Cobre Panamá, subsidiaria de la canadiense First Quantum Minerals, comenzó este viernes sus exportaciones de cobre desde Panamá, pese a que la justicia de este país declaró el año pasado inconstitucional el contrato original de concesión a la minera.
"Este cobre, 100% panameño, contribuirá a que el mundo alcance la sustentabilidad que tanto requiere, aportando el material necesario para la generación de energías limpias", señaló el gerente general de Cobre Panamá, Tristan Pascall.
Poco antes se realizó el embarque de las primeras 31.200 ton de concentrado de cobre, en el inicio de las exportaciones de este mineral desde Panamá.
Según Cobre Panamá, el mineral exportado sigue "los más estrictos estándares internacionales de la industria, con condiciones laborales de calidad".
La minera comenzó a exportar pese a que el presidente electo de Panamá, Laurentino Cortizo, adelantó que su gobierno revisará el contrato que permite a la multinacional canadiense operar en el país centroamericano para la extracción de oro y cobre, cuando asuma el poder el 1 de julio.
La Asamblea Nacional (parlamento) rechazó "por lesivo" un proyecto de ley para validar el contrato entre el Estado panameño y la subsidiaria de First Quantum Minerals.
El proyecto fue presentado por el gobierno después de que la Corte Suprema de Justicia declarara el año pasado inconstitucional el contrato original de concesión a la minera.
Los legisladores rechazan que la compañía canadiense entregue a Panamá solo 2% de regalías por la extracción de minerales en la localidad de Donoso, en la provincia caribeña de Colón.
Distintos gremios empresariales consideran que esta decisión de la Asamblea pone en riesgo futuras inversiones extranjeras.
La multinacional canadiense comenzó operaciones con el permiso del gobierno panameño, que asegura que el fallo de la Corte trata cuestiones de forma y no de fondo.
La mina prevé exportar unas 320.000 toneladas métricas de cobre al año. También alega que exportará US$2.000 millones y aportará 4% del PIB.
Según las autoridades panameñas se trata del proyecto más importante del país, con más de 12.000 trabajadores.
La compañía asegura que es la inversión privada "más grande en la historia de Panamá", con US$6.300 millones.