Las indefiniciones políticas en Energía impactarían en el manejo de fondos de las centrales atómicas
SANTIAGO SPALTRO
Como en varias áreas de la administración nacional, el gobierno todavía no designó buena parte de las autoridades en la Secretaría de Energía ni dispuso de qué manera controlará los fondos de la generación de energía nuclear al eliminar la subsecretaría correspondiente al sector.
Es que el Ejecutivo cerró la Subsecretaría de Energía Nuclear, que hasta diciembre regulaba lo concerniente a los temas económicos del sector, sin convertirla en Dirección Nacional, que sería el escalafón siguiente en la jerarquía gubernamental. Por ello, desde la oposición advierten que las indefiniciones podrían impactar en el manejo de fondos de las centrales atómicas.
Esto no representa ningún peligro de funcionamiento, ya que los temas técnicos son estrictamente observados por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN).
El macrismo hizo sonar las alarmas al señalar que la demora en la designación de autoridades en las oficinas encargadas de la regulación económica de la energía nuclear permitirá a Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NA-SA), la empresa estatal del sector, cierta discreción con los ingresos percibidos por el funcionamiento de las centrales atómicas generadoras de energía eléctrica, como Atucha I, Atucha II y Embalse.
El Ejecutivo cerró la Subsecretaría de Energía Nuclear, que hasta diciembre regulaba al sector, sin convertirla en Dirección Nacional, que sería el escalafón siguiente en la jerarquía gubernamental.
Los ingresos del sector, que no fue alcanzado por la pesificación de tarifas que dispuso el gobierno, quedarían en manos de NA-SA para autofinanciarse, denuncian, en lugar de ir a parar a las arcas del Estado.
Desde el Gobierno aseguran que se trata de una cuestión de organigrama y que en breve habrá definiciones.
Cambiemos, entre 2015 y 2019, mostró indiferencia hacia el sector nuclear y abandonó distintos planes. Una prueba de ello fue la interna que hubo en la Secretaría de Gobierno de Energía por el bloqueo a la construcción de la cuarta central atómica en Argentina, Atucha III, con fondos chinos.
En cambio, el sector nuclear se ilusionó con el regreso del kirchnerismo y la llegada de un ingeniero nuclear como Sergio Lanziani a Energía, pero eso no significó, hasta el momento, un avance.
"Que se haya disuelto la Subsecretaría de Energía Nuclear no tiene ninguna implicancia para el funcionamiento de Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA). Durante más de 40 años las centrales nucleares argentinas han dependido de distintos organismos sin que eso afecte su operación. Actualmente la empresa depende de la Secretaría de Energía del Ministerio de Desarrollo Productivo", contestaron en el Gobierno.
"Nucleoeléctrica Argentina percibe ingresos por la venta de energía al mercado eléctrico. Esos ingresos están destinados a la operación y mantenimiento de las centrales. Esto siempre fue así y es lo que garantiza el normal funcionamiento de esta empresa estatal", completaron.
Fuentes de Gobierno, además, aseguraron que la subsecretaría solamente tenía "funciones comunicativas" y que el sector nuclear no va a perder importancia en esta gestión.