CARLA CABELLO
El inicio de proyectos de construcción en el país se estancó. El estallido social, que se originó el 18 de octubre, y luego la crisis sanitaria, llevaron a las compañías del rubro a revisar sus planes para este año.
Las primeras señales de este frenazo ya se veían desde el primer trimestre, cuando la decisión de postergar la construcción de iniciativas nuevas afectó a la mitad de los proyectos que, en promedio, comienzan su etapa de construcción en un mes normal, que de acuerdo con las cifras de los últimos meses alcanzan unas cincuenta en promedio.
Pero ya en abril la situación se complicó mucho más. Según datos de iConstruye -plataforma digital ligada a la Cámara Chilena de la Construcción, el inicio de proyectos nuevos cayó 86% en abril en relación al mismo mes del 2019. Ese mes, apenas 9 iniciativas comenzaron su construcción a nivel nacional, versus 65 de igual mes del año anterior. En mayo, en tanto, la caída fue más abrupta, de 92%. Durante el mes pasado solo 6 proyectos partieron su construcción. La cifra es muy inferior a las 74 obras que se registraron en mayo de 2019.
Así, en los meses de abril y mayo el ingreso de nuevas obras registró una caída de 88%.
Y la actividad no lo logra repuntar. Hasta el 18 de junio un total 10 obras nuevas se habían iniciado, de las cuales solo 1 está ubicada en la Región Metropolitana. Las cifras están lejos del promedio de la industria previo a la pandemia del Covid-19, de 50 por mes.
Por otra parte, el impacto que la emergencia sanitaria está teniendo en el sector de la construcción es mayor al que tuvo la crisis social. En noviembre del año pasado, tras el estallido social, se iniciaron 25 proyectos nuevos, lo que significó una caída de 46%. En diciembre, la cifra de obras nuevas aumentó a 38, mientras que en enero y febrero, se elevó a 56 y 49 iniciativas, respectivamente. En marzo se mantuvo en niveles similares. Ese mes, un total de 47 iniciativas comenzaron obras, versus 91 de marzo del año anterior.
Sumando todo el primer trimestre de este año, la disminución del inicio de proyectos nuevos fue de 45%, si se compara con igual periodo de 2019.
“En la medida que no exista mayor claridad sobre los levantamientos de las medidas sanitarias, y una mayor certeza de poder trabajar con algún grado de continuidad, se ve difícil un cambio en la tendencia en el corto plazo”, dice Pedro Pablo Mir, gerente de Estrategia y Desarrollo de IConstruye.
“Se ve difícil una recuperación a esos niveles en el mediano plazo, en especial en el ámbito inmobiliario. Si bien las medidas anunciadas la semana pasada por la CChC vienen a apoyar que la caída no sea tan grande no creemos vayan a ser suficientes para cubrir toda la caída en inversión a la fecha”, añade.
El sector también se ha visto afectado por las limitaciones de circulación desde o hacia las faenas. De esta forma, a la postergación de inicio de nuevas obras y la paralización de aquellas que se encontraban en faenas previo a las cuarentenas obligatorias, se suma una disminución de las transacciones de materiales en el sector.
Cifras de iConstruye revelan que una fuerte caída en el nivel de transacciones realizadas durante abril y mayo. Las órdenes de compra, que considera por ejemplo insumos de materiales entre otros, es un indicador clave para observar el movimiento de la industria y da cuenta del estado del sector.
Aunque durante marzo el número de órdenes de compras es similar al observado en enero y febrero, a partir de abril bajaron fuertemente, ubicándose en 76 mil transacciones. El promedio de los últimos doce meses había estado en 108 mil transacciones mensuales, lo que se traduce en un retroceso de 29%. En mayo, en tanto, bajaron en un 43%.
Adicionalmente, los montos involucrados también disminuyeron, pasando de un promedio de $204.000 millones mensuales a $137.600 millones en abril y $111.142 millones.
Venta de viviendas. En tanto, el último informe de la CChC sobre ventas inmobiliarias, dado a conocer a inicios de mes, daba cuenta que en abril la venta de viviendas cayó 66,4% respecto a igual mes del año anterior, como resultado de una contracción de 73,2% en la comercialización de departamentos y de 40,6% en la de casas.
Se trata del peor registro desde diciembre de 1998, en plena crisis asiática. En total, se vendieron 606 departamentos y 357 casas.