América Latina es responsable de más del 40% de las nuevas muertes por Covid-19
MICHAEL STOTT
Brasil y México están sacando a América latina de la profunda caída económica provocada por el coronavirus, pero debido a sus debilidades crónicas la región tendrá el peor desempeño del mundo en desarrollo.
América Latina es el epicentro mundial de la pandemia desde principios de junio y responsable de más del 40% de las nuevas muertes por Covid-19 que se producen en el mundo, a pesar de contar con sólo el 8% de la población.
La magnitud de la crisis significó un golpe enorme para economías ya enfermas. Mientras que Brasil y México adoptaron una estrategia de menor intervención en relación al virus, la mayoría de las demás economías de la región se paralizaron con cuarentenas estrictas mucho más prolongadas que las aplicadas en Europa o Asia.
Economías de América latina se recuperan menos por sus problemas crónicos
Eric Parrado, economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo en Washington, dijo que la región es diferente en términos globales porque tiene que lidiar con una "triple parálisis repentina": se detuvo la actividad humana por las cuarentenas y las restricciones de viaje, se redujo el comercio y se registraron salidas de inversiones extranjeras.
La región de "América latina y Caribe en 2020 es como un avión que vuela con dos motores averiados", señaló. "El primer motor averiado está relacionado con todos los problemas económicos preexistentes -crisis social en varios países, baja productividad y crecimiento, y polarización política- y el segundo está relacionado con la pandemia".
Se prevé que el producto bruto interno (PBI) de toda la región se contraerá 8,2% este año, según Bank of America (BOA), desempeño mucho peor que en Medio Oriente, África o Asia emergente. La débil recuperación significará que el año próximo América latina ni siquiera compensará la mitad de la producción perdida, ya que crecerá sólo 3,5%, según BOA.
"Las cuarentenas en América latina fueron eficaces para matar la economía pero no para detener el virus", señaló Marcos Casarin, economista jefe para Latinoamérica en Oxford Economics. "México y Brasil están jugando en una liga propia en cuanto a la reactivación porque suspendieron las actividades lo menos posible y hasta ahora se recuperan más rápido que todos los demás" países de la región.
Las mayores revisiones a los pronósticos han sido para Brasil, donde la mayoría de los bancos espera ahora una caída del PBI de alrededor del 5% este año, en lugar del descenso de 7% u 8% previsto anteriormente. Las proyecciones para 2021 muestran un crecimiento un poco superior a 3%.
Casarin advirtió que, a pesar de haberse recuperado más rápidamente de lo previsto, tanto Brasil como México se enfrentan a un 2021 mucho más difícil. "México quizás se recuperó primero, pero el primer 90% de la reactivación es el más fácil y el 10% restante será una lucha", agregó. "Las condiciones preexistentes empiezan a influir. México no tenía inversión privada hacía ocho trimestres consecutivos cuando llegó la pandemia. ¿La tendrá ahora? No, no la tendrá".
Brasil entró en la crisis con sus finanzas públicas debilitadas y el presidente Jair Bolsonaro debe tomar una difícil decisión en el período previo a las elecciones de 2022: retirar el gasto público adicional que ayuda a la economía a recuperarse rápidamente o seguir gastando a pesar de los crecientes niveles de deuda pública, arriesgándose a que haya una crisis en los mercados financieros.
"Parece ser una opción binaria para Brasil", dijo William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics en Londres. "Si [el ministro de finanzas Paolo] Guedes se queda, habrá austeridad, más reformas y Bolsonaro pierde las elecciones". Si se aplica una política fiscal más blanda, Guedes renuncia y los mercados entran en pánico". No hay un camino intermedio".
Argentina, la tercera economía más grande de América latina, ya estaba en una profunda recesión antes de que el virus golpeara. Decretó una de las cuarentenas más largas del mundo, pero no ha logrado contener la propagación del Covid y la economía sigue en estado de coma, con un PBI que se prevé que caiga 11,5% este año, según las proyecciones de Citibank.
Las otras grandes economías regionales que se cerraron temprano y con fuerza fueron Colombia, Chile y Perú. Esperaban imitar el éxito de Europa en la contención rápida del virus, pero no previeron que las grandes economías informales y los barrios marginales urbanos densamente poblados socavarían esa estrategia en América latina.
Perú fue elogiado internacionalmente por haber suspendido las actividades pronto y de manera muy estricta, y al mismo tiempo haber anunciado una serie de medidas de estímulo para ayudar a los pobres. Sin embargo, el virus igual se propagó por los grandes mercados de alimentos, y su tasa de mortalidad llegó a ser la segunda más alta del mundo después de Bélgica, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Como resultado, la economía de Perú se derrumbó en un 30,2% interanual en el segundo trimestre, una de las peores caídas del mundo. Pero la economía se está recuperando rápidamente y se prevé que crezca fuertemente el año próximo; Casarín cree que estará entre los países latinoamericanos con mejor desempeño económico en la crisis del coronavirus. "Perú invirtió tanto como Brasil en subsidios a hogares y empresas, pero no tenía vulnerabilidades [de deuda] preexistentes y mantenía una buena trayectoria de crecimiento", agregó.
Por razones similares, es probable que Chile salga de la crisis del coronavirus en mejor forma que la mayoría de sus vecinos. Colombia, sin embargo, se verá frenada por la elevada cantidad de muertes por Covid y su débil respuesta fiscal.
Para Parrado del BID, los líderes de la región deben utilizar la crisis del virus como un llamado de atención para abordar problemas de larga data. "Necesitamos nuevas fuentes de crecimiento y necesitamos un crecimiento resistente, inclusivo y sostenible", concluyó.