Todo parece indicar que finalmente el gobierno nacional se inclinó por la traza Tratayén (Vaca Muerta)-Salliqueló
ADRIÁN LUCIANI
Pocos proyectos tuvieron y tendrán tantos vaivenes como la construcción de un gasoducto troncal entre Tratayén (Vaca Muerta) y Salliqueló, a unos 200 kilómetros de Bahía Blanca.
En un puñado de meses el proyecto pasó de estar a punto de ser licitado, a fines de 2019, a ser condenado al destierro, en 2020, para pasar ahora a ser considerado "prioridad" en materia energética.
El ducto, destinado a evacuar la producción de Vaca Muerta, reviste mucha importancia para Bahía Blanca ya que, en caso de ser concretado, se sumará al nodo gasífero regional y permitirá una mayor disponibilidad de gas, tanto para la expansión industrial petroquímica como para una futura exportación como gas natural licuado (GNL), a través del puerto local.
Su traza había sido puesta en duda el año pasado, cuando tomó fuerza la posibilidad de construirlo algunos cientos de kilómetros más hacia el oeste, alternativa que ahora terminó siendo descartada.