Desde 2000 hasta 2018 los gobiernos otorgaron 19.808 concesiones
LAURA SÁNCHEZ
Los dueños de la tierra en México desde hace casi 20 años son los mismos. Su estrategia para preservarse como líderes del sector minero: cambiar de nombre o fusionarse con empresas subsidiarias constantemente.
Quienes se han llevado el mayor número de concesiones mineras son tres grandes corporativos: Industrias Peñoles, del empresario Alberto Baillères González; Grupo México, de German Larrea, y la inglesa Fresnillo PLC, quien también mantiene una alianza con las empresas de Baillères.
De acuerdo con una revisión de las bases de datos y la Cartografía Minera de la Dirección General de Minas de la Secretaría de Economía realizada por MILENIO, desde el año 2000 hasta 2018 los gobiernos otorgaron 19 mil 808 concesiones mineras que se encuentran vigentes y los beneficiados siempre son los mismos.
En el año 2000, durante el sexenio del panista Vicente Fox Quesada, se otorgaron 8 mil 470 concesiones mineras que aún se encuentran vigentes. La empresa que obtuvo el mayor número de permisos fue la compañía minera La Parreña S.A de C.V de Grupo Peñoles con 276.
Esta empresa ha extraído materiales metálicos y no metálicos en los estados de Sonora, Chihuahua y Michoacán y es propiedad del empresario Alberto Baillères González.
La segunda con el mayor número de concesiones fue Industrial Minera México S.A de C.V. Durante el sexenio de Vicente Fox recibió 203 concesiones en estados como Coahuila, Chihuahua, Sinaloa y Guerrero. De hecho fue en una de sus minas, en Pasta de Conchos, Coahuila, donde el 19 de febrero del año 2006 sucedió uno de los accidentes fatales de la minería mexicana.
Ese día quedaron atrapados 65 mineros. Dos meses después la empresa ordenó el cese definitivo del rescate de cuerpos. Esta compañía es propiedad de Grupo México, del empresario German Larrea.
Con base en la los datos de la Cartografía Minera, la tercera empresa con más concesiones durante ese sexenio fue la empresa Metalúrgica Reyna S.A de C.V, filial de la inglesa Fresnillo PLC y dedicada a la extracción de oro en estados como Guerrero, Guanajuato, Durango y Zacatecas.
Aunque en el sexenio de Vicente Fox las concesiones abarcaron 4 millones 491 mil 538 hectáreas, esta cifra se duplicaría durante el sexenio de su sucesor Felipe Calderón Hinojosa. En el análisis de la base de datos de la Dirección General de Minas de la Secretaría de Economía realizada por MILENIO, se encontró que los mismos corporativos del sexenio de Fox recibieron también el mayor número de concesiones mineras durante el mandato de Felipe Calderón Hinojosa, pero a través de otras subsidiarias: Metalurgica Reyna, S.A. De C.V y Minera Penmont, S. De R.L. De C.V, ambas filiales del corporativo Fresnillo PLC e Industria Minera de México, de Grupo México.
Durante el sexenio de Felipe Calderón la primera se llevó 214 concesiones y las otras dos 97 cada una. Fue en este sexenio donde se concesionó el mayor número de hectáreas a estas empresas: 10 millones 272 mil 144, superando por más del doble a su antecesor Vicente Fox.
A la fecha 7 mil 240 concesiones que otorgó Felipe Calderón se encuentran vigentes y fue este quien se ufanó en su informe de gobierno del año 2012: “se emplearon 15.8 días para darles resolución, lo que significó una disminución de 6.5 por ciento en el tiempo promedio para la expedición de concesiones”.
No ha existido otro sexenio donde se hayan otorgado tantas hectáreas para la explotación de la tierra como la de Felipe Calderón, pues durante el sexenio de su sucesor Enrique Peña Nieto, se registró una caída en el otorgamiento de concesiones mineras.
La base de datos obtenida por MILENIO revela que durante el mandato de Enrique Peña Nieto se otorgaron 4 mil 098 concesiones que se mantienen vigentes y durante este sexenio quienes más títulos se llevaron fue Desarrollos Mineros el Águila S.A de C.V, otra subsidiaria de la empresa Fresnillo PLC y de la canadiense Argonaut Gold.
Las otras dos fueron las mineras Real De Ángeles, S.A. De C.V, filial de Minera Frisco y la Minera Saucito, S.A. De C.V, también filial de Fresnillo PLC. Entre 2012 y 2018 se concesionaron 5 millones 173 mil 196 de hectáreas.
