El Ministerio de Energía y Minas (Minem) trabaja, con el apoyo de la Agencia de Cooperación Internacional de Estados Unidos (Usaid), en la elaboración de la norma adecuada para la explotación de litio y uranio en el Perú, la cual se culminaría en lo que resta del año, sostuvo el titular del sector, Luis Miguel Incháustegui.

El país tiene yacimientos de uranio en las regiones de Puno y Piura, además en otras zonas del país, como Lima, informó Efe.

El ministro manifestó que se trata de “un metal muy radiactivo y delicado, por lo que se necesita una norma específica” para su explotación y tratamiento, que se espera concluir durante este último trimestre del año para hacer su prepublicación.

El Minem está también a la espera de que una empresa interesada en una gran reserva de litio encontrada en la localidad de Macusani, en Puno, presente sus documentos para conseguir los permisos necesarios.

“Es un mineral necesario para los nuevos componentes (electrónicos) y somos conscientes de que deben cumplir con las normas estrictas en protección ambiental”, acotó el ministro durante una reunión virtual con representantes de la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú (APEP).

Por otro lado, Incháustegui comentó que el Gobierno espera que el sector minero retome el total de sus operaciones entre noviembre y diciembre próximo, luego de haber reportado hasta mediados de setiembre casi 4,200 trabajadores infectados por el covid-19.

“El objetivo es que los proyectos puedan llegar al cien por ciento, pero cuidando la salud, que esta pandemia no afecte más de lo que ya está afectando”, remarcó.

Aseguró que el Estado “hace el mejor esfuerzo para mitigar” el impacto de la enfermedad en la minería y, a su vez, para “lograr el desarrollo de los proyectos”.

El ministro informó que entre enero y agosto pasado hubo 2,557 millones de dólares en inversiones mineras en el Perú, principalmente en la continuación de proyectos en construcción, como las minas Quellaveco y Toromocho, y ahora también se está dando una “recuperación paulatina” del empleo directo, que creció en agosto hasta 171,577 trabajadores, un 7 % más que en julio.

La producción de los minerales además se está recuperando, con un crecimiento del oro en casi 20% respecto a julio, y de la plata en 16%, mientras que el cobre “está casi al nivel anterior a la pandemia” respecto al 2019.

La minera canadiense Plateau Energy Metals anunció en junio del 2019 el hallazgo de más reservas de litio en el gran yacimiento descubierto el año pasado en Puno.

Su tamaño estaba inicialmente calculado como el sexto mayor del mundo con unas 4.71 millones de toneladas de carbonato de litio.

El yacimiento denominado Falchani se halla en el altiplano peruano, en la región de Puno, que hace frontera con Bolivia y Brasil.

Actualmente, con 2,5 millones de toneladas de “oro blanco” contenido en roca, el yacimiento peruano parece encaminarse a revolucionar la industria del mineral energético, ya que apenas se han explorado 8.000 hectáreas de las 92.000 que posee la compañía a partir de fusiones y compras de concesiones a otras mineras.

la canadiense reveló que el programa consiguió recuperar 43% de potasio, 84% de cesio y 67% de rubidio, en una muestra recogida en Falchani.

Laurence Stefan, presidente y gerente de operaciones de Plateau, explicó que estos resultados “alientan y apoyan el potencial de Falchani para generar otros subproductos, aparte del carbonato de litio”.

Uno de ellos es el sulfato de potasio, que podría ser usado como un fertilizante estratégico para el consumo de Perú y Sudamérica.

Para evaluar el potencial de este negocio, Plateau se encuentra elaborando un estudio del mercado de sulfato de potasio, que “compartirá” en su momento.

Por lo pronto ha firmado un memorando de entendimiento con el trader suizo Ameropa AG para trabajar conjuntamente en la eventual producción, marketing y venta de sulfato de potasio procedente de Falchani, publicó El Comercio días después del descubrimiento.

El ministro Incháustegui recordó que el Perú cuenta con una cartera de proyectos mineros por 57,000 millones de dólares hasta el 2028 y “el gran desafío” es lograr que se puedan desarrollar.

“Los proyectos deben tener un propósito, y eso no pasa solo con el sector minero”, sostuvo antes de afirmar que ahora se busca “no solo generar ganancias para los accionistas, sino también con todos los actores” implicados en el proceso.