RUBÉN CHORNY
Con más de media elección en el bolsillo, el candidato a Presidente del Frente para Todos, Alberto Fernández, le pone fichas por igual a los desarrollos no convencionales y a los de otras formas de energías, que son renovables, tal como declaró a la agencia Nova. Concretamente, espera tanto la activación de Vaca Muerta como de los proyectos eólicos y solar fotovoltaicos una vez que se supere esta prolongada crisis cambiaria y financiera y se encaminen las causas de los cuadernos en Comodoro Py para que la secuencia inversora abandone la posición de pausa.
Pero habrá que ver cómo juega el cambio que asoma en las regulaciones que habrá en el mercado eléctrico, donde competirán por el suministro el gas no tradicional (cuyo precio viene en baja) como insumo de las centrales térmicas y el fluido proveniente de las energías limpias (con valores aún elevados en contratos eólicos y solares). A esto debería agregarse la baja de costos en el transporte que traerán las obras de infraestructura en suspenso.
En la transición empieza a cobrar forma un tema conflictivo no menor: la política tarifaria, cuya fatiga ya quedó blanqueada en el último tramo del gobierno de Cambiemos y seguramente será objeto de un replanteo cualquiera sea el resultado en octubre. La reacción de las petroleras ante el congelamiento de las naftas es un aperitivo de lo que viene.
Una de cal y una de arena en la marcha de proyectos productivos en medio de la pesadilla cambiaria:
+ el Ministerio de Hacienda autorizó el llamado a licitación pública nacional para 5 plantas de generación fotovoltaica y eólica con acumulación en Catamarca, Jujuy y Río Negro, en el marco del Proyecto de Energías Renovables en Zonas Rurales (Permer),
+ al igual que sucediera con el gasoducto a Vaca Muerta, quedó en suspenso la expansión del sistema de transporte eléctrico bajo la modalidad de Participación Público-Privada (PPP).
Hasta este punto llegó el impulso que traía el desarrollo de las tecnologías renovables, a pesar de haber trastabillado con la implementación práctica de las primeras licitaciones, la carencia de conectividad a las redes, la causa de los cuadernos, la devaluación y las restricciones crediticias internacionales.
Fue un golpe significativo para el normal desenvolvimiento de los planes que Fabián García Ramón, el entonces director nacional de Energías Renovables, está detenido desde hace un año, tras entregarse en el marco de la CCC, que no es Corriente Clasista y Combativa sino "Causa de los Cuadernos de las Coimas".
Un obstáculo no menor ha sido lo que la legisladora por el Partido Verde, Silvia Vázquez, denunció como doble cara de la política ambiental en los últimos 4 años: “En la Argentina de Macri por cada peso que se invierte en protección ambiental hay 19 que se invierten en su destrucción, y por cada peso que se invierte en energía renovable, 59 pesos han ido a parar a las energías sucias, derivadas de los hidrocarburos”, señaló.
En ese sentido, la meta de reducir las emisiones energéticas en un 50% para el 2050 era compatible con el objetivo de los 2 °C de límite para el calentamiento global que se estableció luego en el Acuerdo de París, firmado en 2015; pero 10 años más tarde, y sin haberse producido reducciones, las emisiones al 2050 deberían ser 0%.
Así y todo, en los 1ros meses de 2019 reunió entre eólica, minihidroeléctrica, solar fotovoltaica y bioenergía una cobertura superior al 5% de la demanda energética nacional.
Además, hasta despertó la ilusión de un acercamiento al objetivo de lograr el 12% en 2019, fijado por Ley que recientemente se alcanzara un máximo de 8,73%.
La legislación establece como meta para 2025 que las energías renovables deben representar el 20% del consumo de energía eléctrica nacional.
De datos de generación de energía eléctrica a partir del fomento de la Ley N° 26.190 que viene recabando CAMMESA desde enero de 2011, la eólica ha sido este año la tecnología renovable que registra mayor participación (57%), y ya duplica a la hidroeléctrica igual o menor a 50MW (28%). Más relegadas se encuentran la solar fotovoltaica (9%) y, finalmente, bioenergía (6%).
