La Legislatura está camino a aprobar el proyecto de exploración mineraHierro Indio, en Malargüe, que puede convertirse en el primero en su tipo en avanzar tras la sanción de la ley 7722. A pesar del consenso político en la Casa de las Leyes, hubo algunos cuestionamientos por el camino que tuvo el tema antes de ser tratado en el recinto.
Uno de los que puso reparos fue el arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo. A través de un comunicado mencionó como negativo el hecho de no haber escuchado en la Legislatura a las asambleas en defensa del agua.
Los industriales de Mendoza salieron al cruce de esa visión. Sin cuestionarlo directamente, sí mencionan al Arzobispo y aseguran que el proyecto Hierro Indio pasó por instancias de debate. Y citan palabras del propio Colombo para hablar de la necesidad de generar empleo, tomando a la minería como una de las herramientas para conseguirlo.
En el mismo aseguran que en la Provincia hace 12 años que no se genera empleo genuino. "Creemos que es posible comenzar a revertir esta situación, y para esto –coincidiendo con el arzobispo– tenemos que fortalecer los consensos. Pero no podemos quedarnos en el plano discursivo. Las discusiones sobre la matriz energética o los recursos naturales no es sólo tarea de la política, legisladores o funcionarios. El proyecto Hierro Indio es un claro ejemplo. Tuvo su expresión en la Audiencia Pública del 25 de setiembre que se realizó en Malargüe.", agregan.
"Mientras nos distraemos en un ejercicio discursivo miles de mendocinos día a día buscan trabajo y no lo encuentran, las empresas que pueden seguir trabajando lo hacen a la mitad de su capacidad instalada, y otras cierran con todo lo que ello implica. Los desafíos ambientales que enfrenta el mundo son sin dudas complejos, y deben estar lejos de las consignas y slogans que lo minimizan", cuestionan.
El Senado podría aprobar el proyecto la próxima semana. El arzobispo Colombo no es ajeno al tema de la minería. En La Rioja fue uno de los actores sociales que más apoyó a las organizaciones que se oponían a esa actividad.
Hierro Indio, un ejemplo de institucionalidad que debemos cuidar
La Unión Industrial de Mendoza apoya el accionar de la Legislatura frente al proyecto de Hierro Indio
Nos sentimos cerca del arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, cuando manifiesta su preocupación por la falta de trabajo en la provincia y nos advierte sobre los problemas alimentarios que atraviesan miles de mendocinos. Estos fueron algunos de sus conceptos en la última procesión del Santo Patrono Santiago, en julio de este año, frente a las autoridades provinciales.
Quién tiene dudas de que la principal preocupación que debemos tener como sociedad es que a ningún mendocino le falte trabajo formal que le permita tener, con dignidad, alimento y educación para sus hijos o familia.
Somos una provincia con más posibilidades y recursos que otras en el país para resolver sus problemas estructurales de trabajo, empleo, pobreza y desarrollo.
Sin embargo, desde hace más de 12 años que el empleo genuino no crece, y nuestros indicadores de pobreza, indigencia y desempleo tienen índices insostenibles.
Creemos que es posible comenzar a revertir esta situación, y para esto –coincidiendo con el arzobispo– tenemos que fortalecer los consensos. Pero no podemos quedarnos en el plano discursivo. Las discusiones sobre la matriz energética o los recursos naturales no es sólo tarea de la política, legisladores o funcionarios. Las organizaciones de las sociedad civil tenemos que involucrarnos activamente, aportando conocimiento, saberes y representatividad en el marco institucional.
El proyecto Hierro Indio es un claro ejemplo. Tuvo su expresión en la Audiencia Pública del 25 de setiembre que se realizó en Malargüe.
Allí se presentó el proyecto por parte de la empresa, el informe de Impacto Ambiental, elaborado por la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria, dependiente de la UNCuyo. Esa audiencia pública permitió que se escucharon todas las voces –a favor y en contra– de quienes tenían un interés genuino en aportar sus opiniones.
Vimos a organizaciones de la sociedad civil, cámaras empresarias, técnicos y profesionales y un actor privilegiado, los habitantes locales. Los vecinos de Malargüe pudieron conocer en detalle las implicancias del proyecto para su comunidad en términos ambientales, económicos y perspectivas laborales. Y fueron ellos quienes manifestaron su apoyo mayoritario.
Mendoza tiene el desafío de revertir una situación económica compleja, cuyo impacto más visible es la desocupación, la pobreza y la indigencia. Mientras nos distraemos en un ejercicio discursivo miles de mendocinos día a día buscan trabajo y no lo encuentran, las empresas que pueden seguir trabajando lo hacen a la mitad de su capacidad instalada, y otras cierran con todo lo que ello implica.
Los desafíos ambientales que enfrenta el mundo son sin dudas complejos, y deben estar lejos de las consignas y slogans que lo minimizan. ¿O es que no hemos pensado aún que el desarrollo de energías limpias como la solar, eólica o nuclear, requiere ineludiblemente incluir a la actividad minera para aportar las materias primas necesarias para ellas?
Debate de ideas y búsqueda de consenso son atributos necesarios para toda sociedad democrática. Se fundan en el valor de la palabra, en la honestidad intelectual, el aporte del conocimiento y en el ordenamiento necesario que nos dan las leyes, las instituciones y la constitución que nos permite encauzar estas energías hacia el bien común.
Sobre estas bases, tenemos la responsabilidad de actuar y resolver cómo Mendoza creará las condiciones de desarrollo necesarias para darle inclusión a quienes hasta acá, está fuera del sistema.