Los gobiernos de Filipinas y Tailandia han pedido a industrias paradas volcarse a otras actividades, entre ellas a minería
La crisis económica posterior a la epidemia de Covid-19 se va a cebar en muchos países cuyas economías dependen de los sectores más afectados por las medidas restrictivas, como el turismo. Ello puede provocar que los gobiernos de estos países comiencen a mirar con mejores ojos a la industria minera del oro, que puede convertirse en el salvavidas de muchas economías en peligro.
Las medidas de contención adoptadas en todos los países para evitar la propagación del virus Covid-19 han afectado a todos los sectores económicos, incluyendo el minero. Recientes informes han revelado el impacto que el parón de la actividad minera en países como México, Sudáfrica y Canadá puede tener en la cifra de producción a final de año, especialmente en el caso de la industria de la plata.
Sin embargo, esta crisis puede convertirse también en una oportunidad para las compañías mineras. Como señala a Kitco News el analista de bolsa Chen Lin, autor de la newsletter Chen Picks, la pandemia puede provocar que muchos países adopten una mejor predisposición hacia la actividad minera.
Según Lin, países como Tailandia y Filipinas han visto cómo sus importantes sectores turísticos se desplomaban a causa de las restricciones obligadas por la epidemia de coronavirus. Ello ha obligado a sus respectivos gobiernos a volverse hacia otras industrias en busca de recursos económicos y empleo para sus ciudadanos.
“Esto no significa que los países de repente se hayan vuelto partidarios de la minería; más bien, son partidarios del empleo generado por esta industria”, aclara el analista.
El hecho es que las compañías mineras de oro están capeando mejor la crisis, gracias a que el precio del oro ronda los 1.700 dólares la onza, lo que les ha permitido aumentar sus márgenes y su flujo de caja. Gracias a ello, el sector se ha convertido en un objetivo muy atractivo para los inversores.
El alto precio del oro está disparando la rentabilidad de las principales compañías mineras, al tiempo que las más pequeñas también están empezando a registrar buenas cifras.
“Por fin se está viendo algo de movimiento en el sector. Me alegra ver que se está incrementando el ritmo de adquisiciones. Muchas de las principales mineras van a registrar su punto máximo de producción en los próximos años, así que van a tener que mejorar su cartera de proyectos futuros”, advierte Lin.
De momento, la actividad en el apartado de fusiones y adquisiciones del sector minero está repuntando. No hace mucho, Fitch Solutions publicaba un informe en el que vaticinaba un aumento de las fusiones en el sector minero del oro a partir de 2020.
Es el caso de la compra de la estadounidense Alacer Gold por parte de la canadiense SSR Mining, o de la fusión entre Gold X Mining, Guyana Goldfields y Gran Colombia Gold. Unas operaciones que aumentan la confianza de los inversores en el sector del oro.
“Espero ver más adquisiciones y, con suerte, alguna batalla de pujas. Todo ello puede animar a las compañías pequeñas y medianas”, asegura Lin.