Desarrollado por la UTE que conforman las firmas IMPSA, Obras Andinas SA, CEOSA y el gigante estatal chino Sinohydro
PATRICIO ELEISEGUI
Desde socios de José Luis Manzano a la familia de Enrique Pescarmona, pasando por un gigante estatal chino. En medio de la polémica por las críticas a la falta de estudios de impacto ambiental rigurosos, y la fuerte oposición de los gobiernos de La Pampa, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, finalmente Mendoza avanzó con la licitación de la represa hidroeléctrica de Portezuelo del Viento y todo quedó a pedir del único oferente que presentó propuestas a fines de la semana pasada.
Así las cosas, y de no ocurrir ninguna rareza, el emprendimiento en cuestión -mencionado en Cuyo como "la obra del siglo"- será desarrollado por la UTE que conforman las firmas IMPSA, Obras Andinas SA, CEOSA y el gigante estatal chino Sinohydro. Entre agosto y noviembre se conocerá con exactitud los detalles de cómo la UTE en cuestión, de cumplir con todos los requisitos fijados en los pliegos, iniciará las tareas.
El proyecto en cuestión, valuado en más de 1.000 millones de dólares, comprende la instalación de una central hidroeléctrica a construir sobre el Río Grande, en el departamento cuyano de Malargüe. Como expuso iProfesional recientemente, la iniciativa es resistida por La Pampa, Buenos Aires, Río Negro y Neuquén en tanto le otorgará a Mendoza el dominio estratégico de toda la cuenta del río Colorado.
"Las empresas que conforman la UT diseñaron un esquema que permitió presentar una oferta con más de 80 por ciento de contenido local. Se firmaron subcontratos con más de 50 pyme mendocinas y se prevé la incorporación de más empresas locales a lo largo de la construcción de la represa a través de cuatro anillos concéntricos de subcontratación, generando puestos de trabajo para más de 20.000 personas y una amplia integración de la industria y servicios locales", indicaron desde IMPSA a iProfesional.
"El consorcio trabajó durante diez meses en la preparación de su oferta. Participaron 100 personas, con una inversión de más de 2 millones de dólares. Las limitaciones de la pandemia que afectaron a Asia y luego a Occidente no impidieron la preparación no solo de las ofertas Básica y Alternativa Obligatoria indicadas en el Pliego, sino también la generación de seis Variantes, cumpliendo los plazos y requerimientos", se añadió.
Precisamente en el seno de esa compañía, la ausencia de competidores en la apertura de sobres que tuvo lugar el último viernes en Mendoza encendió más de una celebración. La firma, cuyo 35 por ciento del capital continúa en poder de Pescarmona, vuelve de esta forma a tallar en un proyecto de gran envergadura luego de una crisis financiera que la colocó al borde de la quiebra.
Tras acumular una deuda cercana a los 1.200 millones de dólares, IMPSA comenzó a ser administrada por ex acreedores desde hace algo más de dos años. La compañía había arrancado el 2020 buscando nuevos inversores, pero el contexto de pandemia obligó a posponer la intención para más adelante.
La iniciativa es resistida por La Pampa, Buenos Aires, Río Negro y Neuquén en tanto le otorgará a Mendoza el dominio estratégico de toda la cuenta del río Colorado.
Obras Andinas SA, otra integrante del consorcio, pertenece a Omar Álvarez, un empresario que mantiene asociaciones con José Luis Manzano en el ámbito de los medios de comunicación mendocino. Sin ir más lejos, a principios de este año relanzaron el canal 6 Telesur de la ciudad de San Rafael.
Además de controlar un amplio abanico de emisoras y sitios Web informativos a través de Medios Andinos, Álvarez interviene en obras de electricidad y comunicaciones a través de la firma que ahora se encamina a quedarse con Portezuelo del Viento.
En cuanto a CEOSA, la empresa es propiedad de Fernando Porretta, un inversor marcado por la polémica: en 2018 resultó investigado por la Oficina Anticorrupción y la Justicia Federal en Buenos Aires por presuntos actos de corrupción. En ese momento, se lo vinculó a supuestas maniobras para quedarse con licitaciones de proyectos -entre los años 2010 y 2015- cotizados en más de 1.500 millones de pesos.
Sólo en Mendoza y durante ese período, Porretta llevó a cabo iniciativas como la construcción de una cárcel federal, el estadio de la villa olímpica, la doble vía Luján-Tunuyán, la recuperación del hotel Potrerillos y el metrotranvía, entre otros emprendimientos.
Por último, Sinohydro es una estatal china del rubro de la ingeniería y la construcción que ya posee negocios en la Argentina. Por ejemplo, el año pasado logró quedarse -en consorcio- con la construcción de El Tambolar, una central hidroeléctrica en San Juan que demandará una inversión superior a los 480 millones de dólares.
En su país de origen, el gigante en cuestión controla más de 45 unidades orientadas justamente a la construcción y casi 60 empresas de electricidad. Factura, en términos anuales, cerca de 60.000 millones de dólares y ostenta un plantel de operarios y técnicos del orden de los 220.000 empleados.
El emprendimiento comprende el desarrollo de un embalse de casi 200 metros de altura por 500 de largo sobre el Río Grande.
Portezuelo del Viento es una central hidroeléctrica pensada en la década de los '50 que pasó al olvido tras el derrocamiento de Juan Domingo Perón. A fines de los '60, una serie de obras de riego desarrolladas en el sur de Mendoza devolvió el interés por el proyecto.
Pasaron casi 40 años hasta que se retomó la idea de abrir una licitación. Pero distintos tironeos entre los gobernadores en tiempos del kirchnerismo derivó en una parálisis que recién ahora podría verse superada.
El emprendimiento comprende el desarrollo de un embalse de casi 200 metros de altura por 500 de largo sobre el Río Grande, el cual estará dotado con una potencia instalada de 210 megavatios. La obra contempla la modificación de una parte de la traza de la ruta nacional 145 y la instalación de una línea de alta tensión con llegada a Malargüe.
La central generará alrededor de 890 gigawatts de energía al año, cantidad suficiente para abastecer a unos 130.000 hogares. Se estima que el desarrollo total de la megaobra demandaría trabajos sostenidos por un lapso de al menos cinco años.
Desde el gobierno cuyano indicaron a iProfesional que sólo el plan Portezuelo del Viento generará 3.500 empleos directos y alrededor de 7.500 indirectos. La UTE que presentó su oferta el último viernes amplió el número a 20.000.
Especialistas consultados indicaron que Portezuelo del Viento operará como la segunda instalación para la regulación de caudales en esa región de la Argentina. En el área ya se encuentra en funcionamiento Casa de Piedra, proyecto que "toca" las jurisdicciones de La Pampa y Río Negro.
De activarse, la construcción de la represa generará que la localidad de Las Loicas quede bajo el agua, por lo que sería relocalizada en algún punto al sur del futuro lago.