perforación de 74 pozos, Construcción de 13 locaciones, 51 instalaciones de superficie, 85 ductos, 39 caminos y tres líneas eléctricas
DAVID MOTTURA
No es el momento para grandes inversiones en la industria del petróleo y el gas, eso es bien sabido. La pandemia golpea a toda la economía por una crisis inédita en la demanda que se moviliza menos y está cambiando abruptamente sus hábitos. Sin embargo, las empresas no dejan de pensar hacia adelante, adaptándose a ese contexto y sabiendo que pronto se les pedirá más hidrocaburos.
Es aquí donde entra Rincón del Mangrullo, un área de petróleo y gas convencional que administra YPF en la provincia de Neuquén. Para cuando haya condiciones, se solicitó permiso para distribuir 74 pozos entre ocho PAD a futuro, además de construir infraestructura de transporte y líneas eléctricas. Así se detalla en el Informe de Impacto Ambiental que fue presentado a las autoridades provinciales y al que accedió +e.
La presentación para avanzar con las obras permitirá a Rincón del Mangrullo convertirse en un importante jugador en el segmento de los no convencionales. Basta con ver sus vecinos en el mapa: al Oeste se encuentra nada menos que Fortín de Piedra de Tecpetrol, al Sur otra apuesta de YPF como es La Ribera y al Norte se encuentra con Aguada Pichana Este de Total y La Calera de Pluspetrol.
El plan de desarrollo integral, un trámite formal que hacen las operadoras para armar "el paquete" de sus proyectos, del área consiste en los próximos años de una campaña paulatina de perforación de 74 pozos, la construcción de 13 locaciones, 51 instalaciones de superficie y 85 ductos, además de 39 caminos y tres líneas eléctricas. Todo para la puesta en marcha de pozos no convencionales productores de gas.
Es que en Rincón del Mangrullo existe una historia de pozos que produjeron tight gas. Esta presentación del Estudio de Impacto Ambiental es un trámite formal, puesto que pese a que la pandemia frenó y obligó a recalcular las actividades, los equipos técnicos siguen trabajando en la búsqueda de proyectos que puedan ampliar los portfolios una vez que haya condiciones.
Las instalaciones de superficie implicarían cinco estaciones de control, cuatro unidades de separación primaria (USP), 16 derivadores, 13 trampas lanzadoras y otras 13 rampas receptoras. Tanto estas "facilities" como los pozos se piden en "paquete" gracias a que el Gobierno de Neuquén lo permite, de este modo no se hacen trámites "uno por uno" sino que la operadora pide a largo plazo.
La realidad actual de Rincón del Mangrullo, de acuerdo a los datos públicos de la Secretaría de Energía de la Nación, dan número bastante bajos: produce unos 350 barriles de petróleo por día y arroja 3.300 metros cúbicos de gas cada día. La petrolera estatal hace algunos años evalúa potenciar el área. El DNU 566 primero y la pandemia después frustraron la aceleración.
Si el año pasado muchas operadoras pararon la pelota a los fines de esperar un mejor contexto macroeconómico (se venía un cambio presidencial, el DNU 566 había fallado y se esperaban nuevas medidas en política energética), el 2020 es directamente para el olvido. Un "barril criollo" a u$s 45 no compensa la caída brutal de la demanda. Pero ahí están los equipos técnicos de las empresas, revisando dónde apuntar cuando la crisis del coronavirus relaje o desaparezca definitivamente de nuestras vidas.