Energía, mineras, aerolíneas y las compañías de consumo constituyen el grupo de crédito corporativo más riesgoso
RODRIGO CÁRDENAS
Esto, por los efectos de la crisis social, que implica mayor déficit fiscal, una deuda más alta y aumento en la incertidumbre política. La entidad mantiene la nota de la deuda soberana de largo plazo en "A". Hacienda reafirmó importancia de impulsar el crecimiento económico.
La agencia Fitch mantiene la nota de la deuda soberana de Chile en "A", pero ajustó a la baja, desde Estable a Negativa, la perspectiva debido a menores expectativas para la economía por las protestas surgidas al alero del estallido social.
La agencia indica que el outlook negativo refleja “el significativo deterioro del escenario base de Fitch por las menores perspectivas de crecimiento y los mayores déficit fiscales y el mayor nivel de deuda que siguieron a la crisis social que comenzó a mediados de octubre de 2019”.
Además, Fitch indica que el la revisión de la perspectiva también refleja los riesgos a la baja de la mayor incertidumbre del ambiente político local y la desaceleración de la economía global. Sin embargo, dice la agencia, esos riesgos son mitigados por el relativamente fuerte balance de las cuentas en Chile y un nivel de deuda muy por debajo de la mediana de las países que tienen clasificación "A".
Ante esto, el Ministerio de Hacienda respondió rápidamente a la decisión de Fitch, indicando que “en este contexto, el Ministerio de Hacienda reafirma la importancia de recuperar el crecimiento económico, al tiempo que reitera su compromiso con la responsabilidad fiscal y la reducción del déficit fiscal estructural, según lo plasmado en el reciente Decreto que fija la nueva trayectoria de convergencia del mismo. Esta revisión es coherente con la implementación de la agenda social en curso, las proyecciones de crecimiento de la economía, la ejecución de planes de estímulo fiscal transitorio para reactivar la economía, así como, la estabilización de la deuda pública en el mediano plazo”.
Asimismo, la cartera informó que “la principal fuente de ampliación del déficit fiscal e incremento de la deuda pública en los próximos años se asocia con las menores perspectivas de crecimiento económico y su consiguiente impacto en los ingresos fiscales. Por su parte, los requerimientos adicionales de recursos fiscales permanentes asociados a la agenda social serán recabados gracias al proyecto de Modernización Tributaria recientemente aprobado por el Congreso. Asimismo, la agenda de reactivación económica bajo implementación, basada principalmente en medidas de alivio de liquidez para las PyMEs y proyectos de inversión pública de corta ejecución, tiene la flexibilidad necesaria para permitir una trayectoria del gasto público coherente con la meta de consolidación del balance estructural".
Las clasificadoras de riesgo Moody’s y S&P evalúan al país con clasificaciones “A1” y “A+” respectivamente, ambas con perspectivas “estable”.
El Comercio
El sector minero sería uno de los más afectados por el coronavirus. (Foto: GEC)
La calificadora de riesgo Fitch prevé un crecimiento económico de alrededor del 3% para el Perú en 2020, según informó en un reporte publicado hoy.
No obstante, también identifica al brote de coronavirus como el principal riesgo para la actividad económica nacional.
“El efecto del coronavirus en el crecimiento es incierto, y dependerá de la duración e intensidad de la crisis, así como cualquier estímulo del gobierno para mitigar la epidemia”, señaló en el informe.
A su vez, apuntó que los efectos de brote en la economía podrían derivar en un crecimiento menor al esperado en Perú, golpeando las exportaciones de productos tradicionales.
Este impacto estaría concentrado en el primer semestre del año, apoyado en el débil precio de los commodities, y afectando a las empresas mineras.
Si la pandemia se prolonga y resulta en un crecimiento global más lento, podría aumentar la presión a otros sectores en el Perú, como el energético, cementero y de retail.
iProfesional
Según Fitch Ratings, las productoras de energía, las mineras, las aerolíneas y las compañías de consumo constituyen el grupo de crédito corporativo más riesgoso en América Latina, en medio de la creciente amenaza del coronavirus y una guerra de precios del crudo.
La rápida propagación del Covid-19, que ha infectado a más de 115.000 personas en todo el mundo, ha cambiado las perspectivas para los emisores de deuda corporativa de América Latina, asegura Jay Djemal, jefe de investigación crediticia para empresas latinoamericanas en Fitch.
Las productoras de energía, mineras, aerolíneas y las compañías de consumo constituyen el grupo de crédito corporativo más riesgoso en América Latina.
"En todo caso, este año todos los ojos se fijarían en las elecciones estadounidenses", dijo Djemal en una entrevista telefónica. "El coronavirus ni siquiera estaba en el radar", añadió.
Los temores sobre el impacto del virus y el colapso de los precios del petróleo han asustado a los inversores de crédito, que han huido de los bonos latinoamericanos. La deuda vinculada a empresas, incluida la productora Petróleos Mexicanos y la aerolínea Latam Airlines Group SA cayó a mínimos históricos.
Los bonos emitidos por la aerolínea colombiana Avianca Holdings SA, la petrolera argentina YPF SA y la productora de energía Perú LNG SRL se están negociando a niveles de estrés financiero o cerca de ellos, según datos compilados por la agencia Bloomberg.
Nueve empresas de la región corren el riesgo de que Fitch reduzca su calificación a basura, incluido el minorista chileno Cencosud SA, la productora brasileña de papel Suzano SA y la Empresa Nacional de Telecomunicaciones SA, con sede en Santiago.
Todas tienen la calificación de grado de inversión más baja, con una observación de calificación negativa o perspectiva negativa, según Fitch.
Las empresas con calificaciones crediticias especulativas son las más expuestas al empeoramiento de las perspectivas económicas. Los emisores con altos rendimientos en la región tienen casi u$s5.000 millones en bonos globales con vencimiento este año, según la compañía.
"Los emisores de grado de inversión tienen más margen para hacer frente", dijo. "Los emisores con altos rendimientos en la región están más expuestos a una rebaja", agregó Djemal.