Sus accionistas BHP Billinton, Anglo American y Glencore, anunciaron que saldrían de activos carboníferos en el mundo, lo que incluiría al la mina
ALFONSO LÓPEZ SUÁREZ
Luego de 91 días de huelga, y la posterior reactivación gradual de la operación, la administración del complejo carbonífero de Cerrejón, ahora enfrenta el dilema de saber quién o quiénes serían los nuevos dueños de la mina.
La razón, sus tres accionistas, BHP Billinton, Anglo American y Glencore, cada uno con el 33,3% de participación, ya anunciaron de manera oficial y por separado, que venderán sus activos carboníferos en el mundo, lo que incluiría al complejo minero ubicado en La Guajira.
Así, se espera que en los próximos meses, a lo sumo dos o tres años, y producto de la agenda de descarbonización que se extiende por Europa, los tres citados accionistas y dueños de la mina a cielo abierto más grande de Latinoamérica, salgan de este activo, con lo que llegaría una nueva administración a la mina.
Precisamente, el más reciente anuncio en este sentido lo hizo la minera británica Anglo American, la cual el viernes pasado informó a través de un comunicado que venderá sus operaciones de carbón térmico en Sudáfrica y Colombia para mediados de 2023, como una muestra a los inversionistas de su compromiso de cambio hacia proyectos de generación de energía a partir de fuentes limpias.
Así, la minera global, con casa matriz en Londres (Inglaterra) realizaría la operación de transacción a través de una escisión y cotización en la Bolsa de Valores de Johannesburgo (Sudáfrica).
“La compañía planea salir de su mina de carbón térmico Cerrejón en Colombia dentro de un año y medio a dos años, mientras que la salida de carbón térmico de Sudáfrica ocurrirá dentro de dos años y medio”, explicó Mark Cutifani, presidente ejecutivo de Anglo American, en una conversación con inversionistas y analistas.
La otra multinacional minera que anunció, en agosto del presente año que acelerará sus planes para vender todas las operaciones carboníferas a nivel mundial es la angloaustraliana BHP Billinton.
“El mundo está cambiando rápidamente con la descarbonización de las fuentes de energía, el crecimiento de la población y el impulso de mejores niveles de vida en los países en desarrollo”, señaló Mike Henry, CEO de la compañía minera en un comunicado.
Así, BHP Billinton, con activos de carbón en el mundo valorados en alrededor de US$5.000 millones, se hizo a los servicios de la banca suiza de servicios financieros UBS, la cual trabajará de la mano con Goldman Sachs para trabajar en la venta o escisión de la mina de carbón térmico Mount Arthur (Australia), Cerrejón (Colombia) y dos que tienen en un joint venture con Mitsui Coal en Queensland (Australia).
La presión de sus inversionistas, y los compromisos de muchas bancas de inversión, bancos y fondos financieros de transitar a las energías limpias son las razones de la británico australiana de salir de minas carboníferas.
Y precisamente, son estas razones por las que el tercer accionista de Cerrejón, la multinacional suiza Glencore viene ejecutando su plan para vender sus activos carboníferos en el mundo.
A través de un comunicado oficial publicado en su página web en el tercer trimestre del 2019, la minera anunció su determinación de frenar la producción de carbón y promover su compromiso con la transición a una economía baja en carbono.
“Glencore tiene un papel clave que desempeñar para permitir la transición a una economía baja en carbono. Lo hacemos a través de nuestra cartera, que incluye cobre, cobalto, níquel, vanadio y zinc, productos que sustentan la transformación de energía y movilidad”, señala el documento.
Pero más allá del anuncio de los tres accionistas de su posible salida del complejo carbonífero, queda en el ambiente la pregunta de cuál será el futuro de la mina.
“Este anuncio de venta del Cerrejón, llega en un momento en el que la empresa atraviesa coyunturas complejas: una baja en los precios del mineral ocasionado por menor demanda, las condiciones negativas generadas por la pandemia, una huelga que paralizó operaciones y cierta oposición ambiental frente a proyectos de expansión”, explicó Nicolás Arboleda, asociado de Energía, Minas e Infraestructura, de Baker McKenzie.
El analista consultado explicó que la posible enajenación accionaria del complejo carbonífero del Cerrejón “va a denotar es que el potencial comprador del activo provenga de Asia y principalmente de China, ya que son quienes están mejor posicionados en la industria para adquirir un activo de este tamaño, teniendo en cuenta su alto apetito por el mineral y las recientes restricciones en la importación de carbón desde Australia”.