El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, se ha comprometido este jueves a realizar inversiones por valor de 6.500 millones de euros (30.000 millones de reales) en Brasil en los próximos cinco años y a colaborar en la mejora del sistema eléctrico del país dentro de los parámetros de la lucha contra el cambio climático. El ejecutivo salmantino ha hecho el anuncio durante la inauguración de la hidroeléctrica de Bajo Iguazú que ha construido la eléctrica a través de su filial brasileña Neoenergia junto a la firma estatal Copel (70% y 30%, respectivamente).
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que tenía previsto asistir, ha suspendido el viaje en el último instante debido a que el helicóptero que lo iba a trasladar no pudo despegar por causa del mal tiempo. Previamente, Sánchez Galán había alabado el esfuerzo que iba a hacer Bolsonaro "al realizar un traslado tan largo", en declaraciones a los más de 70 periodistas brasileños acreditados y a miembros de la prensa internacional. Tampoco han podido estar presentes el ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, y el gobernador del Estado de Paraná, Carlos Massa Ratinho Junior, quienes debían viajar en el mismo helicóptero que el mandatario
La inversión, cuyo anuncio se produce en pleno proceso de salida a Bolsa de Neoenergia, se ha consolidado después de valorar las perspectivas de crecimiento en el país, y puede modificar el plan estratégico en detrimento de otros lugares como Reino Unido, cuyo futuro inversor está pendiente del Brexit. Además de esa inversión prevé destinar unos 10.500 millones en Estados Unidos, 8.000 en España y 4.500 en México, concretada por Sánchez Galán la semana pasada en una visita a este país.
Las citadas inversiones se desarrollarán en energías renovables, como la central hidroeléctrica Bajo Iguazú, que cuenta con 350 megavatios (MW) de potencia, que prevé suministrar electricidad a un millón de brasileños y a la que ha destinado más de 500 millones de euros (2.300 millones de reales). Su producción equivaldrá a cerca del 8% de la demanda anual de electricidad del Estado de Paraná, donde se ubica la planta.
La nueva instalación, que ya comenzó a operar el 10 de abril, se caracteriza por su reducido impacto medioambiental, según ha destacado Sánchez Galán. "La instalación supone un beneficio para las Cataratas del Iguazú, ya que contribuirá al mantenimiento de un caudal mínimo necesario", ha reseñado. El caudal de las cataratas, una de las siete maravillas naturales del mundo que se encuentra 90 kilómetros aguas abajo, está seriamente afectado en los periodos de sequía. En 2006 llegó a transformarse en pequeños chorros de agua. De acuerdo a Sánchez Galán, un dictamen del Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS) ha concluido que gracias a la aportación de esta instalación hidroeléctrica las cataratas contarán siempre con el caudal mínimo necesario.
Además de esta central, las inversiones en Brasil se desarrollarán en redes de distribución (sobre todo en Bahía), parques eólicos (en la actualidad, tiene 15 en construcción) y líneas de transmisión. La meta es cumplir con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda de la ONU para 2030, con especial énfasis en tres: energía asequible y no contaminante (objetivo 7); acción por el clima (objetivo 13) y vida de ecosistemas terrestres (objetivo 15).
En ese sentido, a través del Consorcio Empresarial Baixo Iguaçu (CEBI), se han llevado a cabo varios programas para rescatar y preservar especies autóctonas y se han firmado diversos convenios con los municipios del entorno para impulsar programas relacionados con la salud, la educación, las infraestructuras y la seguridad pública. Asimismo, se descubrieron unos yacimientos arqueológicos cuyo origen se remonta casi al año 6.000 a.C., y cuyo mayor atractivo son las muestras de arte rupestre (150 grabados), nunca antes vistos por esta zona.
A través de Neoenergia, Iberdrola es una de las dos mayores eléctricas de Brasil por número de clientes, con 13,8 millones de puntos de suministro, lo que eleva el número de usuarios a más de 50 millones. Presente en 18 Estados, se dedica a la generación, transporte, distribución y comercialización de electricidad en un área de 840.000 kilómetros cuadrados.
La empresa, cuya dimensión actual es el resultado de la fusión de Elektro y la antigua Neoenergia, tiene previsto comenzar a cotizar este mismo año después del acuerdo alcanzado entre Iberdrola (52,4% de participación) y sus socios (Banco do Brasil, con el 9,3%, y Previ, fondo de pensiones de los empleados de dicho banco, con el 38,2%). En este segundo intento de salida al mercado (el primero, hace dos años, fracasó), la entidad financiera ha confirmado que venderá, mientras Previ continuará con una participación sustancial, al igual que Iberdrola, que mantendrá el control con más del 50%. Es decir, se desprenderá sólo de entre el 1% y el 2%.
La compañía dispone a día de hoy de una capacidad de producción en Brasil de más de 3.700 MW, de los cuales casi el 86% son renovables: tanto parques eólicos terrestres como centrales hidroeléctricas. Asimismo, cuenta con 624.000 kilómetros de líneas eléctricas, operadas por las cuatro empresas integradas en Neoenergia: Cosern, Celpe, Coelba y Elektro.