En 2019 MINING TECHNOLOGY (portal de internet que publica información referente a la minería en el mundo) publicó un ranking de yacimientos de litio y México apareció como cabeza de la lista del yacimiento de litio más grande del mundo. Ubicado en Bacadéhuachi, Sonora, cuenta con reservas probadas y probables de 243.8 millones de toneladas. Esta noticia convertía a México en el centro de atención, pues lo coloca como una potencia en la producción del nuevo oro blanco.
El litio es un elemento químico utilizado para la fabricación de diferentes productos, como las baterías y otros aditamentos de celulares, computadoras, automóviles eléctricos, aeronaves, naves espaciales, submarinos, etc. El litio es el componente fundamental para el desarrollo científico, tecnológico y militar, así que, quien asegure su suministro tendrá muchas ventajas. Ahora, naciones de todo el mundo se afilan las garras para llevarse la rebanada más grande de pastel, pues Sonora no es el único lugar donde existe el litio.
¿Quién ganó la concesión del yacimiento en Sonora? Bacanora Lithium, empresa con sede en Reino Unido, que en 2019 se alió con la compañía china Ganfeng Lithium (la productora más grande de litio en el mundo) para formar el proyecto Sonora Lithium Project, con 10 concesiones mineras que cubren aproximadamente 100 mil hectáreas en ese estado.
Estas tierras fueron adquiridas desde 1994, con la entrada del Tratado de Libre Comercio y con el cambio legislativo que permite que ejidos y comunidades vendan sus tierras… de esa manera muchas empresas se adueñaron del país.Los otros yacimientos se encuentran en lugares como Baja California, administrado por la estadounidense Pan American Lithium (que ha pausado los trabajos) y en San Luis Potosí-Zacatecas, donde la mexicana Litiomex y la española Sutti Mining tienen un proyecto denominado Salinas Lagoon, el cual se estima contiene ocho millones de toneladas de litio.
Mientras que las empresas canadienses dominan el país en el desarrollo de proyectos de litio: la Organimax Nutient se localiza en Coahuila, Zacatecas y San Luis Potosí; la Radius Gold tiene el proyecto en exploración Lithium Brine, en Coahuila; la Zenith Minerals cuenta con tres proyectos en fase exploratoria en Zacatecas; la One World Lithium trabaja en Baja California; y en Chihuahua, Coahuila, Jalisco y Puebla también existen proyectos de exploración de litio.“México lo tiene todo para ser potencia en litio, debería poder fabricar autos eléctricos en fábricas públicas”, mencionó Víctor Manuel Toledo, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), quien añadió que ya se estudia, junto con la Secretaría de Energía, cómo México intervendrá en el nuevo mercado global de litio.
Las explotaciones de litio en el país, tan sólo de la mina de Sonora, tienen un valor de 1 253 millones de dólares. ¿A dónde va a parar el litio que se produce en México? La mayoría va para el mercado asiático, que consume el 60% del litio a nivel mundial, ya que China es la encargada de fabricar dispositivos y componentes de grandes marcas como Apple, Samsung y marcas locales como Huawei, Xiaomi, Oppo, OnePlus, Meizu, que le encargan la fabricación de los teléfonos inteligentes a compañías como Foxconn, Pegatron, Zenfone, etcétera.
México pudo haberse sacado la lotería, pero lamentablemente en el país no existe una industria del litio. Si vemos algunos datos de la industria en México, podemos vislumbrar cómo se convirtió en un país con producción especializada para la exportación, sobre todo de manufactura de automóviles. Según The Observatory of Economic Complexity, de todo lo que exporta, el 11% son vehículos ¿y qué es lo que más importa? Partes y accesorios de automóviles. Somos la gran ensambladora a nivel mundial, ya que ofrecemos mano de obra muy barata, a la cual le niegan todo tipo de seguridad social y laboral, lo que provoca mayores ganancias a la clase burguesa.
Aun así, el gobierno tendría que incentivar la gran industria, la industria pesada, las máquinas que hacen máquinas, para poder procesar y transformar el litio. Para empezar a crear y no sólo ensamblar, el Estado debería construir industrias públicas administradas por él. Por ello es necesario que el país recupere su industria nacional, pero esto no es suficiente: si no cambia la base económica bajo la cual se sustenta el desarrollo del país, esto al final sólo beneficiará a la clase en el poder, a la clase burguesa, dueña de los medios de producción.
Porque son unos camaleones y hoy pueden ponerse la bandera de la 4T, presentarse como nuestros amigos y aliados, permitir que el Estado haga industrias, recupere terreno en algunos ámbitos, porque saben que tarde o temprano se adueñarán de todo. Podemos recordar lo que se logró en el Estado de Bienestar y que, al entrar la política económica conocida como neoliberalismo, se destruyó: los burgueses se apropiaron o destruyeron todo lo que el pueblo había construido.
Por ello es necesario que no sólo no tomen el control de cuatro de los 11 yacimientos de litio que se han identificado en el país, sino que se deben cancelar todas las concesiones mineras que se entregaron a empresas privadas nacionales y extranjeras que lo único que han hecho es llenarse los bolsillos, envenenar el suelo y dejar a los poblados sumidos en la pobreza.
El Estado debe recuperar la soberanía nacional y el control de nuestros recursos naturales para el beneficio del pueblo, debe recuperar la dignidad nacional.Esto no se va a lograr mágicamente, tiene que ser empujado por el pueblo organizado, un pueblo que no confíe en que se pueden conciliar los intereses de clase, que sepa identificar quién es su enemigo principal. Por ello, desde la OLEP te invitamos a conocer nuestro Programa Mínimo de Lucha, para que todos podamos gozar de una vida digna, donde el construir automóviles eléctricos no sea sólo un sueño, sino una realidad donde podamos arrancar el mal de raíz y arranquemos el capitalismo e instauremos el socialismo