Tras la votación de ayer, el presidente Sebastián Piñera deberá convocar a elección de los miembros de la Convención Constitucional, cuya elección se llevará a cabo el 11 de abril de 2021.
La diferencia entre ambas opciones era vista con especial interés desde el oficialismo, donde convivieron hasta ayer las almas del “Apruebo” y el “Rechazo”. Aunque sería ficticio pensar que todos los que aprobaron el cambio a la Constitución pertenezcan a la oposición –Chile Vamos muchos electores y votos en este país–, en el Gobierno no ha dejado de preocupar ni los discursos políticos de determinados dirigentes opositores ni la reacción de la calle.
En La Moneda no se ha difuminado el temor por revueltas protagonizadas por quienes malentiendan el referéndum y lo interpreten como un plebiscito revocatorio contra el presidente Piñera. Era el riesgo de tanta diferencia.
La puesta en escena de anoche en el Palacio de Gobierno apuntaba a evitar que algún sector se sintiera particularmente derrotado, como parte de la coalición (en especial, la UDI) y el propio Ejecutivo.
En la segunda interrogante, "¿Qué tipo de órgano debiera redactar la Nueva Constitución?", los chilenos optaron por una convención constitucional; Y escogieron una convención constituyente, que estará formada por 155 ciudadanos elegidos en su totalidad por voto popular.
La opción ganadora no pertenece a la oposición, porque en el “Apruebo” están incorporados ciertos sectores de Chile Vamos, que iba dividido ante este plebiscito. Pero aunque parece indudable que la sensación de triunfo futuro sirve para la izquierda y centroizquierda, la derecha tiene muchos electores que se movilizarán con miras a las elecciones de constituyentes de abril, donde se celebrarán las municipales y primeras elecciones de gobernadores regionales.
En Chile Vamos han apostado por comenzar, desde hoy, la verdadera batalla, que esperan librar con unidad. No sucede lo mismo en la oposición: donde cada vez parece más difícil una lista única con miras a abril, lo que resulta riesgoso de cara a intentar conseguir los 2/3 necesarios para aprobar los contenidos de la Constitución. Como fue amplio el margen de triunfo del “Apruebo”, se espera que la izquierda de la oposición asuma el resultado como propio.
En la tesis de la diferenciación, posiblemente insistirán en evitar alianzas con la centroizquierda. Si hubiera existido un margen menor entre ambas opciones, en cambio, se hubiera hecho evidente la necesidad de negociar con los sectores moderados de la oposición para hacer frente a la derecha. De hecho, entre los dos sectores no hubo foto de la unidad luego del triunfo del “Apruebo”, publicó DF.
Este órgano constituyente tendrá la labor de redactar el texto que reemplazará a la Constitución de 1980, que buena parte de la sociedad considera ilegítima.
Entre los principales temas que abordará el órgano constituyente están la desigualdad y las reformas sociales, reclamos de las pasadas protestas que fueron el detonante para se realizara este plebiscito.
Aunque se trabajará sobre una "hoja en blanco", solo se incluirán las normas aprobadas por 2/3 partes de los integrantes de la constituyente.
Analistas entrevistados por la BBC coinciden en que la nueva Constitución no solucionará todos los problemas, pero sí sería un primer paso muy importante para restaurar un equilibrio social en Chile.
Esa parece ser también la conclusión de la ciudadanía chilena que, en mayoría, salió a celebrar con banderas y emoción una jornada que quedará marcada en los libros de historia del país.
Una de las principales razones por las que los manifestantes demandaron cambiar la Constitución tiene que ver con el origen de la misma.
"La Constitución de 1980 fue obra del régimen militar y entonces para un sector muy relevante de la sociedad chilena tiene un origen ilegítimo", coincidió Gilberto Aranda, profesor del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.
El general Pinochet durante el referendo para aprobar la Constitución de 1980.
Pero tal y como apuntan ambos expertos, la Carta Magna fue modificada sustancialmente en 1989 y en 2005.
Por ejemplo, en 1989 se derogó la parte que establecía un pluralismo político limitado, que suponía que ciertas ideologías políticas, como el marxismo, estaban prohibidas.
Más tarde, en 2005, bajo el gobierno de Ricardo Lagos, se llevó a cabo una importante reforma constitucional que acabó con la figura de los senadores designados, que eran elegidos por instituciones como las Fuerzas Armadas o la Corte Suprema, "lo que de alguna manera le restaba su dimensión democrática a la composición política de la Cámara del Senado", dice Aranda.
