Durante el período de aislamiento alrededor del 44% del PBI se mantuvo en funcionamiento
Luego de dos meses de haberse mantenido paralizados los sectores no esenciales, desde mediados de mayo se observaba una recuperación en el consumo de electricidad -un proxy de la actividad económica-, observándose incluso que este rebote fue más marcado en la última semana, reflejando el gradual reinicio de actividades. No obstante, el retraso en la aprobación de protocolos sanitarios habría impedido alcanzar la meta para fines de mayo: PBI operando al 69% de su capacidad.
Según estimados del Ministerio de Economía (MEF), durante el período de aislamiento social obligatorio (cuarentena), alrededor del 44% del Producto Bruto Interno (PBI) se mantuvo en funcionamiento. La paralización de la actividad económica generó una caída de 16% en el PBI en marzo y, según nuestro estimado, de más de 30% en abril. Además, entre febrero y abril se perdieron 1.2 millones de empleos -formales e informalesrespecto al mismo período del 2019, según el INEI.
A inicios de mayo el gobierno anunció un Plan de Reanudación de Actividades de cuatro fases. La meta al final de la fase 1 era que la actividad económica alcanzara el 69% del PBI. Sin embargo, el proceso es lento por los requisitos y protocolos demandados por el gobierno y es poco probable que se haya alcanzado esta meta. Para operar, las empresas tenían que cumplir primero los lineamientos generales COVID-19 del Ministerio de Salud (MINSA) y, luego, con protocolos sectoriales específicos para cada industria, un proceso protocolar difícil, a veces burocrático.
Dadas las observaciones ante estas dificultades, voceros del Ejecutivo han señalado que se va a flexibilizar las condiciones de reapertura y poner énfasis en el cumplimiento de las normas sanitarias ex post. De concretarse este anuncio, aún es posible alcanzar la meta de que el PBI trabaje cerca al 95% de su nivel pre COVID-19 al final de la fase 4, prevista para fines de agosto, (ver gráfico).
La fase 1 empezó el 11 de mayo y tiene como meta hacer que la actividad económica alcance el 69% del PBI a fin de mes. Para ello se autorizó el reinicio de 27 actividades productivas, destacando entre las principales: gran minería, pesca industrial, proyectos de infraestructura e inmobiliarios priorizados, industria metalmecánica, servicios de restaurantes a domicilio y comercio electrónico de bienes para el hogar.
La evolución del consumo de electricidad nos muestra que la actividad económica se ha empezado a recuperar desde mediados de mayo (ver gráfico). En abril la producción de electricidad -un proxy del PBI- registró una caída de 30% respecto a un año atrás. En mayo el retroceso promedio fue de 25%; sin embargo, si analizamos sólo la última semana del mes la caída se redujo a alrededor del 18%, lo que reflejaría la gradual recuperación de la actividad económica.
Cabe anotar que la producción y el consumo de electricidad son equivalentes -la energía no se acumula- y que la data presentada en el gráfico corresponde al Comité de Operación Económica del Sistema (COES) que representa alrededor de 95% de la energía eléctrica producida en el país -la diferencia corresponde a auto productores-.
A nivel sectorial, considerando el consumo de electricidad de los clientes libres reportado por el COES -que representa cerca del 60% de la demanda total de energía- se observa un gradual incremento del consumo de electricidad de todas las actividades económicas, destacando minería -el sector de mayor consumoy construcción (ver gráfico). De otro lado, hasta el mediodía de hoy, el Sistema Integrado para COVID-19 (SISCOVID-19) del
Ministerio de Salud aprobó los planes sanitarios para el reinicio de operación de 10,086 empresas. La mayoría están bajo la supervisión del Ministerio de Producción, seguido del Ministerio de Salud y Transportes y Comunicaciones (ver gráfico).
En lo que se refiere a la minería, durante la fase 1 se vienen reanudando paulatinamente las operaciones de la gran minería que comprende 22 empresas y 39 unidades mineras. La gran minería aporta el 95% de la producción de cobre, el 65% de la plata, el 62% del zinc y el 26% del oro, según la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
Además, Marcobre, propietario del proyecto de cobre Mina Justa presentó la solicitud de reinicio de obras. Según el plan de reapertura, la mediana minería iniciaría en junio, la pequeña en julio y los productores artesanales en agosto.
El sector de pesca industrial también fue incluido en la fase 1. Así, la primera temporada de pesca de anchoveta en la región centro-norte arrancó el 13/05, estableciendo Produce una cuota de 2.41 millones de toneladas. Si bien la campaña empezó con ciertas restricciones -inicialmente se autorizó a operar sólo con el 60% de la flota-, las capturas se han venido incrementando, registrándose en mayo con un desembarque superior a las 400 mil toneladas de anchoveta.
En el sector construcción y saneamiento, hasta el momento se ha aprobado a 484 empresas a reiniciar operaciones. Al respecto, cerca de 1,200 proyectos inmobiliarios presentaron su solicitud de reactivación, de los cuales se aprobaron casi 300, según el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS). Además, en la fase 1 se incluyó 56 proyectos de
transporte, 36 obras de saneamiento, proyectos del Plan Nacional de Infraestructura (PNIC) y de la Autoridad para la Reconstrucción con cambios (ARCC).
El sector industrial es el que ha registrado el mayor número de solicitudes de reapertura (ver gráfico). Según cifras del Ministerio de la Producción (Produce) la mayoría pertenecía al rubro de restaurantes y hoteles -para recojo en local y entrega por delivery-, seguido de comercio electrónico de bienes para el hogar, industria metalmecánica, textil y confecciones, servicios de tecnología de información, entre otros (ver gráfico).
La fase 2 del plan de reanudación está prevista para inicios de junio. Sin embargo, luego de la ampliación de la cuarentena hasta el 30 de junio, voceros del gobierno señalaron que iban a implementar medidas para flexibilizar el proceso de reapertura a cambio de fortalecer la fiscalización sanitaria post reapertura.
Además, se adelantó para la última semana de mayo el reinicio de algunas actividades previstas para la fase 2 (junio), entre ellas: el servicio de reparto a domicilio vía aplicativo y la venta a través del comercio electrónico de prendas de vestir, calzado, electrodomésticos, útiles escolares, etc. Finalmente, se autorizó el trabajo a domicilio de los servicios profesionales de peluqueros, gasfiteros, electricistas, jardineros, carpinteros, así como con la atención en consultorios -previa cita para evitar aglomeraciones- de odontólogos y veterinarios.