Invirtieron 2,5 millones de dólares para poner en condiciones las instalaciones
MATÍAS DEL POZZI
El 6 de noviembre de 2012 fue la última vez que el yacimiento Portezuelo Norte bombeó metros cúbicos de gas y petróleo antes del cierre inesperado que lo dejó poco más de 8 años fuera de operación por un conflicto con la comunidad Lonko Purrán. Finalmente la espera terminó y después de alcanzar un acuerdo con los originarios, y luego de haber invertido 2,5 millones de dólares, la petrolera independiente Oilstone logró ponerlo en marcha.
El conflicto con la comunidad es una situación que Oilstone heredó cuando adquirió en 2019 las áreas Al Sur de La Dorsal, Anticlinal Campamento, Dos Hermanas y Ojo de Agua que operaba YPF. Sin embargo, una situación similar le sucedió a la petrolera de bandera y es que la contingencia se generó cuando la norteamericana Apache estaba a cargo de la operación.
En agosto del año pasado la provincia de Neuquén aprobó el take over de las cuatro áreas a Oilstone y un mes después la empresa firmó un acuerdo con un integrante de la comunidad, Martín Velázquez Maliqueo, para poder ingresar a las instalaciones de Portezuelo Norte, ubicado en el área Al Sur de la Dorsal, para iniciar el proceso de puesta a punto.