Antes que funcionara la línea que construyó la Transmisora Eléctrica del Norte (TEN), empresa ligada a Engie, la inyección de energía eólica y solar alcanzaba el 80% de la producción, mientras que el resto, se perdía. Ahora, la cifra alcanza el 99,1%, lo que a la vez tiene un beneficio en costos.
Uno de los hitos más relevantes en los últimos años en materia energética fue la interconexión de los antiguos sistemas interconectados del Norte Grande (Sing) y central (SIC), materializado gracias a la línea de transmisión que construyó la Transmisora Eléctrica del Norte (TEN) -ligada a Engie-, que inició sus operaciones en noviembre de 2017 y que une las zonas de Mejillones y Copiapó.
Dos años después de ese hito, cuya fusión dio paso al nuevo Sistema Eléctrico Nacional (SEN), el beneficio mayor lo han sentido las centrales de energía renovable. Así, mientras en 2017 la colocación promedio de estas en octubre fue de 79,9% de la producción total, este año -en el mismo período- la cifra aumentó a 99,1%.
Es decir, prácticamente la totalidad de la energía solar y eólica generada en el país llega al cliente final, a diferencia de lo que ocurría antes, en que el 20% de esta producción se perdía por falta de transmisión.
“En base a nuestra experiencia, y revisada la experiencia internacional también, hemos podido concluir que para lograr las metas de carbono neutralidad que el país ha fijado para el 2050, es fundamental el desarrollo de la infraestructura de transmisión. Una prueba real de esta situación es la interconexión SIC-Sing, más el desarrollo de la línea Cardones-Polpaico, lo que permitió aumentar la colocación de energías renovables”, sostuvo el presidente del consejo directivo del Coordinador Eléctrico, Juan Carlos Olmedo.
A la línea que creó el SEN se le suma otro importante proyecto que se puso en marcha en mayo de este año: Cardones-Polpaico. La línea de transmisión de doble circuito de 500KV, que tiene una extensión de 753 kilómetros también ha facilitado para la inyección de energías renovables, pues en esta se están transportando diariamente cerca de 1.000 MW adicionales. Su rol central es completar la interconexión, pues la capacidad de transmisión que había en ese tramo era insuficiente para una unión real de los sistemas.
Pero pese a ese avance, en el sector advierten la necesidad de seguir reforzando ese tramo, sobre todo considerando el plan por descarbonizar la matriz.
Por lo mismo, se está trabajando en una nueva línea, que tendrá la particularidad de ser la primera del país en corriente continua (HVDC). Actualmente, el Ministerio de Energía se encuentra elaborando el Estudio de Franja de la iniciativa, el que de acuerdo con fuentes del sector, está atrasado.
Consultado el ministerio al respecto, se limitaron a responder que “como gobierno estamos convencidos de que un desarrollo sustentable debe compatibilizar la necesidad país de construir líneas de transmisión que nos permitan tener un sistema seguro y robusto (…). En este contexto, la realización de un estudio de franja es una facultad del Ministerio de Energía establecida en la ley que, en los casos que amerite, puede facilitar el desarrollo sustentable de proyectos de transmisión”.
En el cronograma de la línea, su puesta en marcha de la línea está programada para 2029 o 2030, pero diversas fuentes del sector aseguraron que ésta puede retrasarse, entre otras razones, porque el estudio de franja no es vinculante, lo que podría generar oposición de las comunidades.
“Para lograr una alta inserción de energías renovables se requiere el desarrollo de infraestructura de transmisión, siendo a futuro muy relevante el desarrollo de la línea de corriente continua desde la Región de Antofagasta hasta la Metropolitana”, agregó Olmedo.