Las cámaras que agrupan a las pymes de Vaca Muerta informaron que saldrán a buscar procedimientos preventivos de crisis ante la difícil situación que vienen arrastrando por el impacto de la crisis sanitaria en el sector hidrocarburífero. Las caídas de actividad y, por ende, de facturación llevaron a las empresas regionales al cuello de botella vigente.
"La disposición nuestra es dialogar y encontrar soluciones. Sin embargo, la solución final sería que la actividad se regularice. Mientras tanto, queremos trazar un camino para preservar el empleo. Muchos de nuestros socios no pueden seguir absorbiendo a los trabajadores en stand by", dijo Edgardo Phielipp, vicepresidente de la Federación de Cámaras de Empresas del Sector Energético de Neuquén (Fecene).
A los pagos dilatados y la bajísima facturación, se le suma que algunas operadoras y empresas de operaciones especiales reconocieron sólo el 30 al 40 por ciento de los servicios realizados en marzo.
"Si bien es un problema serio, creemos que vamos a encontrar una solución. Hay que definir nuestras variables y darles horizonte. La ley de inversiones petroleras tiene que salir, así se le suma previsibilidad", apuntó Phielipp. Es que el anuncio de una ley para el sector y el Plan Gas 4 no vinieron con una fecha límite para su aplicación, esto suma imprevisibilidad en el mercado y especulaciones a la hora de movilizar torres y sets de fractura.
De acuerdo a lo que plantean las pymes, durante todo este tiempo sostuvieron los puestos laborales, negociaron deudas con sus clientes -algunas tenían más de seis meses-, tomaron créditos para cumplir compromisos y tuvieron que afrontar el estiramiento de los plazos de pago que llegan en algunos casos a 90 o 120 días. Este último elemento es clave para comprender la situación actual: junio y julio son los meses donde se rinden las facturas de abril y mayo, los peores meses para la actividad.
En abril, por caso, hubo cero etapas de fractura y ningún perforador activo. Más del 80% del personal de yacimiento quedó en stand by y los gremios negociaron sus sueldos. En una primera etapa fue el 60% del neto cobrado en febrero para abril y mayo. En una segunda etapa, algunos gremios replicaron el acuerdo y en el caso de los petroleros de base de la Cuenca Neuquina aceptaron un tope de $60 mil por tres meses con la vuelta de las contribuciones de las empresas para sostener sus servicios sanitarios.
El cálculo de Phielipp es que entre 80 y 100 empresas estarían con problemas financieros y en condiciones de solicitar un procedimiento preventivo de crisis. En la industria de Vaca Muerta hay 850 empresas regionales abocadas a los hidrocarburos. En este escenario de colapso hay pymes de 50 empleados, pero también grandes con más de 150 trabajadores en su nómina. Con el 80% de sus operarios en stand by, hay una situación insostenible a largo plazo.
Los aguinaldos están atravesando para los petroleros caminos diferentes según la empresa. "Estamos con muchas dificultades: no hay caja, sin acceso al crédito o la facturación, no podemos pagar", remarcó Phielipp. Algunas empresas lograron pagar o llegaron a un acuerdo para la primera mitad del sueldo anual complementario, pero sigue la incertidumbre para los trabajadores.
Si bien rige un acuerdo salarial para junio, julio y agosto, lo cierto es que las pymes arrastran una crisis desde el inicio de las medidas por la pandemia. Con más de 100 días sin poder prestar servicios normalmente, el flujo de caja es cada vez más preocupante. A partir de la semana que viene están agendadas reuniones con operadoras petroleras.
El dirigente empresario señaló que en los últimos meses se ha visto un crecimiento de la contratación de servicios e insumos de otras provincias, en lo que calificó de "importación de desempleo" y que iría en muchos casos contra el programa de "Compre Local".
Diario Río Negro
MATIAS DEL POZZI
La fuerte caída en la actividad petrolera puso en jaque a cientos de empresas que buscan maniobras para evitar la quiebra. La federación de cámaras de energía pidió la urgente intervención del Estado.
La Cámara Empresarial Industrial Petrolera y Afines de Neuquén (CEIPA) comunicó que por la fuerte caída en la actividad que atraviesa el sector, las empresas asociadas comenzarán a presentar procesos preventivos de crisis como maniobra para evitar la quiebra de las empresas.
Hace casi tres meses que el sector atraviesa una baja actividad promedio de entre el 50% y en algunos casos hasta el 90% que les hace casi imposible poder sostener los puestos de trabajo y cumplir con sus obligaciones empresariales.
En este contexto es que la Federación de Cámaras del Sector Energético de Neuquén (Fecene) pidió la urgente “intervención del Estado” para poder preservar a las firmas locales y que se adopten medidas rápidamente que den trabajo y agilicen la economía regional.
“La decisión fue tomada de forma conjunta luego de una reunión general con todos los asociados. En la misma se planteó la imposibilidad de continuar cumpliendo con sus obligaciones en los próximos meses dada la dificultad para ajustar sus estructuras de costos y la incertidumbre respecto de los niveles de actividad futura”, expresaron desde la CEIPA a través de un comunicado oficial.
Desde la cámara aseguraron que la pérdida en la facturación que sufrieron las pymes locales producto de la pandemia, obligó a los empresarios a cubrir los gastos corrientes con recursos propios y, en algunos casos, a tomar créditos.
Hace casi un mes el sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa firmó un acuerdo con la Fecene para mantener el pago de salarios al 60% hasta fin de mes. Sin embargo, desde la CEIPA aseveran que sus asociados “no cuentan con los recursos para afrontar pagos”.
“Tampoco tienen capacidad crediticia para continuar endeudándose y además carecen de información precisa sobre una potencial reactivación”, señalaron.
Desde Fecene remarcaron que hay una “posición dominante abusiva” de algunos miembros de la cadena de valor. “Hemos peticionado y propuesto innumerables medidas en todos los niveles. La respuesta no ha sido obtenida en la dimensión adecuada”, sentenciaron.
El reclamo de las cámaras se da a unas semanas de que el gremio que lidera Guillermo Pereyra cerró el acuerdo salarial y de aportes gremiales con las cámaras productoras.
“Exhortamos a todos los representantes políticos a adoptar esta causa como propia. Caso contrario es la licencia social la que sufrirá”, concluye el comunicado que envió la Fecene.