Se hicieron sentir los reclamos del socio mayor del MERCOSUR por las LNA
CARLOS BOYADJIAN
"Hecha la ley, hecha la queja", podría ser un buen resumen del momento que viven los exportadores de los principales socios comerciales de Argentina. A menos de dos meses de que el Gobierno nacional ampliara la lista de posiciones arancelarias alcanzadas por licencias no automáticas (LNA) de importación, los reclamos se hicieron sentir en el socio mayor del Mercosur.
Un informe elaborado por la poderosa Confederación Nacional de la Industria (CNI) de ese país muestra la preocupación que tienen los empresarios por el levantamiento de barreras al intercambio, "inclusive entre los grandes socios comerciales de Brasil".
Entre los siete países que la CNI identifica como los principales impulsores de medidas que suponen trabas al comercio, figura Argentina con cuatro medidas en vigor.
El listado lo encabeza Japón con seis instrumentos de administración del comercio, seguido por China y Estados Unidos con cinco medidas, luego Argentina y la Unión Europea con 4. Colombia con 3 y Ecuador con 2 barreras al comercio, cierran el listado de los principales países que apelan a esta estrategia, al menos los que más inciden en la balanza comercial de Brasil.
La resolución 1/2020 de la Secretaria de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, del 8 de enero, elevó a unas 1500 las posiciones arancelarias que deben pasar por el control oficial. Además, redujo el plazo de aprobación de 180 a 90 días, en línea con lo que establece la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En el caso de Argentina los reclamos de la CNI se enfocan especialmente en la aplicación de licencias no automáticas. Sin embargo, por ahora no pasan de quejas en ámbitos privados. Hasta el momento ni el gobierno del Jair Bolsonaro ni el sector privado presentaron formalmente un reclamo ante las autoridades argentinas.
"Las nuevas medidas del gobierno de Argentina para controlar la entrada de mercaderías van a alcanzar de lleno al comercio con Brasil", señala el informe. Según la estimación de la CNI con los cambios en el régimen de LNA el volumen de exportaciones brasileñas alcanzadas por la norma pasó del 18 al 52%, afectando un monto de u$s 3300 millones de exportaciones en bienes de origen brasileño.
El reclamo se da en momentos en que la economía de ese país empieza a recuperarse, tras tres años consecutivos de estancamiento. En una entrevista concedida a un medio brasileño el 15 de febrero, el titular de la CNI, Robson Braga de Andrade, estimó que la industria crecerá este año 2,8%, incluso algunos puntos por encima del producto bruto interno, que de acuerdo a las últimas estimaciones del Banco Central de Brasil se expandirá 2,3% durante 2020.
Esta mayor producción necesita mercados en un mundo sobreofertado, en el que China juega fuerte en todos los frentes. Para Argentina, China es la mayor amenaza para la industria nacional. En rigor, los analistas afirman que la ampliación de las licencias no automáticas se puso para proteger a la industria manufacturera local de la competencia de los países asiáticos, y en rigor, habría mayores trabas en este sentido.
Fuentes del sector productivo local sostienen que las LNA están saliendo en los plazos estipulados. No es una mirada cualquiera, de hecho todo el entramado productivo nacional es también un fuerte importador de insumos, partes, piezas.
Justamente, la caída de las importaciones en los últimos meses responde especialmente a la fuerte baja de bienes de capital, insumos y partes, necesarios para el proceso de producción. Por eso, en el gobierno madura la idea de que lejos de perjudicar a la industria de Brasil, la administración del comercio va a permitir que Argentina compre mucho más productos de ese país.