Según la base de BNamericas, hay 373 obras de infraestructura logística, de transportes y salud activos.
CARLOS ALONSO
La fuerte recesión económica causada por la pandemia de Covid-19 abre nuevamente la necesidad de acelerar las inversiones en infraestructura en Latinoamérica y el Caribe. Esa es la visión que tiene Business News Americas (BNamericas). De acuerdo con su base de datos de proyectos de infraestructura, Chile se ubica en segundo lugar, después de Brasil, en monto total de inversión en infraestructura con US$40 mil millones, pero el país lidera en número de proyectos, ya que se anota 81 iniciativas.
Según la base de BNamericas, hay 373 obras de infraestructura logística, de transportes y salud activos. La cartera total considera una inversión de casi US$300.000 millones.
Una parte importante de este portafolio consiste en proyectos que están en una fase temprana de desarrollo, por lo que su diseño, costo y ejecución en sí variará en el tiempo.
Según el reporte, uno de los sectores más afectados es el aeroportuario, debido al profundo desplome de la actividad aérea y la incertidumbre sobre cuándo retornará a los niveles anteriores a la emergencia sanitaria. El segmento portuario también enfrenta una gran incertidumbre por los cambios que podrían producirse en la cadena global de suministro que afectarán los flujos logísticos.
Más del 40% de los proyectos superiores a US$100 millones que figuran en la base de proyectos de infraestructura de BNamericas corresponde a iniciativas viales, incluidos túneles y puentes. Del total de 158 proyectos, 137 son carreteras urbanas o interurbanas incluidas nuevas rutas, ensanchamientos, pavimentación entre otras; mientras 21 incluyen puentes, viaductos y túneles.
Según el documento, en el segmento vial, Brasil es la gran estrella, tanto por la envergadura de sus iniciativas en concurso como por el interés de los inversionistas. “La Via Dutra, por ejemplo, cuya nueva concesión debe adjudicarse el cuarto trimestre de 2020, considera una inversión de US$4.000 millones. Esta carretera une Sao Paulo con Río de Janeiro”, menciona el informe. Y se añade que empresas como la brasileña EcoRodovías y Arteris -formada por la española Abertis y el fondo de inversiones Brookfield- han manifestado su interés en la licitación.
Chile, por su parte, sobresale por el número de este tipo de proyectos en cartera, con 35 obras. El texto menciona que el país fue pionero en el régimen de concesiones viales en Sudamérica y ya ha entrado en la etapa denominada segunda concesión, es decir, la relicitación de la obra tras haber finalizado el contrato original, la cual considera ensanchamientos, mejoras y recambio de infraestructura. “Un buen ejemplo es la segunda concesión de la Ruta 5, tramo Temuco-Río Bueno y accesos a Valdivia, en la zona sur de Chile, que considera una inversión de US$543 millones para el mejoramiento de 260 kilómetros, ampliaciones, terceras pistas, rehabilitación de calzadas, rectificaciones de trazado, reemplazo de puentes antiguos y tramos de calles de servicio, entre otras obras. Se licitará en el cuarto trimestre”, dice el informe.
La infraestructura ferroviaria representa “el lado pobre” del transporte en América Latina. La base de proyectos de BNamericas recoge 36 iniciativas que suman US$90.943 millones, de las cuáles algunas son obras de gran envergadura y difícil realización, como el Ferrocarril Interoceánico de Honduras, de US$10.000 millones, para conectar el océano Pacífico con el Caribe, o el Tren Eléctrico de Ecuador, de US$17.800 millones. Los dos países donde se encuentran los principales proyectos ferroviarios en desarrollo son Brasil y México. En el primero, además de la extensión en marzo de 2020 de la concesión Malha Paulista, operada por la brasileña Rumo y que promete una inversión de US$1.100 millones, se cuenta en la base de datos con ocho proyectos ferroviarios más que superan los US$100 millones.
Según el estudio, el transporte aéreo en América Latina creció a un ritmo mucho más rápido que el proyectado originalmente por las autoridades, lo que provocó que las terminales aéreas quedaran cortas de capacidad antes de tiempo. “La pandemia del coronavirus cambió bruscamente esta tendencia y hoy hay mucha incertidumbre respecto a cuándo retomará el tráfico aéreo las tasas de crecimiento que exhibía hasta el año pasado. Esto ha sido un golpe importante para los operadores actuales, pero no ha significado la cancelación de proyectos de expansión aeroportuaria en carpeta”, se describe en el informe.
De hecho, la base de datos de BNamericas contabiliza 25 proyectos aeroportuarios por más de US$100 millones en la región, y un total de inversión superior a US$13.000 millones. Los más importantes son la ampliación del aeropuerto internacional El Dorado, en Bogotá, con una inversión de US$3.200 millones, y la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez de Lima-Callao en Perú, con un gasto estimado en US$1.500 millones.
La creciente necesidad de desarrollar obras de infraestructura también alcanza al sector de salud. Si bien muchos proyectos se desarrollan bajo sistemas tradicionales de financiamiento y construcción, varios países de la región han adaptado el modelo de concesiones de obras públicas para la construcción, equipamiento y mantenimiento de hospitales públicos. La base de proyectos de infraestructura hospitalaria de BNamericas agrupa 34 iniciativas de este tipo por más de US$100 millones que aún no entran en fase de construcción.
El principal proyecto es el nuevo Hospital del Niño de Ciudad de Panamá, que demanda una inversión de US$614 millones. La española Acciona se adjudicó el proyecto en junio de este año bajo un contrato que incluye la construcción, equipamiento y mantenimiento del centro. Chile sobresale por el número de proyectos hospitalarios en la base de datos de BNamericas. Se trata de 17 establecimientos que figuran en el plan de infraestructura hospitalaria lanzado por el gobierno a principios del 2019. El proyecto individual de mayor envergadura es la Reposición del Hospital Sótero del Río, de Puente Alto. Su inversión asciende a US$419 millones y se financia con recursos fiscales. El gobierno busca inversiones en hospitales por US$2.500 millones en virtud de este tipo de asociaciones.