Según Verónica Valderrama, Vicepresidente de Recursos Humanos de Gold Fields, los nuevos avances en inteligencia artificial, big data, internet de las cosas y la automatización, configuran el camino de la industria minera 4.0, y este escenario requiere de nuevas competencias técnicas y blandas, y es allí donde los líderes de RRHH de las empresas mineras deben dar un paso adelante en la gestión y formación de los profesionales mineros del futuro.
La especialista en gestión de capital humano, comparte las principales demandas de talento en la minería:
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Con un gran conocimiento técnico y duro de la minería, pero con un plus valioso de competencias y habilidades blandas que le permitan tener una profunda sensibilidad por temas relevantes para industria minera como son la sostenibilidad, el cuidado del medio ambiente, la seguridad y el desarrollo de las comunidades. (Foto: iStock)
Siempre abiertos al cambio y basados en un trabajo colaborativo para romper paradigmas vinculados a la tecnología, como, por ejemplo, empezar a trabajar con personal de diferentes generaciones, donde los que ya están habituados a la tecnología y dominan los procesos digitales, puedan contribuir enseñando con las generaciones que no las dominan.
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La idea es aprender y enseñar en equipo. Hoy existe una predominancia de las competencias STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) las cuales deben combinarse con el arte y la creatividad para ofrecer soluciones innovadoras en las operaciones mineras. (Foto: iStock)
El desarrollo de la denominada industria minera 4.0 viene configurando todas las áreas de las empresas vinculadas a la minería, especialmente en lo que respecta a las prácticas de Recursos Humanos, pues los perfiles que se demanden para el crecimiento de las operaciones deberán tener nuevas cualificaciones y habilidades personales que les permitan superar los desafíos de la cuarta revolución industrial.
1. Profesional integral: con un gran conocimiento técnico y duro de la minería, pero con un plus valioso de competencias y habilidades blandas que le permitan tener una profunda sensibilidad por temas relevantes para industria minera como son la sostenibilidad, el cuidado del medio ambiente, la seguridad y el desarrollo de las comunidades.
2. Sin miedo a la tecnología: siempre abiertos al cambio y basados en un trabajo colaborativo para romper paradigmas vinculados a la tecnología, como, por ejemplo, empezar a trabajar con personal de diferentes generaciones, donde los que ya están habituados a la tecnología y dominan los procesos digitales, puedan contribuir enseñando con las generaciones que no las dominan.
3. Competencias y creatividad: la idea es aprender y enseñar en equipo. Hoy existe una predominancia de las competencias STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) las cuales deben combinarse con el arte y la creatividad para ofrecer soluciones innovadoras en las operaciones mineras.
“Estamos viviendo un tiempo de cambios e integración, así como de trabajo muy colaborativo. Todos debemos de tener claro qué estamos buscando para afrontar el presente y futuro de la industria minera. Es muy importante considerar las habilidades blandas, y necesitamos que los profesionales sean tolerantes, abiertos a trabajar en diversidad, que sean flexibles y abiertos al cambio. Además de compartir las buenas prácticas y de manera transversal con todos los actores involucrados en este sector”, agregó Verónica Valderrama.