"Diría que en 2005 (la Constitución) ya quedó purgada de los enclaves autoritarios", opinó el doctor en Estudios Latinoamericanos.
"Sin embargo, no deja de ser la Constitución que fue preparada por el régimen militar y, por la tanto, en ese contexto, para una parte muy importante de la sociedad chilena tendría una ilegitimidad de origen".
En las declaraciones de los manifestantes que participaron en las protestas se reflejó ese pensamiento.
"Yo no voy a parar de protestar hasta que se cree una nueva Constitución y se termine con la herencia de Pinochet", le dijo en noviembre del año pasado a BBC Mundo Nohlan Manquez, un fotógrafo que salió a las calles en aquellos días.
Pero más allá de su origen, también se cuestiona el contenido de la propia Carta Magna.
Los acuerdos y la capacidad de conversar es lo que representa, según él, a uno de los líderes de la derecha, específicamente de la Unión Demócrata Independiente UDI, el actual alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín. El edil es el político mejor perfilado, según las encuestas, para ser candidato presidencial de su sector, el oficialismo. Al al ser consultado sobre el futuro de sus pretensiones presidenciales una vez pasado el Plebiscito, fue enfático en responder que su participación está bajo condiciones que necesariamente consideren acuerdos con la actual oposición. “Hoy es un día en el que obviamente nosotros estamos divididos en Chile.
Lo que yo quiero es convencer a la UDI, mi partido, de que Chile no necesita un gobierno ni de derecha, ni de izquierda. Chile necesita algo distinto, y eso es lo que se debe empezar a hacer, y lo que yo haré en mi caso es convencer a mi sector de que el país necesita un gobierno que sea más amplio. La Constitución tendrá que aprobarse por dos tercios, lo que es una oportunidad para alcanzar buenos acuerdos y el próximo gobierno no puede ser un gobierno de bandos, necesitamos que garantice la convivencia nacional”, declara.
Otro de los que corre con ventaja para la futura carrera presidencial es el comunista, Daniel Jadue, actual alcalde de la comuna de Recoleta, en la capital chilena. A su juicio, lo que sigue ahora es “seguir transformando a Chile”. “Tenemos que hacer honor a esta tremenda señal que ha dado el pueblo. El triunfo no le pertenece a nadie más que a los que han protestado por cambiar este modelo. Es un resultado absolutamente contundente, porque este modelo no da más, y hay que hacer la pega constitucional para mantener viva la pretensión de la ciudadanía y para que ella se sienta protagonista.
Este plebiscito llega treinta años tarde, pero la gente hace sentir como si hubiera llegado a tiempo. En adelante, hay que definir el programa, según el carácter de cada una de las alianzas. Este no es un triunfo del sistema político y tampoco de los políticos, este es un triunfo de la movilización. No se puede esperar que la nueva Convención Constituyente se encierre un año y después dictamine cuál es la nueva Constitución. No, en la calle se deberá seguir escribiendo cuál es esa base que queremos para este país”, advirtió, según el relato de Cristian Torres, desde Santiago Para Infobae
Podrán ser candidatos a la Convención aquellos ciudadanos que reúnan las condiciones contempladas en el artículo 13 de la Constitución. Es decir, los chilenos, mayores de 18 años. Los nacidos en el extranjero que son chilenos por ser hijos de padre o madre chilenos y los nacionalizados por gracia podrán ser candidatos sólo si hubieran estado avecindados en Chile por más de un año. Las autoridades que postulen a convencionales cesarán en sus cargos al inscribir su candidatura.
Eso rige para otra serie de funcionarios como los judiciales, del Ministerio Público, Fuerzas Armadas y de orden. Las personas que desempeñen un cargo directivo de naturaleza gremial o vecinal deberán suspender dichas funciones desde el momento que sus candidaturas sean inscritas.
La Convención deberá elegir a un presidente o presidenta y a un vicepresidente o vicepresidenta por mayoría absoluta de sus miembros en ejercicio en su primera sesión. También habrá una secretaría técnica.
La Convención deberá aprobar las normas y el reglamento de votación por un cuórum de dos tercios de sus miembros en ejercicio. La Convención no podrá alterar los cuórum ni procedimientos para su funcionamiento y para la adopción de acuerdos.
Christian Ahumada, conocido comunicador de la actividad minera, hizo una sintésis para Mining Press sobre la instancia histórica que vive Chile, después de la decisión mayoritaria de la ciudadanía de crear otro marco para la convivencia democrática.
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