Algunas de las cuarentenas más largas del mundo, junto con los costosos programas de rescate, han causado estragos en las finanzas públicas
MICHAEL STOTT Y ANDRES SCHIPANI
América Latina se encuentra en el epicentro de la pandemia de Covid-19. Tiene algunas de las peores tasas de contagios y el mayor número de muertes en el mundo.
Los economistas advierten que la región enfrenta otras malas noticias: sus frágiles economías corren el riesgo de caer en una nueva crisis de deuda aún peor que el último gran estallido de los '80.
El continente ya batallaba con múltiples "condiciones preexistentes" antes de la llegada del virus: crecimiento anémico, sistemas de salud deficientes, bajos ingresos fiscales, altos niveles de endeudamiento y una excesiva dependencia de las exportaciones de productos básicos.
Ahora, algunas de las cuarentenas más largas del mundo, junto con los costosos programas de rescate, han causado estragos en las finanzas públicas. Chile, Brasil y México se encuentran entre los cinco mercados emergentes a nivel mundial que más han elevado su deuda con respecto al PBI este año, según el Instituto de Finanzas Internacionales. La deuda total de Chile creció 30% interanual en el primer trimestre.
América Latina "ya tenía mucha deuda antes de la crisis", dijo a Financial Times José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, y agregó que después de la "brutal realidad" que deja el virus, la región necesitará muchos "mayores recursos y/o un alivio de su deuda".
El endeudamiento público en la región está escalando, lo que asusta a los inversores. "Definitivamente es el elefante en el bazar" del que nadie quiere hablar, dijo Claudio Irigoyen, jefe de investigación latinoamericana en Bank of America, sobre el problema de la deuda. "Las soluciones intermedias en América Latina son mucho peores que en otras regiones. Hay instalaciones sanitarias y sistemas de salud muy poco desarrollados, lo que obliga a imponer cuarentenas estrictas, pero también hay un alto grado de informalidad laboral, lo que significa que no se pueden extender los confinamientos por mucho tiempo porque se corre el riesgo de generar un caos social".
Las economías avanzadas pueden recurrir a los vastos recursos de sus bancos centrales porque tienen monedas fuertes e inversores dispuestos a seguir comprando su deuda. Los países latinoamericanos no cuentan con ese tipo de redes de seguridad y cargan con el peso de una historia de crisis de deuda que se remonta a más de un siglo.
Argentina y Ecuador ya cayeron en default con su deuda externa y están negociando reestructuraciones. Argentina adoptó una postura más agresiva, mientras que Ecuador recibe elogios por su enfoque más consensuado. Pero ninguno de los dos ha logrado un acuerdo con todos los bonistas.
La deuda de Brasil, la economía más grande de la región, se disparó mientras sus precarias finanzas públicas sienten el impacto de la profunda recesión y del fuerte aumento del gasto público. William Jackson de Capital Economics pronosticó que la relación deuda/PBI de Brasil podría trepar a cerca de 100% este año, comparado con el 76% de 2019. "Es una bomba de tiempo", afirmó.
Alberto Ramos, economista jefe para América latina en Goldman Sachs, señaló que Brasil necesita convencer a los inversores de que puede volver a encauzar sus finanzas públicas. "Si se arranca con una posición fiscal muy frágil, se terminará con una posición fiscal aún peor que va a requerir… la señal correcta de las autoridades de que ésto fue solo una expansión excepcional… y que después se adoptará un ajuste fiscal", dijo.
Cuando comenzó la pandemia, México tenía finanzas públicas relativamente sólidas y bajos niveles de deuda. Sin embargo, es probable que la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de seguir adelante con su programa de austeridad, en lugar de elevar el gasto para salvar la economía, profundice la recesión del país e impida su recuperación.
El FMI pronostica que el PBI mexicano se desplomará 10,5% este año, caída que lo convertiría en el mercado emergente más afectado del mundo. Como consecuencia de sus menores ingresos petroleros y del impacto del virus, es probable que la deuda soberana del país pierda su codiciada calificación crediticia de grado de inversión en 2022 a menos que la política cambie, según Morgan Stanley. Colombia, la cuarta mayor economía de la región, tiene políticas públicas más sólidas, pero corre el riesgo de que se rebaje su nota en la primera mitad de 2021 debido a sus débiles finanzas públicas, afirmó el banco.
Según Gurría, que fue secretario de Hacienda de México, los inversores tienen poca tolerancia al aumento de la deuda en los mercados emergentes. "Una vez que un país supera el 50% (en relación al PBI), toman nota; cuando supera el 60%, encienden las señales de alerta y una vez que sobrepasa 70% o 75%..., se disparan todas las alarmas", señaló.
El presidente de Colombia Iván Duque sostiene que las agencias de calificación deberían suspender sus habituales criterios de evaluación para las notas soberanas debido a la pandemia, pero es poco probable que escuchen su pedido. Por el contrario, los inversores probablemente favorezcan a los países que antes del virus habían acumulado superávits para los días lluviosos y están en mejores condiciones para resistir la tormenta.
Perú y Chile son los mejores ejemplos. "La estrategia de financiamiento de Perú antes del Covid era prácticamente una política de cero deuda", dijo a Financial Times María Antonieta Alva, ministra de Economía de Perú. La relación deuda/PBI del país era de 26% a fines de 2019; e incluso después de un generoso plan de estímulo, apenas se pronostica que aumente a alrededor de 30%, agregó.
Eric Parrado, economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo, estima que los niveles promedio de deuda en toda la región subirán de 57% antes de la pandemia a entre 71% y 76% en 2022. Parrado cree que es particularmente preocupante la rapidez con la que acumula deuda . "Lo que importa no es tanto el nivel absoluto de endeudamiento, sino la velocidad con la que aumenta", dijo. "Es como una bala: si la arrojas con la mano, no tiene impacto, pero desde un arma es la velocidad lo que te mata".