El potencial argentino en la materia y el interés internacional que despierta quedaron reflejados en el ranking de países más atractivos para la inversión y el desarrollo de energías renovables difundido por la consultora Ernst & Young, según el cual subió un escalón y desplazó a los Países Bajos del 9no lugar, detrás de China, USA, Francia, India, Australia, Alemania, Japón y Reino Unido.
Cuadro de generación energía.
La publicación especializada energía estratégica traza un inventario que sitúa a la Patagonia como la región que más energía aporta al Sistema Argentino de Interconexión eléctrica (SADI) proveniente de proyectos de generación renovable.
De acuerdo con información suministrada por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), la región austral alcanzó hasta la fecha los 589 megavatios de ERNC, entre los cuales los parques eólicos representan 542 megavatios de potencia instalada y los restantes 47 megavatios corresponden a tecnología minihidro.
Precisa:
+ la tecnología de generación renovable eólica ya alcanza los 944 MW, presentes en la región Centro (48 MW), Buenos Aires (256 MW), Comahue (40 MW), Noroeste (58 MW) y en la Patagonia (542 MW),
+ la energía solar fotovoltaica avanza más tímidamente, debido a demoras en la construcción de algunos proyectos adjudicados en el marco del Programa RenovAr. Está presente en parques ubicados en el NOA, Cuyo y región Centro, alcanzando los 302 megavatios de potencia solar instalados.
En la distribución regional:
+Cuyo alcanzó los 360 megavatios de generación renovable, gracias tanto a la tecnología la solar (172 MW), como a la hidráulica (188 MW), siendo San Juan una de las provincias con mejores posibilidades de desarrollo renovables según el “Índice Provincial de Atractivo Renovable” (IPAR),
+ el Norte cuenta también con buen porcentaje de renovables; mientras que en el NEA sólo se registran 47 MW instalados en centrales de bioenergía, el NOA es la región que ofrece mayor diversificación de fuentes de generación, sus 322 MW totales se dividen en: 188 MW hidráulica, 79 MW solares fotovoltaicos, 67 MW de bioenergía y 58 MW eólicos; aún restan entrar en la faz comercial importantes proyectos solares, como el parque solar Cauchari, que promete 300 MW,
+ la región Centro y Buenos Aires alcanzaron los 234 MW y 285 MW, respectivamente. En el caso de Buenos Aires, incluye proyectos operativos eólicos (256 MW) y de bioenergía (29 MW), mientras que la región Centro tiene presencia de proyectos eólicos (48 MW), fotovoltaicos (51 MW), hidráulicos (116 MW) y de bioenergía (19 MW).
+ el litoral (considerando sólo Santa Fe y Entre Ríos) tiene 10 MW totales de energías renovables a 2 MW en central minihidro y 8 MW en centrales de bioenergías, si bien a través del programa RenovAr se espera un total de 12 proyectos en provincia de Santa Fe, que suman más de 30 MW.
En general, los últimos contratos de energía eólica y solar se cerraron a valores altos y, según declaró a energiaestratégica el ex subsecretario de Energía Eléctrica durante la gestión kirchnerista, Paulo Farina, poco competitivos en relación con Uruguay, pero especialmente con Brasil.
La oferta de estas energías limpias al sistema eléctrico competirá en lo inmediato con el gas extraído en Vaca Muerta, cuyos precios cayeron prácticamente a la mitad en el mercado internacional y se encuentran en descenso por la abundante oferta excedente del fluido, pero además cuando empiecen a fructificar las obras de infraestructura en el transporte abaratarán su costo de traslado.
A su vez, la nueva planificación energética considerando los cambios en el tablero mundial que hubo a partir de 2015 incluirá el replanteo de la política tarifaria aplicada por el gobierno de Mauricio Macri para promover la producción de energía, beneficiar la rentabilidad de las compañías distribuidoras de electricidad y eliminar los subsidios fiscales.
El congelamiento de la tarifa de luz, gas y agua dispuesto previo a las PASO confirmó que la estrategia de “sinceramiento” había quedado agotada y se impondría una nueva, que pasó para otra gestión.