"Se avecina la perspectiva de una grave crisis de reservas", dijo Bristow. La producción de oro en toda la industria solo ha aumentado un 1,6% cada año durante las últimas dos décadas, dijo.

Bristow dijo que el acuerdo de esta semana entre Northern Star Resources y Saracen Mineral Holdings era un "gran ejemplo" de consolidación de la industria que debería celebrarse.

En Mali, donde Barrick se encuentra entre los mayores inversores y opera la mina de oro Loulo-Gounkoto, Bristow dijo que la transición después de un golpe militar en agosto ha sido "muy bien" dirigida.

"Todos están de acuerdo en que 18 meses para la transición de regreso a un gobierno civil pleno es factible, y eso es ambicioso", dijo Bristow, y agregó que "ninguno de los órganos del estado ha dejado de funcionar".

Bristow volvió a manifestar su interés por adquirir la mina Grasberg de Freeport-McMoran en Indonesia, la mina de oro más grande del mundo y la segunda mina de cobre más grande del mundo.

“No hay mucho alrededor, por lo que, por deducción, por supuesto, seguimos interesados ​​en poder agregar a nuestra cartera cualquier activo de nivel 1 que exista”, dijo.

Bristow dijo que no tiene ninguna duda de que la compañía podrá repatriar $ 500 millones que pertenecen a su empresa conjunta Kibali en el Congo.

"Ese papeleo está muy lejos", dijo. A principios de julio, Bristow había dicho que el dinero se autorizaría para salir del país "muy pronto".

“Existe un reconocimiento fundamental de que para seguir atrayendo inversores a la República Democrática del Congo, hay que darles el derecho a repatriar sus ganancias”, dijo.