Fue durante la administración del priista cuando la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que las cuotas de derechos pagadas por una concesión minera eran simbólicas y contrastaban con los volúmenes extraídos de recursos minerales.
Además que existían deficiencias en la operación por parte de la Secretaría de Economía, respecto de la integración, control y seguimiento del padrón de títulos de concesión, de los pagos de derechos, de los informes técnicos, estadísticos y contables.
El 24 de diciembre del 2019 con un año como presidente Andrés Manuel López Obrador denunció en su conferencia matutina que hubo una “fiebre” minera por parte de sus antecesores.
Dijo que durante “el periodo neoliberal” se otorgaron “concesiones mineras como nunca”. También aseguró que hasta ese día su gobierno no había entregado ninguna concesión para extraer oro, plata, cobre entre otros metales que había bajo tierra en México. De hecho las concesiones mineras sí han caído drásticamente.
Durante la administración de Andrés Manuel López Obrador se han registrado en la cartografía minera 92 concesiones mineras. El reporte abarca de octubre de 2019 hasta enero de 2020, según el mapa cartográfico de la Secretaría de Economía.
LUIS CARLOS VALDÉS
El tema de las concesiones mineras en México se ha malinterpretado y distorsionado: así lo aseguró Fernando Alanís Ortega, presidente de la Cámara Minera de México (Camimex), luego que MILENIO publicara una investigación basada en información de Cartografía de la Minería en México, de la desaparecida Subsecretaría de Minas, de la Secretaría de Economía, en donde se expone el otorgamiento de concesiones en administraciones de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Cuestionado al respecto, Alanís Ortega, destacó la importancia de aclarar aspectos sobre el otorgamiento de concesiones a la minería, y que desde su opinión, resulta ser una información, “que se ha malinterpretado y distorsionado”.
“De acuerdo a la Constitución, todo lo que hay en el subsuelo del Territorio Nacional es propiedad de la Nación, por lo que para extraer, gas, petróleo, agua o minerales por parte de privados, se requiere obtener un permiso por parte del Gobierno que justamente es la concesión”, explicó.
Detalló que una concesión, en el caso de la minería, es un permiso para explorar y en caso de encontrar un yacimiento, poder explotarlo. De ninguna manera se da derecho sobre los terrenos superficiales los cuales pueden tener algún propietario y se tendrá que negociar con el permiso para poder entrar a su terreno y efectuar la exploración, lo cual, normalmente se hace por un convenio en donde la exploradora paga una renta.
Otro dato que destacó, fue el que una concesión no garantiza que se encontrará un depósito. “Se requieren muchos estudios y grandes inversiones de capital y tecnología muy sofisticada para realizar la exploración que normalmente toma entre 15 a 20 años para definir si existe o no un yacimiento y si es rentable explotarlos”. Por lo que de cada 1000 prospectos que se revisan, sale un proyecto. Por eso se requieren grandes extensiones de concesiones para poder hacer una investigación a conciencia.
Sobre el pago de derechos, Alanís Ortega señaló que una concesión causa el pago de un derecho por hectárea que se tiene que es semestralmente al Gobierno y este se incrementa cada año, con el objeto de evitar que se acumulen concesiones para especular. Así mismo, al recibir una concesión, el Gobierno exige que se efectúe una inversión que cada año va aumentando y hay que acreditar ante la autoridad la cual revisa y verifica que sea cierta. Esto es también para evitar especulación. De tal manera que cualquier persona que esté decidida a cumplir los requisitos de pago de derechos e inversión, puede solicitar una concesión, pero debe de cumplir con ello.
El territorio nacional en cifras cerradas cuenta con 200 millones de hectáreas. Las cuales, con datos de la Dirección General de Minas, tienen concesionadas 20.7 millones de hectáreas (10.35% del territorio) de cuales 14.7 millones de hectáreas están en manos privadas y 6 millones con el Servicio Geológico Mexicano del Propio Gobierno. De estas, solo 1.01 millones de hectáreas se encuentran en explotación y el resto en diferentes etapas de exploración.
“En conclusión, es que el Gobierno otorgue concesiones, es la forma más eficiente de aprovechar los recursos naturales dejando que otros corran los riesgos y cuantiosas inversiones de explorar. El Gobierno recibe el pago de Derechos y en caso de encontrarse un yacimiento y se construya una operación, esta pagará impuestos que aportaran al Gobierno. Por cierto la minería es la actividad económica que tiene la mayor tasa de impuestos y derechos, que suman el 55% de la utilidad de las empresas mineras", finalizó.