El rol de YPF en el plan de incentivos que lanzó Mendoza
PABLO ICARDI
El hecho es simbólico. El Gobierno de Mendoza lanzó un plan de beneficios fiscales para reactivar la industria petrolera. Aunque hubo buena recepción en los números globales, el detalle de las inversiones a realizar reflejan en parte la realidad del sector: algunos de los proyectos son para cerrar pozos, es decir para certificar que no producirán más petróleo porque no son rentables. El resto son para reactivar áreas que están en decadencia o para estimular pozos que tienen baja producción y no tienen futuro a largo plazo.
Se trata de una radiografía de lo que vive uno de los pilares de la economía de Mendoza y que preocupa hacia adelante. La crisis del petróleo que se potenció por la pandemia, aún tiene salida sólida. El otro dato es que Mendoza sigue siendo YPF dependiente, pues el 70% de la inversión prometida vendrá de parte de la petrolera estatal.
Por eso hay una pequeña interna en la interpretación: desde el Gobierno nacional aseguran que "YPF sobreestima a Mendoza y decide invertir" para apoyar a la provincia, mientras que en Mendoza hay quienes cuestionan a la petrolera estatal desde lo discursivo por falta de apoyo. En el medio, el CEO de la empresa, Sergio Affronti estuvo en la provincia y fue quien terminó de tomar la decisión de participar en el plan Mendoza Activa, que es el caballito de batalla de Rodolfo Suarez para mostrar acción en lo económico.
El futuro mediato del sector no es alentador. Gran parte de la zona "Mendoza Norte" (Cuenca Cuyana) está prácticamente agotada. "Se extrae un 90% de agua y un 10% de petróleo", explicó un especialista. Incluso hay casos en los que la proporción es aún menor. En Mendoza Norte la rentabilidad de la producción está en decadencia y hace inviables los proyectos. De hecho, no hay proyectos para nuevos pozos, solo para reactivar, estimular o cerrar áreas antiguas. En el Sur está parte de la esperanza hacia el futuro, pero el trabajo aún es incipiente.
En el plan Mendoza Activa Hidrocarburos, que permite acceder a beneficios fiscales a cambio de inversión, se presentaron proyectos para reparar y reabrir pozos. En una segunda etapa se hará para proyectos de expansión. En la industria son cautos a la hora de avaluar el resultado, pues consideran que ese anabólico va a funcionar en el corto plazo, pero que el movimiento real se debe generar con inversión genuina. Entienden que todos los proyectos generarán algo de movimiento y de producción, pero por corto tiempo de vida. Y hay solo tres empresas que participaron.
En la cartera de proyectos, la joven empresa Petrolera Aconcagua se presentó para acceder a los beneficios con las dos concesiones en Mendoza. Se trata de Puesto Pozo Cercado, una de las áreas que más conflictos legales y contractuales tuvo antes del cambio de manos, y Atuel Norte la inversión prometida es de 103,5 millones de pesos para reactivar 14 pozos.
El plan oficial le otorga a las empresas el beneficio de devolución del 40% de la inversión en crédito fiscal.
Las dos principales petroleras que operan en Mendoza también se presentaron. Se trata de YPF y Pluspetrol. En el caso de la petrolera estatal es que que mueve la aguja en cuanto al volumen. Presentó proyectos para las áreas Barrancas, Ugarteche, Vizcacheras y Cruz de Piedra. La propuesta de inversión es por 907 millones de pesos, pero no para ampliar sino para tratar de revivir pozos viejos y hasta cerrar otros.
En total trabajarán sobre 60 pozos. YPF solo concentra el 65% del programa lanzado por el Gobierno. Pluspetrol, segunda petrolera en Mendoza, busca reactivar pozos en el área Jaguel Casa e Pidedra con una inversión prometida de 192,6 millones de pesos, asociado también con YPF.
El año pasado el Gobierno recaudó mucho menos de lo esperado por regalías aún a valores nominales. Pero el impacto más dramático se dio en el sector productivo, donde hubo un parate casi general en todas las empresas: por la falta de demanda no se producía petróleo y la mayoría de los yacimientos solo quedaron operativos a su mínima expresión. No hubo shock de reactivación aún.
Los especialistas en el tema explican que para medir la reactivación no se puede tomar en cuenta los trabajos de mantenimiento y estimulación de pozos viejos, sino los proyectos de exploración y explotación nuevos. Allí es donde Mendoza está en problemas. Para este año YPF ha presentado los estudios para explotar 12 pozos en la zona de Cañadón Amarillo y Pluspetrol otros 9 en el Corcovo. Otras empresas mantienen su expectativa moderada.
La promesa de "vaca muerta" tendrá que esperar. En Mendoza la economía hizo mucho más que la defensa del ambiente para frenar el fracking. El Trébol, por ejemplo, solo perforará uno de los 4 pozos sobre los que realizó estudios. Es el plan más conservador de su plan de explotación. Esa empresa es la primera que comenzó a usar la estimulación hidráulica en la lengua mendocina de la formación Vaca Muerta.
Ese procedimiento fue cuestionado legalmente y en la causa que se tramita en la Suprema Corte por los cuestionamientos al Decreto que reglamenta esa práctica se sumaron organizaciones internacionales como la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente, que denuncia las emisiones de fases efecto invernadero.