascender el ENRE, para los usuarios hogareños, el incremento sería de entre 28% y 34%.
Edenor propuso aumentos que, sin mayores subsidios del Estado, representan en la factura al consumidor un 31% en promedio para todos los clientes de la distribuidora, y un 28% en el caso de los residenciales.
”Si el Estado definiera que la totalidad del déficit previsto por Edenor se incluya en la factura de los clientes, sin aplicar mayores subsidios, las tarifas deberían aumentarse un 28% a los clientes residenciales, y un 31% promedio para todos los clientes de Edenor”, explicó Ricardo Torres, presidente de Edenor. Y precisó "con ese incremento un millón de clientes pagarían en promedio $800, mientras que otro millón abonaría $1600. Solamente el 18% de nuestros clientes residenciales pagaría más de $2100”, subrayó.
“Si nada cambiara este año respecto de la situación de marzo de 2020, los ingresos de Edenor no alcanzarán para cubrir sus compromisos: la compra de energía, los impuestos, los costos de operación y las inversiones”, alertó Torres.
Las proyecciones del déficit de la compañía será de $20.000 millones si se cumplen los planes del gobierno y llegaría a $30.000 millones si se materializan los pronósticos privados sobre la evolución del dólar y la inflación.
Edesur , presentó dos alternativas que pueden combinar tarifas y subsidios. La primera propuesta significa un aporte de los usuarios con un nuevo cuadro tarifario a partir del 21 de abril, más un ajuste en agosto. Según la empresa, el impacto en la tarifa residencial sería del 34% y en el promedio del resto de las categorías del 45%.
La segunda opción fija subsidios por $34.260 millones sin cambio de cuadro tarifario.
Juan Carlos Blanco, presidente de Edesur, explicó que el Estado se queda, vía impuestos directos e indirectos, con el 46% del total de la factura pagada por el usuario. El 30% del total corresponde a la distribuidora y solamente esa parte se discute en la audiencia pública.
Y resaltó que Edesur en AMBA tiene la tarifa más baja de la Argentina ($5,4/KWh), contra Buenos Aires ($7,8), Santa Fe ($7,5), Río Negro ($6,4) y Tucumán ($5,8). A nivel regional la tarifa de Edesur es 70% más baja que el promedio de la tarifa de Sudamérica. Así, la población de Argentina con el PBI/cápita más alto paga las tarifas más bajas.
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