Una verdadera batalla ha estallado en el mercado del gas natural licuado (GNL), donde los proveedores están tratando de mantener su posición en medio de precios bajos récord y una demanda débil. Los expertos analizan qué países están ganando esta contienda y quién sale perdiendo.
El aumento de la competencia en el sector de gas se produce en medio de la crisis del COVID-19 y la consiguiente caída de la demanda.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), en el primer trimestre de 2020 el consumo mundial de gas disminuyó en más del 3% y para finales del año se prevé una reducción en un 5% por primera vez en 10 años.
Sin embargo, el volumen del comercio de GNL en todo el mundo aumentó un 13%, según la AIE.
"A pesar de una fuerte disminución de la demanda debido a la pandemia del virus, los principales países productores de GNL no han reducido la producción en un intento de aumentar sus cuotas de mercado", comentó el principal analista de Veles Capital, Alexandr Sídorov.
El pasado 25 de mayo, el ministro de Energía ruso, Alexandr Nóvak mencionó una creciente competencia de los proveedores de GNL en los principales mercados en condiciones de precios bajos.
Según AGSI+, al 28 de mayo las instalaciones de almacenamiento de gas en Europa estaban casi un 72% llenas. En 2015-2018 la cifra era inferior al 40-50% a finales de mayo, y en 2019, alcanzaba un 60%.
"En esta situación, todos los productores de GNL entienden que tarde o temprano esta ventana de ventas de gas se cerrará en 2020. Así que empiezan a luchar por este mercado", señaló Alexéi Grómov, director de energía del Instituto de Energía y Finanzas de Rusia.
Actualmente, los productores de GNL tratan de competir y ofrecen descuentos para contratos a largo plazo.
Parece que Catar ocupa buenas posiciones en esas condiciones, opinó Grómov.
"De hecho, tiene uno de los costos más bajos de GNL y cuenta con el apoyo del Gobierno. Por lo tanto, los cataríes están dispuestos a vender el GNL a prácticamente cualquier precio", explicó el analista.
Pero Catar no es el único país que tiene bajos costos de producción: la empresa rusa Novatek también cuenta con esta ventaja y la convierte en la base de su estrategia en el mercado mundial, dijo en abril Mark Gyetvay, vicepresidente del Consejo de Administración de la empresa.
Y "si Yamal LNG está fuera de la zona de rentabilidad, el Gobierno no abandonará la compañía y también asegurará su capacidad de permanecer en el mercado", opinó Grómov.
Mientras tanto, los países cuyos proyectos de GNL se basan en las condiciones de mercado, son los que realmente podrían perder esta batalla, dijo el analista.
En cuanto a Gazprom, la empresa también sufre el impacto de un exceso de oferta, pero es poco probable que afecte a su posición como proveedor clave de gas a Europa, dijo Dmitri Marínchenko, jefe del grupo de recursos naturales y productos básicos de Fitch. Además, el gas de Gazprom es más competitivo que el GNL de EEUU, cuyo gasoducto de suministro a Europa está actualmente bajo la mayor presión.
De acuerdo con Grómov, los bajos precios en el mercado mundial de GNL durarán al menos dos años.
"Es decir, seguro que los años 2020-2021, y lo más probable es que la primera mitad de 2022 también se mantendrán los precios bajos", concluyó el experto.