HELEN REID, JEFF LEWIS Y TANISHA HEIBERG

Los inversores están presionando a las mineras de oro, cuyas altas emisiones de gases de efecto invernadero han sido menos escrutadas, para que informen de forma transparente y tomen medidas concretas para frenarlas después de que un repunte de los precios este año atrajera más la atención sobre la huella del sector.

Las mineras de oro se encuentran entre los mayores emisores de gases de efecto invernadero en el sector minero, aunque los críticos generalmente apuntan a las mineras del carbón y del mineral de hierro.

Las emisiones de Alcance 1 y 2 del oro son más altas que las de cobre, níquel, mineral de hierro y carbón metalúrgico, antes de tener en cuenta las emisiones de carga y aguas abajo, según datos de la consultora de ESG Skarn Associates.

Los camiones de transporte pesado y las fuentes de alimentación son fuentes importantes de emisiones, mientras que el deterioro de las leyes del mineral de oro ha obligado a las mineras a excavar más roca para extraer cada onza de oro en un proceso que consume mucha energía.

El World Gold Council estima que el sector emitió 32,689 toneladas de CO2 equivalente por tonelada de oro producida en 2018, un 12% más que el total de 2017. Aún no han publicado estimaciones para 2019.

George Cheveley, gerente de cartera de Ninety One, que posee más de mil millones de dólares en activos de oro, dijo que los datos de emisiones de las mineras de oro habían influido en las decisiones para cambiar el peso en el que mantener ciertas empresas en sus fondos.

“Estos números son cada vez más importantes: los impuestos al carbono podrían entrar, por lo que debe establecer su exposición”, dijo.

En Sudáfrica, el segundo productor de oro del continente, ya existe un impuesto al carbono sobre las emisiones de Alcance 1, que se expandirá para aplicarse también a las emisiones de Alcance 2 a partir de principios de 2023.

Las mineras de oro pueden haber escapado al escrutinio más intenso que enfrenta la minería de carbón o mineral de hierro en parte porque los inversores utilizan el oro como un "activo de seguro" y como cobertura de riesgo de cartera, dijo Sora Utzinger, analista de inversión responsable de Aviva Investors.

“Sin embargo, creemos que esto puede cambiar pronto a medida que más compañías mineras internacionales tracen sus propias hojas de ruta netas cero y los gobiernos implementen controles más estrictos sobre las emisiones”, dijo.

Los inversores invirtieron 47.000 millones de dólares en ETF de oro en los primeros 10 meses de este año, un 203% más que el año pasado.

El renovado interés en las acciones de la minería de oro, con $ 3 mil millones fluyendo hacia fondos de capital de oro en lo que va del año, ha intensificado la presión, dijeron los ejecutivos.

“Ciertamente hemos visto conversaciones sobre ESG aumentando de manera bastante significativa”, dijo el mes pasado el director ejecutivo de Newmont, Tom Palmer.

Este mes, la minera se comprometió a reducir en un 30% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y a cero emisiones netas para 2050.

La minera de oro número 2, Barrick, se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 10% para 2030.

Para Barrick y otros, cambiar a fuentes de energía renovable para alimentar minas puede aumentar los costos a corto plazo. Pero ayuda a satisfacer las demandas de los inversores de operaciones más limpias al tiempo que reduce significativamente los costos de energía a largo plazo en las minas, que tienden a estar en ubicaciones aisladas y fuera de la red con generadores diesel como la única opción, dijeron consultores de la industria.

Barrick dijo que una planta de energía solar en su mina Loulo en Mali generó un ahorro de 540,190 litros de combustible y 1,593 toneladas de CO2 equivalente durante el tercer trimestre de este año. La minera está ocupada autorizando una granja de energía solar de 100MW en Nevada.

Estar en la red tiene desventajas.

Sibanye-Stillwater y Gold Fields de Sudáfrica culpan de sus altas emisiones de Alcance 2 en parte a la dependencia de la electricidad a carbón de la red nacional generada por la empresa estatal de energía Eskom.

Las mineras sudafricanos dicen que la burocracia ha obstaculizado sus esfuerzos para instalar capacidad de energía renovable.

“Obviamente, habrá una presión creciente para reducir las emisiones de las minas”, dijo un portavoz de Sibanye-Stillwater. "Pero se debe considerar el papel y el impacto de Eskom y las opciones limitadas disponibles para las minas de oro".