Argentina y Brasil anunciaron planes para ampliar los parques nucleares; avanza en la región el uso medicinal de las tecnologías.
En América Latina, el desarrollo de los países en materia nuclear fue dispar. La Argentina ha sido indiscutiblemente el país líder, no solo en el campo energético, con sus tres centrales y el dominio del ciclo de combustible, sino también en lo referido a tecnología médica y de usos industriales.
Tanto la Argentina como Brasil anunciaron sus intenciones de ampliar sus parques nucleares. Y la construcción de reactores probablemente se repartirá entre empresas chinas y rusas.
Bolivia, por su parte, acaba de dar su gran salto al comprarle al gigante ruso Rosatom un centro de investigación y desarrollo que contará con un ciclotrón, una planta multipropósito de irradiación y un reactor de investigación. La Argentina, vía Invap, aportará tres centros de medicina nuclear y radioterapia para diagnóstico y tratamiento de cáncer.
"Bolivia es nuestro primer gran proyecto de construcción en América Latina", dice a LA NACION Iván Dybov, presidente de Rosatom para América Latina. "Avanzan a pasos acelerados la construcción del centro de investigación y la capacitación al personal. Es muy importante que cuando el centro esté terminado los bolivianos puedan trabajar allí, gerenciarlo y sacar el máximo beneficio posible", afirma. El gobierno ruso, a través de la agencia estatal Rossotrudnichestvo, otorgó becas para la formación en universidades rusas. En 2018 viajaron 30 estudiantes bolivianos. La planta de irradiación servirá para esterilización de material de uso médico, para alimentos, o incluso para mejorar la calidad de algunos materiales.
Perú también cuenta con una planta para irradiar alimentos (principalmente harina de pescado, para prolongar su vida útil). Y en 1988 inauguró el reactor de Huarangal que le vendió la Comisión Nacional de Energía Atómica, para iniciarse en la medicina nuclear.
"Hay más y más países interesados en desarrollar la industria nuclear. No solo en el sector energético sino también en medicina nuclear", dice Dybov. Destaca que Rosatom es el mayor proveedor de radioisótopos en Brasil, con una provisión semanal de iodo-131 y molibdeno-99 para uso medicinal.
Rosatom comenzó a venderle recientemente al gigante sudamericano cesio-137, usado con buenos resultados en el tratamiento del cáncer de próstata, y otros radioisótopos de uso industrial. Por el tamaño del mercado, la empresa analiza asociarse para producir los radiofármacos en Brasil.
En otras áreas, hay conversaciones también con Ecuador, país que está interesado en las posibilidades de utilizar la energía nuclear para desalinizar agua.