Los rubros más perjudicados fueron prendas de vestir, textiles, minería no metálica, siderurgia y metalurgia, pesca, maderas y metalmecánica
Un total de 852 empresas dejaron de exportar productos a mercados internacionales entre enero y julio de este año, informó la Asociación de Exportadores (ADEX).
Según datos del Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales CIEN-ADEX, las microempresas fueron las más afectadas (-634), les siguieron las pequeñas (-166), las grandes (-42) y finalmente las medianas (-10). Asimismo, el stock total de exportadoras fue 5.385 entre enero y julio, cifra que reflejó una contracción de 13,7% frente al mismo período de 2019 (6.237).
ADEX dijo la crisis generada por la pandemia del COVID-19 golpeó fuertemente el comercio exterior. Los despachos peruanos en estos siete meses del año sufrieron una caída de 24,4%. Indicó que la menor demanda mundial y los cambios en los canales de distribución hacen necesario que las compañías peruanas actualicen sus estrategias comerciales y estén a la altura de la nueva normalidad.
Según cifras del Sistema de Inteligencia Comercial ADEX Data Trade, en el caso de los envíos no tradicionales, los rubros más perjudicados fueron prendas de vestir (-41,2%), textiles (-40,6%), minería no metálica (-38,8%), siderurgia y metalurgia (-37,8%), pesca (-36,6%), maderas (-32,8%) y metalmecánica (-31,8%).
El director del CIEN-ADEX, Carlos González, sostuvo que las exportadoras peruanas deben tener en cuenta tres ejes fundamentales para superar las dificultades: identificar mercados objetivo, conocer las reglas de juego actuales y desarrollar nuevas capacidades.
En este contexto, ADEX informó que lanzó ADEX Consulting, con el objetivo de contribuir con la recuperación y desarrollo de los negocios internacionales. Se ofrecerán soluciones y servicios integrales para que los clientes de diversos rubros solo se dediquen a su ‘core business’.
“Nos urge identificar mercados en proceso de recuperación para dirigir hacia ellos nuestra mayor atención. ADEX tiene información del día a día de los potenciales destinos y, sobre todo, información sobre el consumo, gracias a referencias de clientes que están demandando los productos”, dijo González.
Con la propagación del virus SARS-CoV-2 –continuó– los procesos vinculados a la exportación e importación sufrieron cambios significativos, hay nuevos requisitos de seguridad sanitaria y de digitalización de procesos. Los países generaron nuevas barreras para el acceso, las exigencias en materia laboral, ambiental y de propiedad intelectual aumentaron, esto obliga a tener una asesoría legal especializada en comercio exterior.
Asimismo, la búsqueda de nuevos negocios y su gestión requiere de conocimiento en el diseño de nuevas estrategias. “Es necesario capacitarse, las altas exigencias de acceso que tienen los mercados solo se pueden satisfacer si hacemos cambios en los procesos internos. Grandes crisis, nuevas oportunidades; pero también nuevas capacidades”, finalizó.