El oro es la única materia prima, entre las de referencia, en haber obtenido beneficios durante el primer semestre de 2020. En los últimos doce meses acumula una rentabildiad superior al 25% y acaba de traspasar una importante barrera al subir por encima de los 1.800 dólares por onza. De esta manera, el metal precioso se encuentra en máximos de los últimos nueve años y a solo 29 dólares de romper los máximos históricos logrados en 2012.
En las estimaciones del consenso de mercado recopiladas por Bloomberg , los analistas prevén un ajuste restrictivo de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) hacia fines de nuestro horizonte de estimación.
El promedio de los encuestados por Bloomberg, contempla un incremento de 5 puntos básicos sobre la parte superior del rango de los tipos de referencia de los Fondos de la Fed , incrementándose un 0.3% desde el 0.25% para el segundo trimestre de 2021. Esto es probable que provoque un aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro, lo cual perjudicaría al oro.
Respecto a la inflación, el consenso de mercado prevé que permanezca por debajo del 1% hasta fines del primer trimestre de 2021 y después suba considerablemente hasta el 1.8%, a medida que los cálculos anualizados se incrementan por el efecto base de los precios energéticos ultra-bajos en 2020. En este escenario, contemplamos que el posicionamiento en los futuros sobre oro se mantenga sin variar en los 250.000 contratos netos largos.
"Nuestro modelo indica que sobre el final de nuestro horizonte estimativo, el precio de la onza de oro alcanzaría los 1.900 dólares, recuperando así su récord histórico registrado en mayo de 2011", explican desde la gestora WisdomTree.
En el análisis de la gestora, consideran que los resultados económicos contemplados por el consenso o "nuestra perspectiva in-house de una recuperación económica en forma de U, es probable que el oro esté dirigiéndose a marcar nuevos récords basados en los resultados de nuestro modelo. Simplemente lo hará más rápido si la Fed continúa flexibilizando (como en el escenario en forma de U). La reducción del posicionamiento en los futuros sobre oro podría revertirse fácilmente en caso de que los mercados consideren que aún no estamos fuera de peligro en esta crisis.", señalan.
Finalmente, también advierten de que: "En el escenario bajista, el cual creemos que es el menos probable, el oro podría tirar por la borda todo un año de beneficios asumiéndose que se normaliza rápidamente la política monetaria (y esto no implica que vaya a haber un colapso económico)".
iProfesional
El valor del oro aumentó aproximadamente un 19% en lo que va del año, consolidando su posición como una de las principales clases de activos de mejor rendimiento de 2020, ya que los inversores buscaron lugares seguros para colocar su efectivo en un momento de gran incertidumbre para la economía mundial debido a la crisis del covid-19.
James Steel, analista jefe de metales preciosos en HSBC, uno de los bancos de lingotes de oro más grandes del mundo, señaló a Reuters que los precios "ya estaban subiendo mucho antes de la aparición de covid-19, lo que ha aumentado aún más su impulso al alza".
Los inversores habían invertido un récord de 40 mil millones de dólares en efectivo en fondos respaldados por el metal precioso durante la primera mitad del año.
Según datos publicados por el Consejo Mundial del Oro, las entradas netas a los fondos negociados en bolsa respaldados por oro, alcanzaron los 5,6 mil millones de dólares en junio, llevando las existencias globales a un nuevo máximo histórico de 3.621 toneladas, con un valor de más de 200 mil millones de dólares.
Esto ha alimentado los temores de inflación, que normalmente devaluaría otros activos, y también ha reducido el rendimiento de los bonos del Estado, haciendo que el oro sea más atractivo.
Al igual que otras clases de activos, el oro se vio fuertemente afectado en marzo cuando los inversores se apresuraron a rescatar el dinero invertido en los grandes fondos, quienes a su vez para hacer frente a la demanda de liquidez vendieron casi todos sus activos incluidas las reservas de oro.
Carsten Menke, del banco suizo Julius Baer, indicó: "El temor a nuevos aumentos de enfermos de covid-19 y los temores relacionados con el bloqueo han impulsado la demanda y, por lo tanto, los precios. Esto sugiere que los riesgos de precios a corto plazo siguen sesgados al alza siempre que el virus no esté bajo control".
La pregunta que ahora se hacen los inversores es si el oro superará su récord de 2011 de poco más de 1.900 dólares.
Steel de HSBC, indicó: "Es probable que las incertidumbres sanitarias, financieras y económicas generadas por la pandemia de covid-19 y sus consecuencias sigan apoyando la recuperación del oro hasta 2021, donde los precios podrían alcanzar los 1.845 dólares hacia finales de este año antes de volver a caer a 1.705 dólares en 2021."
La suba del oro se ha reflejado en una caída de los rendimientos reales de los bonos estadounidenses a 10 años, que a -0,8% están cerca de mínimos históricos.
Los fondos cotizados en bolsa que almacenan oro en nombre de estos inversores añadieron 734 toneladas de oro por valor de 39.500 millones de dólares a sus reservas en la primera mitad del año, más que en cualquier año completo anterior.
La analista de StoneX Rhona O'Connell, precisó: "La inversión occidental ha sido el factor clave que ha sostenido los precios y no hay razón para que eso se detenga".
Este aumento de las compras compensó el colapso de la demanda de oro en China y la India, tradicionalmente los mayores compradores, donde la mayor parte del oro se vende como joyas.
El analista de Julius Baer, Carsten Menke, indicó a la agencia de noticias: "La recuperación del crecimiento económico podría aumentar las ventas de joyas, pero también causar que los inversores compren menos, empujando los precios a la baja".
La volatilidad del oro continúa bajando, situada ya cerca de valores que podrían calificarse como habituales entorno a los 12 puntos, lo que significa que la situación del metal se está estabilizando.