El viernes fue posesionado Jorge Oropeza como nuevo ministro de Minería, con lo cual pasó a constituirse en la autoridad número 67 con ese rango desde el primer gobierno de Víctor Paz Estenssoro (1952-1956).

El exministro de Minería, Jorge Espinoza en una reseña histórica reciente recordó que a pesar de que la  minería fue el sostén de la economía del país hasta casi fines del siglo XX, en la estructura del gabinete no hubo ministerio de minería hasta el 17 de mayo de 1936, en que el gobierno con espíritu nacionalista del Gral. David Toro creó esta cartera, con la denominación de Ministerio de Minas y Petróleo.

Esta cartera se eliminó durante los siguientes gobiernos. Es de suponer que la Gran Minería (Patiño, Hochschild y Aramayo), por convenir a sus intereses y evitar un control más estrecho a sus actividades, presionó primero para que no exista esta cartera y después para que se la eliminara, señala Espinoza.

Paz Estenssoro repone el Ministerio y en su primera gestión estuvieron al frente Juan Lechín Oquendo, Mario Tórrez y Severo Vargas. Esa cartera de Estado estuvo vigente hasta la primera gestión de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997) que la suprime y la convierte en Secretaría.

Luego fue Viceministerio y es en la gestión de Carlos D Mesaque se restituye el Ministerio.

Espinoza señala que en promedio en los cerca de 62 años de funcionamiento del Ministerio (descontando los años que se lo suprimió) los ministros permanecieron en el cargo en un promedio aproximado de 11,4 meses, lo que impidió desarrollar políticas mineras coherentes. “No hay una política minera sólida todo gira en torno a la  coyuntura, en los últimos años e  incluso en esta gestión de Gobierno se nombran ministros vinculados a sector cooperativista, que es el sector más fuerte con más  de 120.000 afiliados”, precisó.

Pero sobre todo lo que falta es impulsar la exploración minera en el país.  “Se ha hecho poco, la Constitución tiene dos problemas insalvables, primero  las concesiones antes se podían transferir, ahora sólo se reconocen derechos en un área determinada y segundo, se eliminó el arbitraje internacional. En esa condiciones ningún inversionista se anima a venir”, observó.

 
El problema de la falta de exploración, según Espinoza es que varios de los yacimientos mineros del país están en fase de declinación, incluidos aquellos que operan cooperativas.

“San Cristóbal es posible que  explote hasta 2024, lo mismo que Manquiri y la producción de Glencore en las minas Bolívar y Porco decayó y si no hay buenos precios puede desistir, ya se fue Orvana que operaba la mina Don Mario”, advirtió.

Espinoza sostuvo que es muy difícil impulsar política minera  por las presiones que se ejercen desde los sectores.