Las ventas del meta en 1T 2020 bajaron a 65,2 millones, concretando así una caída del 7,4 por ciento
JOSUÉ HINOJOSA
Ante el refuerzo de las medidas de bioseguridad para evitar el aumento de contagios de coronavirus, un analista prevé el aumento de la demanda de algunos minerales, como el estaño, que es utilizado en la fabricación de envases de alimentos y equipamiento médico, lo que podría significar el incremento de las exportaciones bolivianas de este mineral.
Sin embargo, otro especialista dice que la demanda de estaño para la fabricación de envases de alimentos es limitada porque está siendo reemplazado por el aluminio, además de que el principal mercado del mineral es la industria electrónica, que lo utiliza en la fabricación de celulares, tabletas y computadoras.
La exportación de estaño como la de otros minerales ha sufrido las consecuencias de la caída del precio internacional. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), al primer trimestre de 2019, las ventas externas de estaño metálico alcanzaron un valor de 70,4 millones de dólares, pero en similar periodo de 2020 bajaron a 65,2 millones, concretando así una caída del 7,4 por ciento.
La reducción del valor de las exportaciones de estaño está directamente relacionada con la disminución de su cotización internacional. Según datos del Ministerio de Minería y Metalurgia, en mayo de 2019, la libra fina de estaño costaba 9 dólares, mientras que a mayo de 2020 bajó a 6,9 dólares, concretando un descenso de al menos 23 por ciento.
No obstante, el economista Germán Molina considera que las exportaciones de estaño pueden aumentar a raíz de una mayor demanda de envases de alimentos y equipamiento médico, en los que se utiliza este mineral como materia prima, aunque aclara que no será un incremento espectacular.
“A mediano plazo, sí se va a ver esa demanda, que se incrementaría con destino a poder cubrir la demanda de equipamiento de equipo y maquinaria, principalmente para el sector sanitario. En ese entendido, habría una forma de que puedan mejorar los precios, así como está sucediendo con el petróleo, pero no va a ser un alza espectacular, sino que va a haber movimiento al alza, pero moderado”, explicó Molina.
Indicó que el cambio del titular de la cartera de Minería y Metalurgia tiene relación con esta tendencia del mercado. “El anterior Ministro era un cooperativista y han puesto a una persona que ya es del área, que tiene formación”, aseveró.
Por otro lado, Molina manifestó que, aunque el mundo está encaminado a una economía digital, Bolivia deberá depender algunos años más de la venta de materias primas, como minerales, hidrocarburos y productos agropecuarios, de modo que es importante adoptar medidas en favor de estos sectores.
En opinión del analista en minería y expresidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Héctor Córdova, el estaño tiene su principal mercado en la industria electrónica, que lo utiliza para la fabricación de celulares, tabletas y computadoras. Mencionó que la demanda del mineral para la producción de envases es limitada, puesto que, incluso, está siendo reemplazado por el aluminio en la mayoría de los países.
El especialista agregó que la demanda de estaño para la fabricación de envases no crecerá considerablemente, pero sí para la industria electrónica.
Por ello, considera que Bolivia debe aprovechar su condición de gran productor de indio y estaño para producir dentro del país por lo menos el insumo básico para los celulares, tablets y celulares, lo que generará mejores ingresos con relación a la exportación de materias primas.
“En el tema de la hojalata, la sustitución con aluminio es brutal porque está ya prácticamente en todas las bebidas. Yo no creo que haya una oportunidad en este ámbito para nosotros”, agregó.
La producción de estaño en Bolivia, según Córdova, llega a unas 20 mil toneladas por año. Desde la creación de la Empresa Metalúrgica Vinto (EMV), casi la totalidad de la producción es destinada a la exportación, pues el mercado interno consume entre 20 y 25 toneladas.
Han pasado dos años desde que la compañía estadounidense Apple excluyó a la EMV de su lista de proveedores luego de conocer una denuncia de la revista británica Metal Bulletin que afirmaba que la estatal boliviana incorporaba el trabajo de niños en su cadena de valor.
Según Córdova, Apple era el principal cliente del estaño boliviano y, además de dejar de comprar, propició que otros clientes de la EMV sigan el mismo camino, lo que ocasionó una importante crisis en la empresa metalúrgica boliviana.
“Ahora ha tenido que recomenzar de cero prácticamente, buscando mercados, tratando de conseguir la credibilidad que tenía antes de esa denuncia terrible y ahí está todavía”, dijo el analista.
El expresidente de la Asociación Nacional de Mineros Medianos de Bolivia, Humberto Rada, considera que el país debe apostar por la industrialización del litio hasta llegar a la fabricación de baterías, sobre todo porque Chile y Argentina, sus principales competidores que poseen importantes reservas, no atraviesan por un buen momento a consecuencia de sus conflictos sociales.
Rada, en entrevista online con la Fundación Milenio, el pasado 14 de mayo, dijo que éste puede ser un gran momento para atraer inversiones, aunque también es necesario cambiar algunas normas.
“Bolivia tiene que institucionalizar, mostrar una cara atractiva al inversionista extranjero, de tal manera que éste tenga confianza de que, si viene acá, se le van a respetar las reglas del juego por mucho tiempo; si queremos ir hacia adelante con la industria del litio, debemos tener una política de atracción de inversiones extrajera muy potente”, explicó.
Rada dejó en claro que la industrialización del litio representa una importante oportunidad para generar ingresos para el país, pero sugirió, en principio, destrabar algunos elementos que limitan la inversión extranjera en la industria extractiva del litio.
Mencionó que es necesario revisar normas como la Ley Minera con la finalidad de dar estabilidad jurídica al inversionista que posee tecnología, capital y recursos humanos.
